El fútbol español atraviesa uno de sus momentos más bajos de los últimos años extradeportivamente hablando. De un tiempo reciente a esta parte, la conversación se ha instalado casi más en el bochornoso asunto del racismo que en el plano puramente futbolístico, y eso es una muy mala noticia.
La gran cantidad de recientes episodios que han afectado a la figura de Vinicius han avergonzado al mundo entero. El jugador del Real Madrid ha sido objeto de muchas iras e incluso hace unos días se derrumbó en la rueda de prensa previa al partido entre España y Brasil en el Bernabéu, pero el problema va mucho más allá.
Este fin de semana, con el regreso a la normalidad de las competiciones regulares tras el parón internacional, se han vuelto a vivir una serie de episodios que avergüenzan y dejan en muy mal lugar la imagen del fútbol español ante todo el mundo.
[Vinicius muestra su apoyo a Acuña, Quique Sánchez Flores y Sarr, atacados con insultos racistas]
Hasta tres incidentes de índole xenófoba se han podido vivir en diferentes estadios y distintas categorías, tres episodios que se suman ya a una cargada colección de episodios de este tipo durante los últimos meses. Pese a que LaLiga, la RFEF y los clubes tratan de poner fin a esta lacra y frenar la manifestación del racismo en las gradas, de momento sus acciones no están teniendo efecto porque se ha vuelto a vivir otro fin de semana nefasto en este aspecto.
La mancha del Coliseum
El estadio del Getafe fue uno de los puntos calientes esta pasada jornada. Fue allí donde se produjeron dos instantes reprobables que afectaron por una parte a Acuña, jugador del Sevilla, y por otra a Quique Sánchez Flores, ahora entrenador del conjunto hispalense pero con pasado en el banquillo azulón.
Marcos Acuña fue el foco de odio de una pequeña parte de la grada del Coliseum. En la segunda mitad del partido, se pudieron escuchar unos gritos de corte racista contra el defensa del Sevilla y eso obligó incluso al colegiado a detener el encuentro provisionalmente para activar al protocolo adecuado.
Iglesias Villanueva, el árbitro principal, reflejó el lamentable episodio en el acta: "En el minuto 68 tuve que detener el encuentro debido a que se produjeron insultos racistas sobre el dorsal 19 del equipo (Marcos Acuña) visitante, con palabras como "Acuña mono" y "Acuña vienes del mono", desde aficionados situados en la zona central del campo detrás de la posición de mi árbitro asistente número 2".
También en el acta, el colegiado explicó cómo había procedido ante semejantes insultos: "Dicha incidencia, siguiendo el protocolo de actuación en estos casos, fue anunciada por megafonía, no reanudando el juego hasta dicho momento dos minutos y medio después y no produciéndose en ninguna ocasión más en el encuentro".
No fue lo único que hubo que lamentar en el Coliseum en este mismo encuentro. Quique Sánchez Flores, entrenador ahora del Sevilla y hace no mucho del Getafe, también fue llamado de manera despectiva "gitano" por algunos aficionados.
Más en Sestao
Un par de categorías por debajo, en Primera RFEF, también saltaron todas las alarmas. En el partido que enfrentaba al Sestao River y al Rayo Majadahonda, otro lamentable episodio se abrió camino y de hecho llevó a la suspensión del encuentro por la negativa del equipo madrileño a seguir jugando el encuentro.
En el tramo final del mismo fue Sarr, el portero del Rayo Majadahonda, el que se revolvió de manera repentina contra la grada para reprender a los aficionados su actitud. El cancerbero, de hecho, saltó las vallas publicitarias y hasta se metió en la grada para zarandear a alguno de los hinchas allí presentes.
Tal y como recogió el colegiado en el acta, lo que Sarr denunció fueron insultos racistas al grito de "eres un punto mono" o "puto negro de mierda", algo que, según el futbolista, tuvo que soportar en diferentes ocasiones.
Eso sí, el colegiado en este caso no activó el protocolo contra el racismo porque desde su posición ningún componente del equipo arbitral pudo escuchar estos gritos: "Ninguno de los miembros del equipo arbitral pudimos escuchar ni apreciar los citados gestos o insultos", se recogió en el acta.
El propio Sarr fue expulsado por haber saltado a la grada para encararse con parte del público, y el choque de hecho tuvo que ser suspendido. Los jugadores del Rayo Majadahonda se negaron a seguir en el terreno de juego tras este incidente.
Piden mano dura
Ante esta nueva avalancha de momentos racistas en el fútbol, los propios actores han pedido mano dura y que se castiguen estas acciones con dureza para evitar que se sigan reproduciendo en los campos.
José Bordalás, el entrenador del Getafe, fue muy claro: "Llevamos tiempo denunciándolo. Hasta que no se tomen medidas de verdad vamos a seguir oyéndolos. Esta temporada los hemos oído y sufrido en muchos escenarios. Yo estoy totalmente en contra de cualquier cántico o insulto racista, sea a quién sea y en el estado que sea".
Sergio Ramos, capitán del Sevilla, también se manifestó en la línea: "Venimos reclamando respeto dentro del fútbol, que la gente no venga a un estadio de fútbol a liberarse y a decir tonterías ni a insultar a los jugadores. Hay que acabar con este tipo de gente, señalarlo, que la gente lo vea y que se le prohíba la entrada a los estadios. Hay que ir limpiando la imagen del fútbol", aseveró el capitán de forma clara.
El Rayo Majadahonda, por su parte, también se explicó en un comunicado: "Hacemos un llamamiento a todas las partes involucradas en el mundo del fútbol para trabajar juntos en la erradicación del racismo de nuestro deporte. Es responsabilidad de todos promover un entorno libre de discriminación".
Los actores tienen intención de erradicar este tipo de comportamientos que siguen manchando la imagen del fútbol y de la sociedad española. Por lo que parece, todavía queda mucho trabajo por hacer.