La final de la Champions League está a la vuelta de la esquina y lo hace con Real Madrid y Borussia Dortmund ultimando los detalles del gran partido que se disputará en Wembley. Todos los focos están puestos en Londres, en los futbolistas y en sus entrenadores. Pero hay vida más allá de ellos, habrá otras dos figuras muy importantes en este duelo: Davide Ancelotti y Nuri Sahin.
Davide es el segundo de Carlo Ancelotti y Nuri Sahin es el número '2' de Edin Terzic. Tanto el italiano como el turco han sido piezas indispensables este curso para sus respectivos entrenadores, ya que sin ellos no se hubiese entendido su presencia en la final de la Champions League. Y no serán menos en Wembley, donde la estrategia o el tener otros ojos que puedan puntualizar las cosas será baladí.
Tanto uno como otro han sido partícipes de los éxitos de sus clubes este curso. El Real Madrid ha ganado la Supercopa de España y La Liga, donde Davide Ancelotti ha tenido mucho peso en el banquillo siendo la sombra de su padre Carlo. Quedó clara la importancia que tiene en el staff en la eliminatoria contra el Bayern. El segundo de Carlo se encargó de insistirle en que metiese a Joselu en el campo, su padre le acabó por hacer caso y el resto es historia.
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En el de Sahin, su trayectoria ha sido casi meteórica. Llegó hace algo más de medio año y ya se ha convertido en un engranaje trascendental para Terzic. Pasó gran parte de su trayectoria en el Borussia Dortmund y dio sus primeros pasos en Turquía. Ahora, está cerca de ganar ese título que se le resistió como futbolista.
Son dos segundo entrenadores llamados a tener un protagonismo inusitado en Wembley. Un duelo táctico con muchos matices que pueden pasar desapercibidos para muchos, pero no para ellos.
Davide, un genio absoluto
A sus 34 años, Davide Ancelotti es una persona estrechamente ligada al fútbol pues lo ha mamado desde su nacimiento. Su padre fue un ídolo sobre el campo y es uno de los entrenadores más reconocidos del mundo. Y él siempre ha estado creciendo bajo su cobijo, unas veces con menos y otras con más protagonismo.
Pese a que intentó ser futbolista, Davide es un hacha por completo como mente pensante. Primero como preparador físico y después como entrenador asistente ha ido dando sus primeros pasos a la sombra de Carletto hasta convertirse en uno de los técnicos con más proyección internacional.
Es un hombre con conocimientos, como así lo atestiguan su licenciatura en Ciencias de la Actividad y el Deporte, y con idiomas, siendo capaz de desenvolverse perfectamente en español, francés, alemán e italiano. Es decir, es todo un cerebro que ha sido capaz de empaparse de todo lo que le rodea.
"Es muy bueno. Le da a Carlo lo que él no maneja de fútbol moderno", explicaba Javi Martínez, que coincidió con él en el Bayern, sobre el trabajo de Davide. Pese a que muchos son incapaces de ver su desempeño, el italiano es una pieza clave en el trabajo del día a día en el Real Madrid.
Dirigir los entrenamientos del Real Madrid, trabajar la estrategia o dialogar con los jugadores son algunas de sus funciones en el club. Por ello, se le pudo ver conversando con los futbolistas en la tanda de penaltis frente al Manchester City o llamándole la atención a su padre frente al Bayern, cuando le pedía dar entrada a Joselu en el campo.
"Mi deber es organizar los entrenamientos, asegurarme de que todo salga bien, preparar las jugadas a balón parado, ayudar al entrenador a preparar la estrategia del juego. Vamos semana a semana, organizamos el programa juntos", explicaba el joven italiano.
También ha sabido sacar brillo a la estrategia del Real Madrid. Ha convertido al conjunto blanco en un equipo capaz de encontrar la portería rival a balón parado con facilidad. Un oasis con el que el equipo de Ancelotti ha sido capaz de rascar muchos puntos a lo largo de toda la temporada.
Tal ha sido su impacto que Davide Ancelotti podría echar a volar fuera del Real Madrid en poco tiempo. El Reims ha insistido en su fichaje, pero de momento sigue demostrando su amor al conjunto blanco. Anteriormente otros clubes como el Everton llamaron a su puerta, pero él sigue empeñado en acompañar a Carlo.
Nuri Sahin, un viejo conocido
Nuri Sahin cerró su etapa como futbolista hace un par de temporadas en el Antalyaspor. El que fuese uno de los centrocampistas con más proyección del mundo cerró una carrera marcada por los continuos problemas físicos y dio sus primeros pinitos como entrenador en dicho club.
Le vieron tal madera de técnico que compaginó en el Antalyaspor las funciones de entrenador y de futbolista al mismo tiempo. Su gran rendimiento en el banquillo otomano, donde estuvo cerca de tres cursos en el cargo, rápidamente le catapultaron al club donde se labró un nombre en Europa.
El Borussia Dortmund, con Edin Terzic a la cabeza, echó sus redes sobre él y lo firmó como segundo entrenador el pasado mes de diciembre. Desde ese momento, Sahin se ha convertido en un engranaje perfecto y ha tenido mucho peso en las decisiones del técnico alemán desde Navidad.
Dicen que Nuri Sahin siempre ha tenido alma de entrenador y a sus 35 años está llamado a hacer grandes cosas en los banquillos. Ha bebido de magníficos preparadores, especialmente durante su paso por el Borussia Dortmund, ya que estuvo allí durante 11 temporadas. Además, tampoco hay que olvidar que es de los pocos que conocen bien al Real Madrid, pues disputó un puñado de minutos con el conjunto blanco.
"Klopp y Tuchel son los entrenadores que más me han marcado, de los que más he aprendido", explicaba Sahin, que se ha convertido en la mano derecha de Edin Terzic en los banquillos. Un caldo de cultivo excelente que ha sabido aprovechar el turco para hacerse un hueco en esta profesión.
Al igual que su homólogo Davide, Sahin también trae de cabeza a numerosos equipos. El Besiktas y el Feyenoord han llamado a su puerta recientemente, pero él ha declinado los ofrecimientos por el momento a la espera de que termine el curso. Sin embargo, desde el Dortmund ya piensan en él a medio plazo para tomar las riendas.
Tanto Davide como Nuri Sahin se han ganado a pulso su fama. Ahora pueden lograr otro éxito más. En el italiano será para confirmar su buen trabajo a la sombra de Carlo y en el caso del turco le valdrá para un espaldarazo inmejorable a su carrera. De ello tan solo les separan 90 minutos.