El fútbol portugués está viviendo unas horas críticas en este fin de semana. Se han tenido que suspender dos partidos, algo bastante raro, debido a la falta de agente de seguridad. La huelga de policías ha provocado que el caos y la inseguridad se hayan vuelto candentes en los estadios, por lo que se ha optado porque no se disputen.
Este mismo domingo se confirmó la suspensión del Leixoes - CD Nacional al no poder garantizarse las condiciones mínimas de seguridad durante el partido. Un hecho que se une a los altercados provocados que durante la tarde del sábado mientras se disputaba el Famalicao - Sporting de Portugal, que tuvo que aplazarse tras una batalla campal entre aficionados y ante la escasa presencia de efectivos.
La Liga Portuguesa hizo pública su decisión e informó en un comunicado de que la suspensión se produjo bajo el acuerdo de ambos clubes tras "haber recibido informaciones del responsable de la fuerza policía presente en el Estadio del Mar (del Leixões) de que no existen las condiciones de seguridad para la realización del mismo ni hoy ni mañana".
El organismo se mostró muy contundente y señaló que siempre será "intransigente" en la defensa de las garantías de seguridad con el fin de garantizar la protección de aficionados y participantes. Estaba previsto que el encuentro se celebrara a las 11.00 hora local de este domingo. Además, el director nacional de la Policía de Seguridad Pública, José Barros Correia, dijo en un correo enviado a todo el cuerpo y publicado por medios lusos, que había ordenado "una investigación rápida".
Altercados en el Famalicao - Sporting
Antes de la suspensión del partido de este domingo, el duelo entre Famalicao y Sporting de Lisboa fue aplazado debido a una batalla campal y la falta de seguridad que imperaba en el estadio debido a la ausencia de agentes policiales. Un portavoz de la policía confirmó que hubo heridos en los altercados entre dos grupos de hinchas que se lanzaron botellas y sillas en las inmediaciones del estadio, aunque, según esa fuente, "la respuesta policial fue rápida".
En las últimas semanas, los policías portugueses han salido a la calle en todo el país para reivindicar mejoras laborales y salariales, con manifestaciones multitudinarias en ciudades como Lisboa y Oporto. Debido a la suspensión de ese encuentro se temía que ocurriese lo mismo en la cita del Oporto frente al Rio Ave, aunque finalmente este partido acabó celebrándose.