Hace ya seis meses que la Selección española de fútbol femenino consiguió escribir una página dorada en los libros de historia cuando se proclamó campeona del mundo en Australia. Aquel gol de Olga Carmona en la final ante Inglaterra lo cambió todo, y desde ese momento nada volvió a ser igual, tanto en lo bueno como en lo malo, por todos los acontecimientos ya conocidos.
Deportivamente, España ha dado un paso adelante muy grande. Desde que es campeona del mundo las rivales ven al combinado español de una manera muy diferente, y la Selección se siente poderosa ante cualquiera. Gana casi por inercia, demostrando que seguramente sea el equipo nacional más en forma del momento.
Las estadísticas lo avalan. Ni el gigantesco ruido exterior ha podido descentrar el punto de mira de una Selección casi imbatible. Seis victorias y tan sólo una única derrota, intrascendente por otra parte, contemplan la trayectoria del equipo desde que Montse Tomé cogió las riendas después del Mundial.
Precisamente ella es una de las claves. Se hizo con un equipo en llamas por los problemas extradeportivos y sustituyó a un Jorge Vilda siempre discutido por las jugadoras. No estuvo tampoco exenta de polémica, pero ha conseguido hacerse con firmeza con el timón de un equipo con el que había que trabajar en muchos aspectos.
Con Tomé, las veteranas han tomado más peso todavía si cabe, pero eso no ha sido óbice para que nuevas perlas y jugadoras en ciernes se sientan importantes y hayan ganado en protagonismo. Es una mezcla, un cóctel perfecto, que ha llevado a España a las puertas de un nuevo título y a conseguir una brillante clasificación para los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
La veteranía es un grado
Durante el pasado Mundial se habló mucho de papel de Alexia Putellas. Llegaba con problemas físicos y aquella situación le impidió realizar una Copa del Mundo brillante. Sin duda era un factor muy importante para España, pero la Selección supo reponerse a la ausencia de la mejor versión de su estrella.
Sin embargo, la propia Putellas recuperó su estatus después del Mundial con Montse Tomé en cuanto estuvo con sus facultades físicas recuperadas. Titular indiscutible y goleadora en la Nations League, su presencia fue muy importante.
No sólo la suya, también la de otras mujeres con mucho peso en el vestuario. Estos seis meses han sido una época para crecer no sólo en lo deportivo, sino también a nivel de grupo y en otros planos que van más allá de lo puramente deportivo. Por eso, las figuras de otras mujeres como Irene Paredes, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey o la propia Jennifer Hermoso han sido fundamentales.
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Hermoso no estuvo en la primera convocatoria después del Mundial. Con el foco puesto en ella por el 'caso Rubiales', se esgrimió que se quería proteger a la futbolista, pero como ella misma se ha encargado de dejarlo claro todavía no entiende hoy en día aquella decisión. Estaba preparada para vestir la camiseta de la Selección, igual que lo está ahora para ganar la Nations League.
Otras jugadoras como Bonmatí o Caldentey, lejos de ser veteranas por edad, sí que lo son por su aplomo futbolístico. Son jugadoras de éxito y Aitana es Balón de Oro y The Best para la FIFA, los mayores premios individuales que existen en el fútbol. Son faros indiscutibles del juego de la Selección y ya nadie pone en duda su valía y su liderazgo.
Las perlas y Montse Tomé
España no es sólo veteranía y jugadoras consolidadas. Hay otras futbolistas que aseguran un buen futuro para la Selección y que han tenido la suerte de poder coincidir en el tiempo con otras veteranas de primer nivel de las que están aprendiendo mucho.
La mezcla de juventud y experiencia suele arrojar buenos resultados, y eso es lo que pasa en el caso de España. A sus 20 años, Salma Paralluelo se ha convertido en una de las grandes esperanzas del fútbol español. Goleadora de un equipo de referencia como el Barça, anotó dos goles vitales en el pasado Mundial en los cuartos y en las semis.
Su figura sigue ganando peso, y todavía tiene mucho margen de mejora como para firmar una gran carrera con la Selección. Otras jóvenes como Athenea del Castillo y Olga Carmona, jugadoras que aún están en los 23 años, han demostrado más que de sobra tener un nivel óptimo para un equipo tan potente como el español. Ni que decir tiene que Carmona lo demostró con el gol que convirtió a España en campeona del mundo.
Con la llegada de Montse Tomé entró aire fresco en la Selección. Las polémicas por la presencia de Jorge Vilda eran constantes y, pese a que la entrenadora no llegó con buen pie por su primera convocatoria, ha conseguido dejar al margen las discusiones extradeportivas y organizarse en torno a un cuerpo técnico al que tiene en alta estima.
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Su camino en la Nations League ha sido inmaculado. España se ha medido a grandes selecciones y no ha cedido, haciendo gala de su condición de campeona del mundo. La Selección estará en París 2024 y está a tan sólo unas horas de ser también campeona de la Nations League.