La temporada del Fútbol Club Barcelona comienza a tener tintes dramáticos. Es más que probable que, salvo que haya un vuelco inesperado en las últimas jornadas de La Liga, el conjunto culé termine el año en blanco, sin conseguir ni un solo título en todo el año y rodeado de una crisis deportiva.
La Champions League se presentaba como una gran tabla de salvación para poder dignificar el curso, pero el severo correctivo que le impartió el París Saint-Germain de Kylian Mbappé al equipo catalán echó por tierra cualquier esperanza. La derrota fue dura, por las maneras y por el resultado, así que ahora al Barça tan sólo le queda aferrarse a un clavo ardiendo en la competición doméstica.
Esta eliminación deja otra lectura más fijando el tiro en su entrenador. Xavi Hernández no fue capaz de frenar a un PSG desatado en el momento en el que se quedó con un jugador más sobre el terreno de juego y además terminó siendo expulsado. Otra vez, y ya van demasiadas desde que es técnico del Barça.
Todavía con su futuro pendiente de un hilo, porque ni siquiera él mismo se ha encargado de ratificar con firmeza su propio mensaje de que no seguirá en el Camp Nou la temporada que viene, la imagen que dejó en el encuentro de ayer distó mucho de la de un hombre de fútbol elegante. Protestas a los árbitros, patadas a los protectores de la cámara de televisión y una posterior 'rajada' sobre los colegiados para incumplir su promesa de no volver a nombrar al colectivo arbitral le dejan de nuevo en mal lugar.
Una actitud desafiante
Xavi Hernández perdió los nervios en el partido de la vuelta de los cuartos de final contra el París Saint-Germain. Es cierto que el Barça se jugaba mucho, prácticamente la temporada entera, pero cuando las circunstancias le superaron reaccionó de una manera muy desagradable.
Al catalán se le llegó a ver fuera de sí mismo cuando, para sorpresa de todos, pagó su frustración contra uno de los objetos acolchados que protegían una de las cámaras de televisión que se encontraban en la banda. Corría el minuto 55 de encuentro y por entonces el Barça ya perdía por 1-2. Una decisión arbitral sacó de sus casillas a Xavi, que dejó una imagen inédita.
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El cuarto árbitro vio en primera persona aquella mala conducta y llamó al colegiado principal para que actuara. Lo hizo con contundencia, porque Xavi fue expulsado y tuvo que marcharse del terreno de juego profiriendo insultos.
Se trata de la tercera expulsión en lo que va de temporada del técnico catalán. Ya vio la cartulina roja ante el Getafe y también contra el Atlético de Madrid, mientras que hasta en nueve ocasiones los árbitros le han mostrado tarjetas amarillas (Oporto, Atlético, Las Palmas, Barbastro, Athletic Club, Villarreal, Granada, y nuevamente Athletic Club y Atlético).
Xavi Hernández se ha labrado una fama de entrenador intenso en sus protestas desde la banda, pero sobre todo su actitud de ayer hizo que su equipo se quedara solo y sin su jefe en un momento crítico de la eliminatoria. El técnico tuvo que marcharse a la grada y no pudo tener contacto directo con sus jugadores desde la banda cuando más lo requería el equipo.
Su promesa incumplida
No se quedó ahí el polémico comportamiento de Xavi Hernández en este partido contra el París Saint-Germain. Posteriormente, tanto en declaraciones a las televisiones como en la rueda de prensa, cargó las tintas contra la actuación arbitral. Se quejó de la expulsión a Araujo y basó la eliminación del Barça en este momento en lugar de hacer autocrítica.
Esto supone que Xavi rompió la promesa que hizo ante todos los medios de comunicación de forma pública en una rueda de prensa. Hace dos meses, el 10 de febrero y en la previa del partido contra el Granada, el técnico culé aseveró ante las preguntas existentes que no iba a volver a hacer ni una sola declaración criticando a los árbitros.
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"No voy a hablar más de los árbitros, os lo prometí y no os fallaré", comentó Xavi Hernández en rueda de prensa. Apenas dos meses más tarde, el entrenador falló porque no pudo contener su malestar con las decisiones del árbitro en el partido contra el París Saint-Germain.