El vestuario del PSG acostumbra a ser un hábitat complicado. Esto, con la presencia dentro del vestuario de dos figuras como Luis Enrique y Mbappé tampoco ayuda a lograr la mayor de las armonías, menos todavía dada la situación del delantero francés.
En sus últimos meses en el cuadro parisino, la estrella del PSG parece estar teniendo sus más y sus menos con Luis Enrique. Precisamente, el técnico asturiano tiene un historial de desencuentros con las estrellas de su equipo. Por ejemplo, tuvo sus más y sus menos con Messi en el Barça y con Totti en la Roma.
Este curso, ante la decisión de Mbappé de no renovar su contrato con el PSG, Luis Enrique comenzó a dejar a su estrella en varios partidos. ¿La razón? "Acostumbrarse a jugar sin él. En los últimos siete partidos de Ligue 1, Kylian sólo ha jugado los 90 minutos en uno de ellos. Fue en la jornada 26, ante el Montpellier, y marcó un hat-trick.
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Desde que el PSG anunciara a sus medios afines que Kylian no renovará, sobre mediados de febrero, Luis Enrique ha ido restando protagonismo a su estrella. Las sustituciones o las suplencias se han vuelto costumbre en los encuentros de la Ligue 1, la cual tiene ya encarrilada el equipo parisino para levantar el título. Sin embargo, la última de ellas ha traído más cola. Mbappé fue sustituido a los 65 minutos en el Clásico francés ante el Olympique Marsella.
Su gesto no dejaba lugar a demasiadas dudas sobre su enfado o tristeza. Dio la mano a unos cuantos, no a Luis Enrique, y se marchó directamente al vestuario. El runrún fue a más cuando Mbappé se 'pronunció' en sus redes sociales tras el partido. No necesitó escribir ni una sola palabra, sólo una imagen de espaldas, bajo la lluvia y con el brazalete en la mano.
"Es la misma música cada semana... Es muy cansado. Soy el entrenador, tomo las decisiones cada día y haré lo mismo cada semana hasta mi último día en París. Siempre intento encontrar la mejor solución para mi equipo", declaró el técnico asturiano al ser preguntado, una vez más, por las sustituciones a Mbappé.
La suplencia en Anoeta
El enfrentamiento con Mbappé no es el primero que tiene Luis Enrique con una de las estrellas a las que ha entrenado. Sin ir muy lejos, el técnico asturiano tuvo un importante encontronazo con Leo Messi.
Todo ocurrió en su primera temporada como entrenador del Barça. Al argentino no le gustó que el asturiano dijese públicamente que él era el líder del vestuario. Su relación fue tensa durante meses y explotó en enero.
Fue en Anoeta. Luis Enrique dejó al astro argentino en el banquillo porque había tenido más vacaciones de Navidad. El Barça perdió ese día frente a la Real Sociedad y ambos tuvieron unas palabras en el vestuario. A la mañana siguiente, Messi no se presentó a un entrenamiento que era de puertas abiertas.
Lo acabaron solucionando y juntos fueron protagonistas del último gran Barça. Aquel equipo que contaba con la MSN y que logró un triplete mágico siempre quedará en la memoria de los aficionados azulgranas.
Una leyenda de la Roma
Unos años antes, 'Lucho' también tuvo sus más y sus menos con Francesco Totti, la mayor leyenda de la historia de la Roma. El italiano sufrió en sus propias carnes cómo el libreto de Luis Enrique no entiende de jerarquías, galones, veteranía ni idolatría.
Luis Enrique llegó a Italia, a un club anárquico, en periodo de crisis y con Francesco Totti como gran ídolo de una afición que ya sentía cómo se acercaba su final. El técnico español no diferenció entre Totti y sus compañeros y consideró que no estaba en la mejor condición como para ser titular habitual.
Tras varias declaraciones en las que no parecía estar demasiado conforme con la decisión, la leyenda italiana estalló y se presentó a un entrenamiento con una camiseta que reflejaba en mayúsculas un término que no deja lugar a dudas: "BASTA". Algo que, por otra parte, no le preocupó en exceso a Luis Enrique, que se mantuvo firme en su decisión de sentar a su pupilo.
Esto pudo marcar el fin de la relación entre Luis Enrique y Totti, pero el entrenador asturiano sabía que necesitaba al Totti futbolista y líder y el mítico '10' también era consciente de que no podía cerrar su etapa en la Roma por la puerta de atrás. Por ello, el paso de las semanas y el rendimiento en los entrenamientos cambiaron el panorama. El italiano comenzó a ser de la partida e hizo varias señales públicas de que el asturiano era el líder idóneo para devolver al club a la gloria deportiva.
"Él tenía razón", llegó a pronunciar el capitán un tiempo después. Del "BASTA" al "tenía razón", como seña de que en el fútbol no hay nada irreconducible. "Casi estoy enamorado de él. Incluso mi mujer está celosa. Desde el principio he tenido una bellísima sensación con él, ha sido muy especial", dijo Luis Enrique sobre él en su despedida.