"Me gustaría anunciar que el 30 de junio no seguiré como entrenador del Barça. La situación merece un cambio de rumbo y, como culé, esto no podía seguir así. Creo que el club necesita un cambio de dinámica. Los jugadores se liberarán".
Estas fueron las palabras de Xavi Hernández el pasado 27 de enero en la sala de prensa del estadio de Montjuïc. Un día en el que el conjunto azulgrana fue superado por el Villarreal y en el que el técnico azulgrana anunció su adiós al final de la presente temporada. Lo comunicó así, sin filtro, y en un momento del curso en el que todavía quedaban dos títulos en juego para su equipo.
Una forma de "liberarles" de todo tipo de presión. De ponerse a él mismo como foco mediático y conseguir así que sus futbolistas reaccionaran y le dieran la vuelta a una crisis deportiva muy fuerte. Tres meses después del anuncio queda claro que la decisión de Xavi no ha surtido el efecto deseado.
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El técnico de Terrasa anunció su marcha en la jornada 22 de Liga. En ese momento, el conjunto azulgrana marchaba a diez puntos del Real Madrid y necesitaba una reacción inmediata si quería intentar pelear por el título. La realidad es que a seis jornadas para el final del campeonato su distancia con el equipo de Ancelotti es de 11 puntos. Uno más que en enero.
Reacción y caída en la semana clave
En un primer momento pareció que las palabras de Xavi hicieron efecto en su vestuario. Empezaron a jugar mejor y llegaron a encadenar tres meses sin perder. El fútbol no fue el mejor, pero los resultados llegaron. Eso era lo importante.
La racha se inició con un triunfo por la mínima frente a Osasuna y una cómoda victoria contra el Alavés. Llegó después un pequeño tropiezo ante el Granada y los azulgrana llegaron a un punto clave de la temporada: los octavos de final de la Champions League.
Se midieron al Nápoles, vigente campeón de Italia, pero, al igual que el Barça, con muchos problemas futbolísticos en la presente campaña. Fue una eliminatoria en la que los de Xavi mostraron su superioridad, pero lo pasaron mal en algunos momentos.
En los siguientes días pareció que el Barça resucitaba con su goleada en el Metropolitano que le hacía fortalecerse en la segunda plaza de la clasificación de La Liga y con el asalto al Parque de los Príncipes en la ida de los cuartos de final de la Champions.
Sin embargo, esa euforia se ha destruido de golpe con una semana para olvidar. En apenas siete días, el Barça ha visto como se le esfumaban las opciones de ganar alguno de los dos títulos en los que todavía tenía opciones. Primero llegó la debacle frente al PSG de Mbappé, que conquistó Montjuïc con un contundente 1-4. Después, el pasado domingo, una derrota en El Clásico en el último minuto que acabó por dinamitar todas sus opciones en Liga.
Su futuro
Xavi siempre ha dejado claro que no iba a continuar en el cuadro azulgrana. En las últimas semanas le han preguntado varias veces por si ha cambiado de opinión, pero se mantiene firme en dejar la entidad culé.
Desde la cúpula del Barça están luchando por que Xavi siga un año más. Pero no porque sea el mejor candidato, sino porque es el más económico. Las arcas del club catalán están vacías y todo lo que sea gastarse menos dinero en traer un nuevo entrenador, mejor. Es por eso por lo que insisten a Xavi para que valore su continuidad. De hecho, ambas partes se van a reunir para tomar una decisión final.
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En caso de que Xavi se marche, el club catalán tiene en la 'pole' a Rafa Márquez. El técnico mexicano, exjugador azulgrana, es la opción low cost que encabeza la lista de Joan Laporta, presidente de la institución, y Deco, director deportivo del Barça. Márquez aún no ha firmado su renovación con la entidad, a la espera de que el máximo mandatario desista en su comitiva de convencer a Xavi para cumplir su contrato.
Los últimos meses de Rafa Márquez en el banquillo del Barça B han sido decisivos para aumentar sus opciones de dirigir al primer equipo la próxima temporada. El filial está cumpliendo sobradamente las expectativas y aspira a subir a Segunda División. Ahora mismo ocupan la segunda plaza con 58 puntos y está a seis del ascenso directo.
Otra de las opciones que se maneja el club azulgrana es la de vivir un año de transición y apostar todas las cartas en 2025. El principal motivo es que varios técnicos de renombre pueden estar disponibles en ese momento. Ahí se puede abrir un escenario en el que la situación económica sea mejor o que algún técnico quede liberado.