Fútbol y armamento de guerra. Parecen dos mundos que no guardan relación entre sí y que difícilmente podrían unir sus caminos, pero el Borussia Dortmund los ha cruzado de manera sorprendente en este tramo final de la temporada. 

El club alemán hizo oficial un acuerdo de patrocinio con la marca Rheinmetall, una empresa armamentística con base en la zona de Renania del Norte-Westfalia, e instaló inmediatamente un duro debate acerca de la moralidad de este tipo de uniones. El anuncio se hizo a escasas horas de la disputa de la final de Champions League contra el Real Madrid, por lo que el terremoto alcanzó una magnitud desorbitada. 

"Socio campeón". Esa es la expresión utilizada por el Dortmund para definir el nuevo papel de Rheinmetall en el club alemán de cara a los tres próximos años, el tiempo que se extenderá este nuevo acuerdo. 

Y es que la empresa armamentística pasará a ser uno de los patrocinadores principales de la entidad germana, aunque su logo no aparecerá en la camiseta de juego. La marca sí que estará presente en otros soportes publicitarios de gran alcance, y el acuerdo facilita además ofertas de otro tipo de eventos y experiencias de hospitalidad en el estadio y en las instalaciones del club.

Oficialmente no han trascendido las cifras por la que se ha cerrado esta comunión entre el Dortmund y Rheinmetall. Sin embargo, algunos medios de comunicación alemanes han llegado a publicar que esto reportaría hasta 20 millones de euros en los próximos tres años a las arcas de la entidad alemana.

La guerra Rusia-Ucrania

El conflicto bélico que mantienen Rusia y Ucrania desde hace más de dos años por la invasión de las tropas rusas ha disparado el valor de Rheinmetall en el mercado. Esta marca se ha visto muy beneficiada por esta guerra que se sigue cobrando vidas a cada día que pasa, y eso le ha permitido lanzarse con una buena suma de dinero por delante al patrocinio de un finalista de la Champions League.

Desde que esta guerra comenzó sus acciones han pasado de tener un valor cercano a los 80 euros a inicios del 2022, a alcanzar registros cercanos a los 500 euros en bolsa como consecuencia de un conflicto que está resultado muy lucrativo para la empresa. 

De hecho, Rheinmetall espera seguir creciendo en ventas y en beneficios durante los próximos años. La firma está en un momento de prosperidad y eso lo celebra su CEO, Armin Papperger, que asevera que "ha comenzado una nueva década de política de seguridad".

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Con sede en Düsseldorf y empleando a más de 30.000 personas, la empresa armamentística ha entrado en el fútbol por la puerta grande aunque no es la primera vez que se asocia con el mundo del deporte. 

De hecho, ya hay otros clubes que tenían firmado un acuerdo de patrocinio con Rheinmetall antes de que lo hiciera el Dortmund. El Bergischer HC de balonmano y el Capitol Bascats Düsseldorf, equipo de baloncesto femenino, ya lucían desde hace tiempo la publicidad de esta marca armamentística. 

El debate

"Asumir la responsabilidad". Bajo ese lema, el mismo que precisamente usa Rheinmetall de cara al público, anunció el Borussia Dortmund su polémica alianza con la empresa de armamento de guerra. Sabiendo que iba a ser una decisión muy controvertida, el club alemán se encargó de emitir una nota con declaraciones de sus mandatarios con toda la cautela del mundo.

"La seguridad y la defensa son pilares fundamentales de nuestra democracia. Por eso pensamos que es la decisión correcta pensar muy intensamente sobre cómo protegemos estos pilares. Especialmente hoy, cuando vemos todos los días cómo se debe defender la libertad en Europa. Deberíamos lidiar con esta nueva normalidad", aseveró Hans-Joachim Watzke, el director general del Dortmund.

Mosaico de la afición del Borussia Dortmund. EFE

Las palabras del directivo se cerraron con una frase que ya anunciaba el temporal que esperaban en el club: "Nos abrimos conscientemente a una discusión", comentó el mandatario, y eso es precisamente lo que ha sucedido desde que se conoció el acuerdo, un debate entre los aficionados, medios de comunicación y hasta las altas esferas políticas que no ha dejado indiferente a nadie.

Alguna publicación en Alemania se ha llegado a preguntar si el hecho de reforzar la seguridad nacional no debería ser mejor una tarea de la política y no de un club de fútbol. 

El Ministro Federal de Economía también entró a valorar este patrocinio. Rober Habeck aseveró que era "insólito" el hecho de que Rheinmetall patrocine a un club de fútbol: "Sabemos y lamentablemente tenemos que admitir que estamos en un mundo diferente y más amenazador".

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Los aficionados son los que más han recelado de este acuerdo entre su club y la empresa de armamento. Enseguida las redes sociales se llenaron de reacciones contrarias, y algunas plataformas de hinchas manifestaron públicamente su desacuerdo con este patrocinio.

Thomas Kessen, el portavoz de la plataforma de aficionados Unsere Kurve, fue tajante al respecto: "Hay que decir que se trata básicamente de mismo mecanismo que en Qatar. Es un lavado de cara al deporte. Rheinmetall está feliz de poder pintar de negro y amarillo nombres manchados de sangre, y Aki Watzke [director general del Dortmund] se alegra de tener varios millones de ingresos. No hay nada más cutre que eso".

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Las aficiones alemanas siempre han sido de las más reivindicativas del mundo en el fútbol. Pelean por mantener unos precios asequibles para ver partidos en directo en los estadios y hubo una oleada de protestas contra el Mundial de Qatar en muchos partidos de la Bundesliga. 

Los estatutos de la Liga Alemana de Fútbol (DFL) concluyen que el acuerdo del Dortmund con Rheinmetall no vulnera ninguna norma. Está prohibido anunciar o promover religión, política, pornografía, racismo, exaltación de la violencia, sexismo, tabaco y bebidas de alcohol superiores al 15% de graduación.