Históricamente, el Bayern de Múnich siempre ha sido un equipo al que nadie se ha querido enfrentar en la Champions. Un dolor de muelas acostumbrado a reducir al mínimo a sus rivales, especialmente en el Allianz Arena. El gran gigante del fútbol alemán que, este año, parece haber perdido algo de grandeza.
El Bayern está inmerso en una de sus peores temporadas que se recuerdan, al menos en este siglo. Sin opciones de ganar la Bundesliga, competición que ha dominado durante la última década, y con una sensación de descontrol inpropia de una institución de la talla del club teutón.
A pesar de ello, al conjunto bávaro se le ha presentado la oportunidad de conseguir levantar la Champions cuatro años después. Los de Thomas Tuchel han sobrevivido a todo y contra todos en la Copa de Europa y están a tan solo tres victorias de levantar la 'Orejona'.
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Sin embargo, han tenido la mala suerte de tener que verse las caras con el rey de Europa, el Real Madrid. Los blancos son favoritos por el nivel futbolístico y también por los vaivenes constantes que viene dando el equipo alemán en los últimos meses.
Sin identidad
Por primera vez en mucho tiempo, este curso se ha visto a un Bayern de Múnich que ha recordado muy poco al equipo que viene dominando con puño de hierro el fútbol alemán en los últimos tiempos.
Este curso no se está viendo a un Bayern agresivo y que te asfixia en su campo. No se ha visto a ese equipo que te somete a base de bombardeos constantes a tu área. Más bien se está viendo a un conjunto que cumple en ataque, pero que en defensa es un coladero.
Thomas Tuchel, en el banquillo del Bayern Múnich
En ningún momento se ha consolidado una pareja de centrales fijas y se han ido alternando De Ligt, Dier, Kim Min-jae o Upamecano. Este último ha recibido numerosas críticas en las últimas semanas, especialmente por sus papeles en Champions.
Donde si están rindiendo es en el ataque. Ahí, Harry Kane está demostrando al club bávaro que no se confundió con su contratación. Ha marcado 42 goles en 42 partidos, además de 13 asistencias. Unos números prácticamente inmejorables.
Plaga de lesiones
En una temporada en la que las cosas no le están saliendo demasiado bien al Bayern de Múnich, tampoco ayuda los problemas que está teniendo el equipo con las lesiones de sus futbolistas. Ahora mismo, a tan solo un día del partido frente al Real Madrid, Tuchel tiene 9 bajas. Casi nada.
Y no son ausencias de poco peso. Varios de los jugadores más importantes del equipo están en el dique seco y algunos serán duda hasta última hora para la ida de las semis de Champions League.
Los últimos percances han sido los de De Ligt y Laimer. "De Ligt tiene dolor en el ligamento interno de la rodilla. Laimer se torció el tobillo, tiene una lesión en el tobillo. Ambos tenían tanto dolor que no pudieron seguir jugando. Ahora tenemos que esperar a ver qué dicen las pruebas y confiar en que podamos solucionarlo para el martes", afirmó Tuchel en la rueda de prensa posterior al partido frente al Eintracht de Frankfurt.
Kingsley Coman se retira del campo lesionado.
Al igual que Jamal Musiala, que "sigue en reposo tras una irritación en el tendón", como comunicó el Bayern en la previa, son bajas que pueden condicionar la eliminatoria. Sin embargo, en este caso parece que la joven promesa alemana se recuperará a tiempo.
La enfermería, ahora mismo, la completan Upamecano, Bouna Sarr, Sacha Boey, Coman, Gnabry y Sané. De ellos, Gnabry regresará contra el Real Madrid. "Jugará y marcará", declaró Tuchel en la previa de la jornada de Bundesliga. El técnico alemán necesitará de sus peligrosísimos atacantes si quiere hacer daño a la zaga del Madrid.
Problemas extradeportivos
El Bayern ya perdió la Bundesliga y cayó en dieciseisavos de la DFB Pokal contra el Saarbrücken, conjunto del tercer escalón. La entidad ya confirmó la no continuidad de Tuchel más allá del 30 de junio, aunque, por el momento, se desconoce la identidad de su sucesor. Este cóctel ha provocado mucha tensión en el club.
El último en pronunciarse ha sido Uli Hoeness, presidente de honor del Bayern, que criticó públicamente a Tuchel. "No creo que pueda mejorar a un Davies, un Pavlovic o un Musiala. Si no funciona, piensa que es mejor comprar jugadores antes que mejorarlos. Mientras, yo pienso que hay que trabajar duro con ellos y darles confianza".
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En relación a esto, el entrenador aprovechó la comparecencia ante los micrófonos de Sky Sports para contestar a Hoeness: "Me ha herido en mi honor como entrenador. Si algo hemos demostrado en los últimos 15 años es que los canteranos siempre tienen un sitio con nosotros si rinden. Creo que lo que dice no tiene ni pies ni cabeza", señaló.
No parece existir el escenario idóneo en Baviera para afrontar un duelo tan exigente en tan pocas horas. El Real Madrid espera con el cuchillo entre los dientes y al Bayern sólo le queda esta bala en la recámara.