El Estadio Ciudad de Mánchester fue concebido originalmente como parte de la candidatura olímpica de la ciudad para los Juegos Olímpicos del año 2000, que finalmente fueron otorgados a Sydney. Sin embargo, el proyecto fue adaptado para los Juegos de la Commonwealth de 2002 y posteriormente adquirido por el Manchester City como su nuevo hogar tras abandonar Maine Road en 2003.
Inicialmente, el equipo tuvo que realizar una inversión para convertir el estadio en un recinto exclusivamente dedicado al fútbol, eliminando la pista de atletismo, una decisión controvertida que el Manchester City consideraba esencial. A pesar de las mejoras posteriores y el aumento en la capacidad, el estadio sigue enfrentando limitaciones que le impiden alcanzar el estatus de otros recintos emblemáticos en Europa.
Desde agosto del año pasado, el club ha estado llevando a cabo un nuevo proyecto de mejora que agregará 7.900 asientos adicionales en la parte superior de la tribuna norte, elevando la capacidad total a 62.000 espectadores. Sin embargo, esto aún lo deja rezagado en comparación con estadios como el Bernabéu, que supera los 80.000, el Camp Nou, que pronto superará los 100.000, o Wembley, con capacidad para 90.000 personas.
Poca innovación
Además, el Manchester City ha intentado seguir el modelo de dos estadios que marcan tendencia hoy en día en Europa: el del Tottenham Hotspur y el del Real Madrid. En la reforma del Etihad se han incluido ideas como un Sky bar con vistas al campo similar a los que incluye el nuevo Santiago Bernabéu alrededor de su sky-walk por el que los aficionados pueden pasear con unas vistas únicas del interior del estadio y la panorámica de toda la ciudad de Madrid.
La experiencia de caminar por el tejado del estadio que ofrecerá el City se parece demasiado al modelo que lleva años ofreciendo el Tottenham en su nuevo estadio y que suena como idea de última hora también en la transformación del Camp Nou.
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Al igual que el nuevo Camp Nou, la reforma del Etihad no recoge ni la cubierta del techo ni la recogida del césped, algo clave a la hora de poder asumir grandes eventos cualquier día del año y poder aumentar los ingresos.
Otro problema añadido para el Manchester City es la creación del Co-op Live, un gran espacio construido a escasa distancia del estadio que se estrenara el breve y que cuenta con un importante cartel de eventos. Esto no sólo le robara la posibilidad de albergar grandes eventos, sino que complicará la movilidad de los espectadores cuando haya coincidencia en eventos de ambos recintos.
El sábado 4 de mayo, el City recibirá a los Wolves, partido que ha tenido que ser adelantado para que los espectadores coincidan lo menos posible con los fans de Olivia Rodrigo que actuará en el Co-op Live con todo vendido desde hace meses.
Aparte de estos trabajos, el nuevo Etihad tendrá una nueva fan zone exclusiva con capacidad para unas 3.000 personas, nueva tienda oficial del equipo, nuevo museo y un edificio que albergara un hotel de nueve plantas, 400 camas y 391 habitaciones más 10 suites adicionales.
Según Populous, el promotor de la reforma del estadio, el coste de construcción del proyecto se fija en unos 300 millones de libras esterlinas, unos 350 millones de euros.
Los medios de comunicación locales informaron que la enorme inversión del Manchester City proporcionará importantes beneficios económicos a la gente de la ciudad. La enorme inversión supondrá un retorno de 70 millones de libras esterlinas anuales a la economía local, además de crear 1.795 puestos de trabajo a tiempo completo.