Es el mejor jugador del Real Madrid en este 2024. Si el equipo blanco manda con claridad en La Liga y está en los cuartos de final de la Champions League es, en gran parte, gracias a él. Vinicius sigue siendo uno de los jugadores más determinantes del mundo y lo volvió a demostrar una vez más en el partido de este sábado ante Osasuna.
El brasileño se convirtió en el gran protagonista del partido. Con sus dos goles se transformó en la pesadilla de la defensa de Osasuna y fue el gran artífice de la victoria contundente de los blancos en un escenario tan complejo como suele ser El Sadar.
Dos goles, una gran cantidad de filigranas y la sensación de peligro constante que constataron que el brasileño se encuentra en un gran momento de forma. Desde que regresó de su lesión a principios de este año tras un inicio de temporada más o menos discreto no hay quien le pare. Ha tomado el relevo de Bellingham como el jugador más determinante, y parece que ya no importa el cambio de sistema.
Lo mejor todo para el Real Madrid es que este pico de forma de Vinicius llega en el momento en el que se cruzan los cuartos de final de la Champions League. El emparejamiento fue de todo menos benévolo, y los blancos necesitarán todo su arsenal a punto para tratar de derrotar al Manchester City en busca de un puesto en las semifinales, así que la intervención de Vinicius se antoja de nuevo fundamental.
Un 2024 inmaculado
El pasado mes de noviembre Vinicius cayó lesionado en una de las ventanas internacionales jugando con Brasil. Unos problemas en los isquiotibiales se llevaron por delante casi un mes y medio de competición, pero en realidad, visto en perspectiva, se puede decir que aquel descanso le vino bien al delantero.
Hasta aquel momento la temporada de Vini estaba siendo más o menos discreta. No estaba destacando en la faceta goleadora y tampoco estaba siendo determinante en otros aspectos, así que surgió un debate sobre el rendimiento del brasileño que sin embargo ahora se ha visto completamente desterrado.
Vinicius regresó a los terrenos de juego el pasado 3 de enero ante el Mallorca y ahí comenzó a recuperar su mejor nivel. Las sensaciones son claras y la figura del delantero es de nuevo indiscutible, pero además las estadísticas no dejan lugar a la duda.
Desde que comenzó este 2024 Vini ha marcado 12 goles, 8 de ellos en La Liga. En la competición doméstica sale prácticamente a un tanto por partido disputado, y eso supone que el Real Madrid ya casi salga de los vestuarios jugando en ventaja.
En Pamplona volvió a hacer un despliegue de sus cualidades. A los tres minutos, intenso como siempre, presionó a Catena y le robó el balón en una zona peligrosa para quedarse mano a mano ante el guardameta. En la definición, eso que tantas veces se le ha reprochado, lo hizo a la perfección y anotó el primer tanto.
En la segunda parte llegó el segundo golpe del brasileño. Se internó en el área tras dejar atrás a dos rivales y en la salida de Sergio Herrera, definió con un sutil toque con su pierna derecha para hacer un gol de bandera. Un ejemplo de perfecta ejecución para matar el partido.
En este 2024, Vinicius le ha endosado tres goles al Barça en el Clásico de la Supercopa, y también marcó un gol definitivo contra el Leipzig en la vuelta de los octavos de final de Champions ante el Leipzig. En La Liga, además de los dos últimos goles contra Osasuna, ha visto puerta ante el Celta, el Valencia, el Girona, Las Palmas y el Almería.
El problema
El desempeño futbolístico de Vinicius es indiscutible, sin embargo, no lo es tanto su 'otro' comportamiento. Siempre demasiado pendiente de la atmósfera que le rodea, de las críticas de los rivales y en muchas veces condicionado por los lamentables episodios de racismo que vive, al crack brasileño le falta por mejorar su comportamiento.
Casi siempre está en el centro de las polémicas y no es raro verle reivindicarse en campos contrarios llevándose las manos a sus oídos, como hizo por ejemplo este sábado ante Osasuna.
[Vinicius brilla ante Osasuna y lidera el triunfo de un Real Madrid que da otro golpe a La Liga]
Su actitud en este aspecto le está lastrando. Tanto, que se va a perder el próximo enfrentamiento ante el Athletic Club porque en El Sadar vio su quinta cartulina amarilla, la cuarta consecutiva en los últimos cuatro encuentros, y tendrá que cumplir ciclo de sanción.
Sus compañeros tratan de llevarle por el buen camino y Carlo Ancelotti ejerce con él una función casi de padre aconsejándole, pero es el único 'debe' que tiene que mejorar Vinicius para ser un jugador casi perfecto.