Apareció poco, pero lo hizo en el momento más importante. Kylian Mbappé es un elegido. Un jugador que pertenece a esa estirpe única de futbolistas capaces de parecer estar desconectados de un partido de máxima exigencia y dar dos zarpazos mortales que sirven para dar un golpe definitivo a toda una institución como el Barça.
Eso es lo que hizo el genio de Bondy en una noche mágica de Champions en Montjuïc. Fue él quien acabó con toda la ilusión de una afición culé que soñaba con ver a su equipo reinar en Europa. Algo que ya queda demasiado lejos en el club azulgrana. Casi una década.
Al igual que en el primer envite de la eliminatoria a Mbappé le costó más de la cuenta ser protagonista, pero esta vez no falló a su cita con el gol. Al francés se le vio más cómodo jugando en la punta del ataque parisino y no encorsetado en el perfil izquierdo. Eso fue lo que le condenó en el Parque de los Príncipes y Luis Enrique aprendió la lección ubicándolo entre los centrales azulgranas.
Fue Kylian quien llevó gran parte del peso del ataque galo. De sus botas salieron 5 de los 9 disparos a puerta del PSG y dos de ellos acabaron en el fondo de las mallas. Su primer aviso llegó en el minuto 17 con un cabezazo que se marchó por encima de la portería de Ter Stegen y en su segundo intento obligó al guardameta alemán a realizar una gran intervención y evitar el empate.
En la segunda parte ya no tuvo la pólvora mojada y terminó por matar a un Barça que estaba agazapado en su área intentando lograr un milagro. Su primer gol de la noche llegó desde el punto de penalti. Mbappé está demostrando ser una absoluta certeza desde los once metros. Tuvo la sangre fría de lanzar dos penas máximas en la final del Mundial y frente al Barça solventó la papeleta con mucha clase. Un disparo potente, alto que hizo inútil la estirada de un Ter Stegen que adivinó sus intenciones.
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Su segundo gol, el que puso fin a la tragedia culé en Montjuïc, llegó al final del partido. El Barça estaba volcado sobre la portería de Donnarumma y en una contra liquidó el asunto. Falló a la primera, pero recogió un rechace y fusiló con la zurda a bocajarro. Lo celebró a lo grande, abriendo los brazos dejando claro que es el rey del deporte rey.
Su víctima favorita
Todavía no ha fichado por el Real Madrid, algo que es muy probable que suceda a final de la temporada, pero el Barça ya tiene a Mbappé como una de sus peores pesadillas. Encima siempre que les ha hecho daño ha sido vestido de blanco. Una broma de mal gusto. Y es que Kylian Mbappé tiene al Barça como su víctima favorita en Champions. Ha jugado cuatro veces contra el equipo azulgrana y le ha endosado seis goles. Casi nada.
El primer 'destrozo' de Mbappé al Barça llegó en la temporada 20-21. El parisino tenía 21 años, pero él solo se impuso al Barça de Messi. Lo hizo ante un Camp Nou vacío por culpa de la pandemia. Fue en el choque de ida y marcó tres de los cuatro goles de su equipo. El resultado fue 1-4, como el de esta noche. En esa eliminatoria también marcó un gol de penalti en el choque de vuelta.
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Su siguiente enfrentamiento ha llegado en esta edición de la Champions. Mbappé fue el objeto de todas las críticas tras el partido de ida ya que estuvo totalmente desaparecido. Sin embargo, Kylian no falla dos veces. Apareció en Montjuïc y condujo a su equipo a las semifinales de la Champions League. Les espera el Dortmund, rival al que se midieron y contra el que sucumbieron en la fase de grupos.
Adiós a la temporada
El Barça y el barcelonismo afrontaban con mucha ilusión el partido de vuelta frente al PSG. Lo tenían en su mano para volver a unas semis de Champions cinco años después, pero acabaron sufriendo otra goleada de las que duelen.
El equipo de Xavi, que acabó expulsado y desquiciado en la zona mixta tras el partido, dice adiós a la Champions y se aferra a un milagro en Liga. Y este domingo tienen una final. Se miden al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en un duelo a vida o muerte. Si ganan, recortan la distancia a cinco puntos. Si pierden, se pondrán a once de los de Ancelotti. Sería una debacle absoluta.
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Eso es lo que le queda a un Barça que parecía que se recuperaba tras el anuncio de Xavi de abandonar el cargo a final de temporada. Tres meses sin perder y una buena imagen en París que se van al traste por culpa de Kylian Mbappé. Se avecinan vacas flacas en el club azulgrana.