Xavi se queda sin red: un ejercicio de aguante con Laporta y condicionado por títulos poco realistas

La temporada del FC Barcelona va camino del desastre, y no (sólo) por la tensa situación atraviesa el club por la investigación del 'caso Negreira'. Lo deportivo no acompaña, ya con dos competiciones perdidas, y deja un principal señalado: Xavi Hernández. Su futuro cada vez es más gris, pero él cree que todavía le queda algo de margen.

Es un misterio si Joan Laporta, en privado, lo que verdaderamente importa, piensa lo mismo. La derrota en El Clásico de la Supercopa (4-1) fue dolorosa y la de este miércoles en Copa del Rey contra el Athletic reafirma las dudas. El Barça le tenía mucha fe al torneo del KO, donde nadie tiene más títulos, pero San Mamés y los hermanos Williams sepultaron sus ilusiones.

Sobrevivir a las horas posteriores de dos desastres tan seguidos ya es motivo de celebración para Xavi, y sino que se lo digan a Ronald Koeman que fue despedido por Laporta en un avión de Madrid a Barcelona tras perder en Vallecas. El presidente del Barça, puede que sin alternativas, ha estado más centrado en los últimos días en cubrir con humo (el uso del VAR en el Real Madrid - Almería) una cuestión que no es baladí: el FC Barcelona pagó durante años al segundo del estamento arbitral español.

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Volviendo a Xavi, hace apenas una semana condicionaba su futuro a una circunstancia: levantar algún título a final de temporada. En ocho días ha fallado la bala que mejor pinta tenía, la de la Copa. "Cuando el sorteo, ya vi que era una desgracia", dijo este miércoles sobre su primer duelo copero del curso contra un Primera. No todo iban a ser 'Barbastros' (Segunda RFEF) o 'Unionistas' (Primera RFEF), sus rivales previos.

Pero se mantuvo en sus trece en Bilbao: "Si no estamos al nivel de competitividad, lo normal es que me marche. Estamos en un club grande. Estoy en el Barça. Hemos luchado y trabajado. Si no ganas, el entrenador queda señalado". Es decir, todo queda condicionado al papel del Barça en Liga y Champions League.

Xavi Hernández dando indicaciones durante el Athletic - FC Barcelona de Copa del Rey EFE

Liga: desplazado por Girona y Madrid

La situación es complicadísima para el Barça. Por partes, en Liga depende de lo que hagan dos equipos: Girona y Real Madrid. El equipo rojiblanco, con un partido más, está a ocho puntos y el eterno rival, con los mismos que los de Xavi, a siete. El Barça tiene 18 jornadas por delante, en las que tendrá que visitar los dos feudos de los mejores clasificados.

Si bien quedan muchos puntos por disputarse, el Barça ha entrado en una situación casi límite en la que debe ganarlo todo y esperar que sus rivales vayan pinchando. Y detrás tiene a Atlético de Madrid y Athletic, ambos a tres puntos, los vizcaínos con un partido más jugado. Hasta la entrada en Champions puede estar cara hasta el final.

Champions: contra un Nápoles... ¿con Mou?

En cuanto a la competición europea, la complejidad es extrema siempre para todos. Sólo hay un campeón y el nivel es muy alto. Ahora mismo, equipos como el Manchester City, Real Madrid, Bayern Múnich o PSG lucen mejor que los de Xavi para aspirar al título.

En octavos espera el Nápoles, un equipo también entrado en barrena que perdió esta semana la Supercopa italiana contra el Inter. Los azzurri no son tan temibles como el año pasado con Luciano Spalletti, habiendo pasado ya dos entrenadores por su banquillo (primero Rudi García y desde noviembre Walter Mazzarri), pero sonando ya José Mourinho como posible siguiente inquilino.

A un mes del inicio de la eliminatoria de Champions, Barça y Nápoles están en una situación similar en la que deben mejorar mucho de cara a su enfrentamiento. El que tenga mejor capacidad para hacerlo podrá hacerse con el billete para los cuartos de final. Un desastre en el caso de los azulgrana ya sí se vería definitivo para un Xavi que, de momento, aguanta.