La polémica se apoderó del partido entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich. En el minuto 72 de encuentro y con el conjunto alemán ganando por 0-1 gracias al gol de Davies, el Real Madrid logró el empate en una jugada a balón parado.
En un córner puesto por Modric, el croata combinó con Fede Valverde, que estaba libre de marca en la frontal del área. El uruguayo puso un centro raso y peligroso al barullo de piernas que había en el área, y allí el esférico tocó en un defensor del Bayern que, de manera involuntaria, terminó marcando gol en propia puerta.
Ese gol suponía el empate del Real Madrid en ese momento y hubiera servido para forzar la prórroga, pero Kimmich se quedó tendido sobre el terreno de juego doliéndose de un golpe en la cara. Los jugadores del Bayern, especialmente Harry Kane, rodearon al colegiado Marciniak pidiendo falta en ataque.
El árbitro accedió a estas peticiones y acudió al monitor para revisar la jugada tras ser llamado por el VAR. En estas repeticiones se pudo ver cómo Nacho forcejea con Kimmich y le propina un leve empujón ya con el balón en juego, lo que termina con Kimmich en el suelo y doliéndose como si hubiera recibido un golpe más fuerte.
Tras ver las imágenes, Marciniak decidió que la acción era suficiente como para anular un gol, lo que desencadenó el gran cabreo del Santiago Bernabéu y de todos los jugadores del Real Madrid. Una jugada polémica que marca la eliminatoria irremediablemente.