El Parque de los Príncipes está completamente listo para convertirse en una olla a presión en la vuelta de las semifinales de la Champions League entre Paris Saint-Germain y Borussia Dortmund. Un duelo de alta tensión entre dos de los equipos más en forma del fútbol europeo.
Todo hace indicar que será un partido que se decida por pequeños detalles, algo que ya sucedió en la ida. En el Signal Iduna Park, o Westfalenstadion en Champions, Niclas Füllkrug se convirtió en el protagonista de la noche. Anotó el gol de la victoria de los alemanes y se coronó como el jugador más decisivo sobre el terreno de juego.
Su historia es la de un delantero que ha tenido que bregar en varios de los clubes más humildes de la Bundesliga hasta acabar haciéndose un hueco en el Borussia Dortmund. Werder Bremen, Hannover 96 o Nuremberg fueron algunos de los clubes en los que militó antes de estar a punto de pisar su primera final de Champions League.
Ahora Füllkrug pone en vilo el futuro del PSG y de Luis Enrique en la Champions League. El club francés todavía tiene pendiente el ganar la 'Orejona' y el título puede suponer el adiós por todo lo alto de Mbappé. Sin embargo, el delantero y la tropa formada por Jadon Sancho, Sabitzer y demás amenazan a los galos.
Él ya realizó una soberbia actuación en la ida, por lo que llega motivado a una cita única para el Dortmund. Los alemanes solo han jugado dos finales de Champions en su historia y Füllkrug quiere ser partícipe de una página dorada en el club, por lo que está dispuesto a todo.
El delantero desdentado
Niclas Füllkrug parece un futbolista alejado de los estereotipos modernos. El atacante teutón se ha convertido en una de las sensaciones en Alemania con un particular estilo marcado. Cuando uno le observa, hay un detalle que llama la atención más allá de su imponente físico: le falta un diente.
La realidad es que Niclas Füllkrug tiene un espacio en su dentadura desde que nació. El atacante ha sabido sacar partido de su defecto y lo ha llegado a expotar como una 'marca registrada'. Conocido en la Bundesliga como Lücke - agujero en alemán -, mote que le puso su excompañero Marco Arnautovic, su fama ha ido creciendo en este aspecto.
Pese a que sí trató de evitar que se hiciese notable la ausencia de su colmillo derecho con la utilización de diversos aparatos, su sonrisa prácticamente no ha cambiado. "Ensanchamos el hueco para que hubiera espacio suficiente para hacer un implante, pero cuando la brecha era lo suficientemente grande, yo ya era profesional", llegó a reconocer Füllkrug.
No obstante, ese hueco entre los dientes le ayudó a conocer a su pareja. "La gente ve el hecho de que me falte un diente de forma positiva. Mi esposa me conoció y aprendió a amarme así", reconoció el futbolista. Ha hecho de ello una forma de vida y presume incluso de ello.
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Un tanque
Otro de los aspectos por lo que también destaca Niclas Füllkrug es por su manera de jugar. El delantero está alejado de los estereotipos modernos y su papel es más bien el de '9' clásico. No es tan un futbolista centrado en moverse por los costados del área, sino que es más bien de los que acude a rematar al centro de penalti.
Gracias a su poderoso físico, que lo adorna con su 1,89 metros y sus casi 85 kilos, es capaz de imponerse a muchos de sus defensores en el cuerpo a cuerpo. Saca partido también de su potente remate de cabeza y se mueve en el área como pez en el agua pese a su corpulencia.
Esta temporada está siendo el mejor atacante del Borussia Dortmund. Ha anotado 16 goles y repartido 10 asistencias en 43 partidos este curso, siendo un imprescindible para Edin Terzic. Además, mojó en la ida frente al PSG e hizo lo propio en el triunfo frente al Atlético en la vuelta de cuartos. Está en estado de gracia.
Eso sí, su carrera deportiva no ha sido todo lo fácil que puede aparentar. A sus 31 años, Füllkrug se ha instalado en la élite absoluta con el Borussia Dortmund, pero antes vivió la dureza de la segunda línea con Hannover 96 y con el Nuremberg.
Su etapa más dura llegó cuando regresó al Werder Bremen, con el que debutó en la Bundesliga. Con ellos descendió a la Segunda División alemana, pero su soberbio rendimiento sobre el campo le llevó a la Eurocopa. Sorpresas que depara la vida. Hansi Flick pensó en él cuando Timo Werner se lesionó y le dio la alternativa.
Tan inesperada fue su llamada, ya que debutó poco antes con la Mannschaft, que Rodri ni siquiera sabía que había sido el autor del gol que encajó España frente a Alemania en aquella Eurocopa. "Han tenido un pelín de suerte en el gol, un rebote, porque le he seguido bien, pero le ha caído justo a un delantero, no sé cómo se llama", explicó el centrocampista del City.
Poco después fue capaz de liderar el ascenso del Werder Bremen a la Bundesliga, llegando a renunciar a gran parte de su sueldo por los problemas del club, y el Dortmund apareció poco después en su camino. Ahora está solo noventa minutos de disputar su primera final de Champions. Y si se logra, en parte es por su culpa.