El FC Barcelona logró un agónico triunfo en Balaídos frente al Celta de Vigo y lo hizo sufriendo hasta el último instante. No tuvo su día el equipo de Xavi Hernández, pero se pudo llevar tres puntos importantes gracias a un penalti anotado por Robert Lewandowski en el descuento del partido.

El delantero polaco se convirtió en la gran figura del encuentro al anotar los dos únicos goles de su equipo. El primero de ellos, de bellísima factura, sirvió para que los culés se adelantasen en el marcador en el tramo final de la primera parte. Poco duró la alegría, pues Aspas igualó tras el paso por vestuarios.

El tanto de la victoria del Barça llegó en el descuento del partido. Fran Beltrán quiso despejar un balón aéreo y acabó golpeando a Lamine Yamal. Pulido Santana no dudó y señaló la pena máxima para los culés. Hubo más suspense del esperado porque Guaita le adivinó el lanzamiento a Lewandowski, pero estaba muy adelantado. A la segunda, el polaco no falló.

Robert Lewandowski transforma el penalti de la victoria. REUTERS

Tres puntos que saben a oro al equipo de Xavi Hernández. Con este triunfo evitan descolgarse por completo de Girona y mantienen la tercera posición con respecto al Atlético. Una vida extra para el técnico de Terrasa que sigue muy señalado, pero que podrá continuar sentándose en el banquillo un partido más.

En el último suspiro

El regreso de Iago Aspas al equipo titular fue la gran novedad del Celta. Fue un llanero solitario. El objetivo del conjunto celeste era defenderse. Y esperar algún contragolpe. Solo tuvo una opción de ejecutar ese plan: una buena salida rápida de Aspas por la banda derecha que finalizó Larsen con un tiro flojo. Fue en el minuto 11.

El paso de los minutos adormiló el encuentro sin nada que provocase un gran cambio. El Barcelona se acercó a la portería de Guaita con un cabezazo de Christensen a la salida de un córner y un centro de Yamal cerca del descanso.

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Fue entonces, con el crono próximo al final del primer tiempo, cuando apareció el único chispazo brillante, el ingenio de Lewandowski para hacer un gran control orientado tras un pase de Yamal y marcar un golazo con un gran disparo desde la frontal del área.

La reacción celeste fue inmediata. Mingueza cerró el primer tiempo con un aviso; Aspas abrió la segunda mitad con un gol en el primer minuto. Fue una jugada fantástica: un ataque por la banda derecha adornado con dos taconazos de Larsen y Mingueza, y un lanzamiento final de Iago Aspas que desvió Koundé hacia su portería.

Ese temprano empate sorprendió al Barcelona. Xavi Hernández refrescó el equipo con Gündogan y Raphinha. Pero no logró el efecto que deseaba, sino que se encontró con un escenario inesperado.

Ese nuevo guion de partido desorientó al Barcelona, nulo en ataque, más metido en su campo que en el del rival. Solo tuvo un tiro de falta de Raphinha, que sacó Guaita. El equipo de Xavi Hernández quedó bloqueado, gris, sometido por el Celta, una mala imagen en busca de un gol imposible que, sin embargo, llegaría con la opción de un penalti cuando en el minuto 93 Beltrán derribó a Yamal con una patada al intentar despejar el balón.

El suspense acompañó el lanzamiento de penalti. Guaita paró el tiro de Lewandowski, pero el árbitro mandó repetir el disparo por estar el portero adelantado. Lewandowski marcó el agónico gol de la victoria en su segunda oportunidad desde los once metros.