El fútbol turco vive unas horas muy complicadas. Después de los lamentables hechos ocurridos en el encuentro entre el Fenerbahçe y el Trabzonspor, el equipo de Estambul se está planteando dejar la competición.
La razón que ha llevado al club a valorar su retirada de la Liga Turca tiene su origen en lo ocurrido este pasado domingo tras la finalización del encuentro ante el Trabzonspor. Los jugadores del Fenerbahçe estaban celebrando el triunfo que les mantenía en la lucha por el título cuando los aficionados radicales del equipo local saltaron al césped para agredirles.
Lejos de huir, los futbolistas respondieron con puñetazos y patadas defendiéndose de los ataques de la hinchada del Trabzonspor. Se formó una batalla campal sobre el terreno de juego y se vivieron momentos de mucha tensión.
Horas después de lo ocurrido, el Fenerbahçe ha decidido tomar cartas en el asunto. El club de Estambul ha anunciado que convoca una Asamblea General Extraordinaria para el próximo día 2 de abril.
"Evaluar las acciones a tomar, incluida la retirada de nuestro Equipo de Fútbol A de la Superliga en base a los hechos ocurridos en el partido de la Superliga disputado la noche del 17 de marzo de 2024 y los acontecimientos recientes en el fútbol turco", reza el punto 5 del comunicado.
"¿Por qué nos está pasando a nosotros? ¿Por qué le pasa esto al Fenerbahçe? ¿Qué hicimos para que exista tal percepción contra el Fenerbahçe? ¡Aquí hay un ataque contra nosotros por codicia! ¡Hoy fuimos atacados oficialmente por las gradas en la segunda mitad! Es la primera vez en mi vida que experimento algo así", declaró ayer Kartal, entrenador del Fenerbahçe.
Un problema recurrente
El fútbol turco no deja de enseñarnos situaciones muy graves dentro de un terreno de juego. No es la primera vez que ocurre esta temporada ya que hace apenas tres meses fue un colegiado de la competición quien sufrió la violencia en sus carnes.
Esta vez, el suceso no estuvo relacionado con los aficionados sino con el presidente de un club, el Ankaragücü. Faruk Koca irrumpió en el campo tras el partido de su equipo contra el Rizespor para lanzar un potente puñetazo a la cara del árbitro, Halil Umut Meler.
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Koca golpeó violentamente el rostro del colegiado, que cayó de modo fulminante al césped por la brutalidad del impacto. Cuando estaba tendido recibió también la patada de otros integrantes del Ankaragücü. La escena fue captada por las cámaras, que mostraron luego el hinchazón debajo del ojo izquierdo que tenía Halil Umut Meler. El árbitro acabó en el hospital.