Todo el mundo esperaba a Joao Félix en el Cívitas Metropolitano y no para expresarle su cariño, precisamente. El delantero portugués pisaba este domingo por primera vez el estadio del Atlético de Madrid desde que saliera del club, aunque todavía sigue bajo contrato. Lideró al FC Barcelona y, como en la ida en Montjuïc, abrió el marcador con un gol.
Joao Félix respondió ante la presión. El ambiente se venía caldeando en su contra desde los días previos al partido. En los aledaños del estadio se escucharon cánticos con graves insultos hacia él y hasta se quemó una camiseta suya sobre la placa que rememora la cifra de 100 partidos oficiales que alcanzó con el Atleti.
Fue un recibimiento hostil que se alargó durante el propio partido y que subió varios decibelios más cuando Joao Félix marcó. El '14' del Barça hizo el 0-1 en el minuto 38 del partido. El portugués abrió la lata y el estadio estalló con una pitada histórica y un feo cántico que en su día se dedicaba a Cristiano Ronaldo cada vez que visitaba a los rojiblancos: "Ese portugués, qué hijo puta es".
Aparentemente, Joao Félix se contuvo en su celebración. Corrió tras el gol, con gesto serio, y luego se paró junto a sus compañeros en una piña. A primera vista no hubo nada que destacar en lo que se refiere a los gestos del portugués, pero las cámaras de GOL Play captaron algo.
La cadena televisiva señaló un gesto de Joao Félix que pasó desapercibido. Mientras sus compañeros le rodeaban y felicitaban, y Fermín López le señalaba con el dedo para dejar claro al Metropolitano quién había marcado el gol, el futbolista luso se llevó la mano derecha a sus partes íntimas para celebrar el gol.
Joao Félix sacó en ese momento la rabia que tenía contenida. El paso del ex del Benfica por el Atlético de Madrid, que pagó alrededor de 120 millones de euros por él en 2019, ha estado cargado de polémica. Su relación con Diego Pablo Simeone siempre estuvo en el punto de mira y su actitud nunca llegó a gustar a la afición rojiblanca.
Su salida se produjo por la puerta de atrás. Joao Félix fue cedido al Chelsea en enero de 2023, en busca de oxígeno y el protagonismo perdido en el Atleti, y el último verano fue enviado de nuevo a préstamo al Barcelona. Los azulgrana tienen una opción de compra, aunque lo que pretendería el club catalán es alargar la cesión un año más.
Joao Félix tiene contrato con el Atleti hasta 2029, pero ninguna de las partes quiere que vuelva a vestir de rojiblanco algún día. La relación está rota y sólo se busca el momento ideal para cerrar una venta. Para ello hay dos claves a tener en cuenta: el valor del jugador (que cayó en picado hasta los 40 millones, según Transfermarkt) y el interés de clubes capacitados para afrontar un traspaso así.