Aleksander Ceferin se ha convertido en uno de los nombres propios del día. El presidente de la UEFA ha anunciado que en el año 2027 dejará su cargo después de más de 11 años siendo el máximo mandatario del organismo que rige el fútbol en Europa. Un periplo en el que ha exhibido su carácter totalitario y que ha provocado la devaluación de su mayor producto, la Champions League, y del fútbol en general.
El dirigente esloveno ha presidido el 48º Congreso anual de la UEFA que se ha celebrado este martes en París. Una cita curiosa, ya que en un principio se iba a celebrar en Madrid. Desde allí, casualmente, Emmanuel Macron, presidente de Francia, lideró un 'declaración vacía' a la que se han adherido varios países de la Unión Europea para intentar condenar la salida a la luz de la nueva Superliga Europea. Un documento que no ha contado con el apoyo de España tal y como informó este miércoles EL ESPAÑOL.
Aunque oficialmente la UEFA no ha estado detrás de esta propuesta, la coincidencia en el espacio y en el tiempo entre el Congreso y la postura pública de Francia hacen sospechar que este podría ser el último de los escándalos que ha protagonizado la UEFA desde que Ceferin se encuentra a los mandos. El abogado esloveno llegó a la cúpula del organismo europeo con polémica y entre diferentes acusaciones de fraude y, más de una década después, sigue dando de que hablar por cuestiones negativas.
Así fue la llegada al poder de Ceferin
- Ceferin formaba parte del equipo de Michael Platini, acusado de corrupción antes de su salida de al UEFA.
- Era segundo vicepresidente del Comité Legal de la UEFA, presidente de la Federación Eslovena de Fútbol y miembro del Comité de Disciplina de la FIFA.
Aleksander Ceferin llegó a la presidencia de la UEFA el 14 de septiembre de 2016 después de vencer en las elecciones al neerlandés Michael Van Praag. Su llegada se produjo en mitad de otro escándalo como fue la salida de Michael Platini, apartado de su cargo por el propio Comité de Ética de la UEFA tras ser acusado de recibir "pagos desleales" por parte de Sepp Blatter, expresidente de la FIFA.
En aquel momento, Ceferin ya se encontraba dentro del equipo Michael Platini, ya que desde el año 2011 desempeñaba funciones en el Comité Legal de la UEFA del que llegaría a ser segundo vicepresidente mientras también era presidente de la Federación Eslovena de Fútbol y miembro del Comité de Disciplina de la FIFA.
Ahora, el dirigente se ha visto 'obligado' a anunciar que su mandato acabará en el año 2027 a pesar de que tenía la intención de perpetuarse en el cargo, como mínimo, hasta el 2031. Sin embargo, ha dado marcha atrás y a pesar de que podía mantenerse en su trono, dará por finalizada su aventura más de una década después de su inicio.
No obstante, por delante tiene otros tres años en los que tendrá que intentar resistir el avance imparable de la Superliga Europea, el nuevo proyecto que promete llevar el fútbol a otra dimensión mientras la Champions sigue perdiendo atractivo e ingresos.
[La Superliga y A22 se cansan de las amenazas y hacen pública una carta a UEFA: "Tenemos pruebas"]
Ceferin llegó a su actual puesto en septiembre del año 2016 después de que Ángel María Villar ocupase, de manera provisional, el cargo tras la sanción impuesta a Michael Platini. Sin embargo, su primer mandato no fue completo, ya que terminó los años que le restaban al dirigente galo antes de su sanción. Así pues, continuó hasta el Congreso del año 2019.
Su mandato, especialmente durante los primeros años, estuvo marcado por su carácter autocrático. El esloveno aprovechó un momento de descontrol y desprestigio para la UEFA para ejercer de brazo ejecutor de un nuevo modelo dentro del organismo. Un proyecto que, con el paso de los años, ha llevado a la propia UEFA a arruinar al fútbol, el cual ha pasado de ser el deporte rey en Europa a ser un producto que no atrae al público, especialmente a los aficionados más jóvenes.
Las batallas de Ceferin
- El miedo a la Superliga tras sus victorias judiciales y deportivas.
- La guerra contra los clubes por la remodelación de la Champions, la Nations League y la creación de competiciones como la Conference.
Por si fuera poco, Ceferin tampoco cuenta con el apoyo generalizado de los clubes, entrenadores y futbolistas, quienes suelen verse asfixiados por un calendario extenuante que alarga al extremo competiciones como la Champions, la Europa League o la Conference introduciendo equipos que no dan la talla para competir a nivel europeo.
El nuevo periplo de Ceferin al frente de la UEFA (2023-2027) estará marcado por su lucha contra la Superliga, por el cambio de formato de la Champions que pasará a tener 36 equipos y por la remodelación también de la Liga de Naciones, que ampliará su calendario en una nueva ronda adicional.
Acusaciones de corrupción y falsificación
- Ceferin fue acusado de falsificar su curriculum vitate para poder presentarse a las elecciones a la presidencia de la UEFA que ganó en 2016.
- También fue señalado por un escándalo de corrupción al ser acusado de recibir pagos dentro de un proyecto ferroviario nacional entre los años 2000 y 2008.
- Fue acusado por un miembro cercano de su equipo de modificar los estatutos para perpetuarse en el cargo.
- Varias federaciones miembro le acusaron de apoyar a Rusia por intentar reintegrar a sus categorías inferiores en sus competiciones.
- Fue señalado por subirse el sueldo año tras año, incluso en época de pandemia, hasta superar los 2,5 millones de euros.
Sin embargo, los dos ciclos precedentes han quedado marcados por varios escándalos. El más grave de todos ellos nació, precisamente, desde su Eslovenia natal. Allí, el diario Prava publicó el pasado año que Ceferin había mentido a la hora de elaborar su curriculum vitae para conseguir entrar en la UEFA cuando en realidad no podía hacerlo.
La mentira en cuestión fue que Ceferin aseguró haber sido miembro del Olimpija Bezigrad entre 2006 y 2011, algo que no habría sido así según este medio. Además, esta cuestión también aparece así en la página oficial de la federación eslovena. Esto agrava el caso porque supone la falsificación de una organización oficial como la federación del país balcánico.
[La UEFA de Ceferin abraza la multipropiedad de clubes para ganarse el favor de los nuevos ricos]
Los escándalos no han dejado de perseguir a Aleksander Ceferin durante todo su paso al frente de la UEFA. Uno de los más sonados fue su enfrentamiento con Zvonimir Boba, leyenda del AC Milan y de la selección de Croacia, y quien ocupó el puesto de Jefe de Fútbol de la UEFA los últimos tres años.
El motivo de su disputa fue que Boban acusó a Ceferin de cambiar los estatutos del organismo europeo para poder continuar al frente de la UEFA más tiempo del que en teoría tenía permitido. Un caso que generó una enorme polémica dentro de una institución cada vez más deteriorada. El descontento con la labor del abogado esloveno ha ido creciendo con el paso de los años hasta crear un clima casi irrespirable.
Aunque todo estalló en el comité ejecutivo de la UEFA del 2 de diciembre en Hamburgo. Se hizo una propuesta con la aprobación de Ceferin para enmendar los estatutos de la UEFA, que actualmente limitan las presidencias a 12 años. De hecho, esta reforma se aprobó a raíz de las investigaciones federales estadounidenses y suizas sobre corrupción en el fútbol internacional reveladas en 2015 y que terminaron con la figura de Michael Platini.
Otro de los capítulos más oscuros del mandato de Ceferin fue su apoyo a Rusia de manera subversiva, ya que intentó que las selecciones juveniles del país volvieran a las competiciones europeas a pesar de su propia sanción al combinado nacional y a los diferentes clubes.
[Ceferin y Al-Khelaïfi premian a Gil Marín por su traición a la Superliga con un puesto en la UEFA]
Una idea peregrina que tuvo que abandonar dos semanas después de que un grupo de selecciones se revelaran contra la propia UEFA y contra la decisión de Ceferin. Así pues, el máximo mandatario del ente continental tuvo que dar marcha atrás cuando varios estados miembros se negaron a jugar partidos contra el país que había iniciado una guerra contra Ucrania en febrero del año 2022.
Las polémicas alrededor de la figura de Ceferin han tocado muchos ámbitos y uno de ellos ha sido el económico. Mientras el fútbol ha perdido valor como producto, el abogado esloveno ha utilizado el organismo para enriquecerse. Desde su llegada en el año 2016, Ceferin se ha ido subiendo progresivamente su sueldo año tras año, incluso durante la época de pandemia, cuando la UEFA registró unas pérdidas económicas considerables con más de 2.000 millones de euros menos en ingresos respecto a años normales.
Por ello, Ceferin pasó de cobrar un millón y medio de euros en su primer año de mandato a superar ahora los más de 2,5 millones. Una manera muy interesante de ir haciendo fortuna mientras se perpetuaba en el cargo. Además, durante años ha camuflado estas subidas con diferentes cortinas de humo, viéndose obligado incluso a subir el sueldo a todo su equipo para justificar una crecida salarial generalizada y, también, para evitar que su entorno se sublevara ante esta tendencia.
El camino de Aleksander Ceferin ha estado salpicado por multitud de polémicas durante los últimos años. Sin embargo, las acusaciones contra su figura comenzaron incluso mucho antes de que iniciara su camino en las más altas instituciones del fútbol europeo, cuando fue tocado por la sombra de la corrupción.
En noviembre del año 2022, el medio italiano Domani publicó que Ceferin se había llevado un importante soborno en la primera década de los 2000 cuando formó parte de un gran proyecto ferroviario alrededor de la localidad de Grosuplje. Este proyecto tenía un coste de 42 millones de euros y fue concedido a dedo a una empresa especializada por parte de las autoridades eslovenas. Unos trabajos que se alargaron durante la primera década del siglo.
El líder de esta empresa era Leon Kostiov, quien asignó varios contratos oscuros en el año 2008, un momento clave en esta investigación. Uno de esos contratos fue a parar a NB Ineniring, una compañía sin empleados, que nunca ha publicado ninguna información sobre sus actividades y que se borró de todos los registros poco después de recibir este subcontrato.
La figura clave en esta trama fue Milo Njegoslav Milovi, antiguo miembro del cuerpo especial de la policía eslovena. Este fue jefe de seguridad de Janez Drnovek, quien fuera presidente de la República de Eslovenia entre 2003 y 2007 y también presidente de la República Federal Socialista de Yugoslavia.
Milovi se convirtió en una persona muy cercana a la familia Ceferin cuando fue reclutado por el bufete de abogados que regentan los dos hermanos, Rok y Aleksander, y también el padre de ambos. Milovi comenzó a prestar sus servicios al bufete, curiosamente, en el año 2008, es decir, en el momento en que la empresa ferroviaria eslovena adjudicó el subcontrato que atraería las sospechas de los investigadores.
[Inglaterra empieza a dar la espalda a la UEFA de Ceferin: "Si fuera digno y responsable, dimitiría"]
Esta situación desembocó en un proceso judicial que se inició en el año 2016, momento en el que Ceferin se alejó de la polémica para iniciar su presidencia en la UEFA. Sin embargo, el resultado del mismo no convenció a Milovi, quien decidió tirar de la manta y sacó a la luz su relación con la familia Ceferin.
Al parecer, el bufete de abogados del máximo mandatario del organismo europeo recibió un pago de 390.000 euros que serían los honorarios pagados por un servicio de consultoría prestado a la compañía ferroviaria estatal. Este caso llegó a amenazar incluso la tercera elección de Ceferin al frente de la presidencia de la UEFA.
El Real Madrid, principal perjudicado
- Ceferin y la UEFA no han sancionado aún al Barça por su participación en el 'caso Negreira'.
- La UEFA pidió perdón, pero no asumió las culpas del desastre de la final de la Champions de París que empezó con retraso por los colapsos en el estadio de Stade de France.
Dos de los últimos escándalos que ha protagonizado la UEFA de Ceferin han perjudicado de manera directa o indirecta al Real Madrid, principal club impulsor de la Superliga. El primero de ellos fue el desastre organizativo de la final de la Champions del año 2022 en París. Allí se enfrentaron los blancos contra el Liverpool, pero el encuentro tuvo que empezar con casi media hora de retraso por culpa de altercados en los aledaños del Stade de France.
La inseguridad en las calles de uno de los barrios más conflictivos de París, la falta de organización y previsión y los problemas con la venta de entradas provocó colapsos en muchas de las puertas, especialmente con unos aficionados británicos que se excedieron en su reacción. Además, la desmedida respuesta de la policía terminó por arruinar el inicio de la final. La UEFA pidió disculpas, pero no asumió la responsabilidad de un caos que podría haber supuesto la dimisión de Ceferin.
Por último, uno de los dedos acusadores más grandes que ha tenido Ceferin durante los años ha sido su pasividad, hasta ahora, con el 'caso Negreira'. A pesar de que las reglas de la UEFA son muy estrictas, el presidente se limitó a amenazar al club culé por haber pagado durante 17 años al vicepresidente de los árbitros en España.
Una cuestión que bajo sus estatutos implica una sanción, hecho que no se ha producido ni siquiera teniendo en cuenta que el Barça es uno de los clubes líderes de la Superliga, con la considerable carga de odio que eso conlleva por parte de Aleksander Ceferin.