El Athletic Club y su especial conexión con la Copa del Rey. Es una relación un tanto tormentosa, es cierto, porque hace 40 años que no añade este trofeo a sus vitrinas, pero también es verdad que ha estado hasta en tres finales en la última década demostrando que es un equipo muy 'copero'. [Así vivimos la victoria del Athletic Club ante el Atlético]
El conjunto que dirige Ernesto Valverde no se amilana ante nada esta temporada. Tiene confianza plena en su entrenador (pedazo de técnico), una fe ciega en lo que hace y ya sabe ganar hasta sin sus grandes estrellas. Nico Williams ni siquiera pudo entrar en la convocatoria y aún así los leones no notaron su ausencia porque encontraron otras maneras de salir airosos del Metropolitano.
El Atlético le metió intensidad, pero eso no fue suficiente como para doblegar a un Athletic convencido de su causa. Las cosas se le torcieron a los colchoneros cuando Reinildo protagonizó una acción salvaje que significó un penalti y que bien le pudo valer la expulsión.
Esta pena máxima fue aprovechada por Berenguer para anotar el único gol del partido que mandará la semifinal abierta a La Catedral pero con una clara ventaja para el conjunto vasco. El Atleti soñó en el último suspiro por un momento con el penalti señalado sobre Morata, pero el VAR dijo que estaba en fuera de juego y todo se quedó como estaba.
Desde los once metros
Intensidad. Si hay algo que caracteriza a la mejor versión del Atlético de Madrid del Cholo Simeone es la intensidad en cada jugada, en la presión y a la hora de morder al rival. Así, dispuesto a meterle un alto voltaje a cada jugada, salió el conjunto colchonero al Metropolitano consciente de que se jugaba unas semifinales de la Copa del Rey y que además contaba con el empuje de su afición.
Por eso, no tardó en llegar el primer acercamiento con cierto peligro para los locales. Samu Lino, uno de los más destacados en el conjunto colchonero, propició un barullo dentro del área y después Witsel no acertó a rematar de cabeza.
Apretaba el Atleti, que con un centro de De Paul obligó a intervenir a Agirrezabala, pero poco a poco el Athletic comenzó a tomarle el pulso al partido. Los de Ernesto Valverde no son un equipo que esta temporada se diluya en ningún escenario, y sabiendo que estaban a las puertas de una final de la Copa del Rey se entonaron rápido.
Vivian abandonó su zona de confort, se sumó al ataque y ejecutó un disparo desde la frontal del área que se marchó desviado por poco. Fue un aviso de lo que iba a suceder en los siguientes minutos, el preludio de un Athletic muy batallador que no se vio agobiado en el Metropolitano.
Fruto de este despertar de los vascos, llegó la acción que comenzó a definir el partido. Prados merodeó las inmediaciones del área colchonera y cuando estaba sobre la línea, apareció Reinildo con una entrada salvaje para cortarle el paso. El penalti fue flagrante, escandaloso, y la acción rozando lo criminal porque pudo lesionar de gravedad al futbolista del Athletic Club que, por fortuna se salvó.
El saldo de todo aquello fue un penalti a favor del Athletic y una cartulina amarilla para el jugador colchonero. Podía dar gracias, porque seguramente hubiera sido más justo un color un poco más oscuro.
Berenguer asumió la responsabilidad de ejecutar una pena máxima tan importante como la que podía poner por delante al Athletic Club en las semifinales de la Copa del Rey, y lo hizo con serenidad. Ejecutó el penalti con un disparo raso y cruzado que engañó a Oblak y puso en ventaja a los leones.
Desde ahí hasta el final de la primera mitad, lo único que pudo llevarse a la boca el Atlético de Madrid fue un acercamiento fruto de un error garrafal de Agirrezabala. El portero vasco dejó el balón muerto en el área tratando de evitar un córner y Depay, que andaba por allí, estuvo a punto de aprovechar el regalo.
Pocas ocasiones
Como esto tan sólo era el primer asalto de la semifinal, nadie quería volverse loco en la segunda mitad, pero sí es cierto que el Atlético de Madrid buscó dar de nuevo un paso al frente en busca del empate.
Lino volvió a dejar muestras de la calidad que tiene en sus botas y del peligro que es capaz de llevar cuando aprovechó un contraataque. El colchonero recibió el esférico, se internó en el área y con su pierna izquierda cruzó demasiado el lanzamiento.
Sin embargo, pronto llegó la réplica del Athletic. Unai llegó a la frontal del área y se sacó un gran disparo de la chistera que obligó a Oblak a intervenir. Sin embargo, su parada no fue buena porque dejó el rechace en bandeja para que Villalibre llegara y, a quemarropa, mandara el balón a las nubes. El Atlético se había salvado de forma milagrosa.
El Atlético, por supuesto, no se rindió y tuvo el empate en las botas de Griezmann. El francés se internó en el área con habilidad, se plantó mano a mano ante Agirrezabala pero a la hora de intentar batirle por debajo se encontró con las piernas del guardameta para evitar el gol.
Los instantes finales fueron de agobio para el Athletic, como dictaba la lógica. La defensa vasca tuvo que salvar bajo palos y con algo de suerte el empate cuando ya se cantaba en la grada.
El infarto llegó con el tiempo cumplido. El colegiado había añadido 5 minutos y en el primero de ellos Morata cayó en el área derribado por Yeray. El árbitro señaló penalti, el Metropolitano lo celebró y después se apagó. Tras una revisión interminable las líneas dijeron que había fuera de juego así que el penalti se fue al limbo y el Atlético se quedó con la derrota en casa.
Atlético de Madrid 0 - 1 Athletic Club
Atlético de Madrid: Oblak; Nahuel Molina (Llorente m. 57), Savic, Witsel, Reinildo (Hermoso m. 46), Lino (Riquelme m.83); Barrios (Correa m. 72), Koke, De Paul; Griezmann y Memphis (Morata m. 57) .
Athletic Club: Agirrezabala; Lekue, Dani Vivian, Paredes, Yuri Berchiche; Beñat Prados (Ander Herrera m. 60) , Ruiz de Galarreta; Iñaki Williams (Yeray m.84), Sancet (Unai Gómez m. 53), Berenguer (Vesga m. 84); Guruzeta (Villalibre m.53).
Goles: 0-1: m.25, Berenguer, de penalti.
Árbitro: Hernández Hernández (C. Las Palmas). Enseñó tarjeta amarilla a Reinildo, De Paul, Prados, Vivian, Unai Gómez, Ruiz de Galarreta y a los entrenadores Simeone y Valverde.
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey, disputado en el estadio Cívitas Metropolitano ante 65.029 espectadores.