No es el Borussia Dortmund un equipo muy asiduo a disputar finales de la Champions League. Este sábado los germanos se ven las caras con el Real Madrid en Wembley en busca de su segunda Copa de Europa en un partido que los hinchas alemanes guardarán para el recuerdo, pero que sobre todo será especial para una persona.
Porque esta final deja una de esas historias que se ven de vez en cuando en el fútbol y que reconcilian a cualquiera con ese toque romántico que está en peligro de extinción en el deporte rey. Su protagonista es Edin Terzic, y ese no es otro que el propio entrenador del Borussia Dortmund.
Fiel aficionado del conjunto alemán desde que apenas tenía 9 años, ahora, a sus 41, ha logrado el hito de llevar al club de sus amores a una final de Champions League. Y él será uno de los grandes protagonistas de la misma porque es el artífice de dirigir la orquesta que ha conseguido llegar tan lejos en la mejor competición del mundo.
Por el camino ha ido dejando al PSV en los octavos de final, al Atlético de Madrid en los cuartos de final y al París Saint-Germain de Mbappé en las semifinales. Esta última es la prueba de que a este equipo no le asusta nadie si ha sido capaz de tumbar, y además de forma clara, a uno de los grandes aspirantes al título.
Ahora Terzic, que fue ayudante de Jürgen Klopp y que tuvo a Bellingham bajo sus órdenes hace no mucho tiempo, está ante el partido más importante de su carrera. Un sueño hecho realidad para aquel niño que coreaba los goles en la grada hace tiempo y que ahora es el encargado de dar alegrías a los aficionados.
Hincha con nueve años
De padre bosnio y madre croata, Edin Terzic vio la luz un 30 de octubre de 1982 en Menden. La cercanía de esta localidad con Dortmund facilitó que su padre le llevara a ver al Borussia por primera vez en 1991, un 23 de noviembre para presenciar un encuentro ante el Duisburgo en el que los amarillos consiguieron la victoria.
Terzic tenía tan sólo 9 años, pero la sensación que invadió su cuerpo aquel día le dejó prendado. Se enamoró perdidamente del fútbol, pero más en concreto del Borussia Dortmund, y jamás borrará de su memoria aquellos instantes que tanta huella dejan en un niño de tan corta edad.
Todavía recuerda la primera vez que el Dortmund levantó una Copa de Europa cuando, en 1997, el club de sus amores se impuso a la Juventus en el Olímpico de Berlín: "Tenía 14 años y vi el partido en una pantalla gigante en mi ciudad. Fue un día especial para todos los aficionados del Borussia. Al día siguiente, estuve en el aeropuerto con mi hermano y conocí a los jugadores", rememoró hace apenas unos días el técnico.
Quién le iba a decir a aquel pequeño que tan sólo unos años más tarde su relación con el Dortmund iba a cambiar radicalmente e iba a pasar de vibrar en la grada para ser parte activa del club.
Lo suyo es una historia idílica. Con sus altibajos, pero uno de esos relatos en los que los sentimientos todavía tienen importancia en un fútbol donde cada vez domina más el desapego: "Soy aficionado del club desde siempre. Estuve aquí por primera vez cuando tenía nueve años, pero nunca me atreví a soñar que me encontraría con esta situación", comentó el día en el que fue presentado como entrenador interino en 2020.
Su historia, además, es tenida en cuenta dentro del club, como llegó a reconocer el director general Hans-Joachim Watzke: "Él es un hombre del Dortmund, siente y respira el club".
Ayudante de Jürgen Klopp
La primera vez que Edin Terzic ingresó en el organigrama del Borussia Dortmund fue en 2010. Hannes Wolf le dio la oportunidad de pasar a formar parte de la estructura de entrenadores de las categorías inferiores, y Terzic no iba a dejar pasar una ocasión así.
Asumió la responsabilidad como ojeador de jóvenes valores y poco a poco fue ganando peso dentro del club porque también fue el segundo entrenador en los equipos sub17, sub19 y en el filial. Aunque su principal trabajo tenía que ver con las categorías inferiores, no dejó pasar la oportunidad de colaborar con el primer equipo donde por entonces estaba un auténtico ídolo, Jürgen Klopp.
"Es una persona excepcional y un gran entrenador. Él moldeó al Dortmund como ningún otro entrenador", dijo hace un tiempo cuando le preguntaron por la salida del alemán del Liverpool.
Terzic llegó al primer equipo de pleno en 2018 como segundo entrenador de Lucien Favre. Dos años más tarde le llegó la oportunidad con la que había soñado desde niño y le propusieron hacerse con las riendas tras la destitución del primer entrenador. Lo que comenzó como una medida provisional se convirtió en un puesto hasta el final de la temporada. En su camino llevó al equipo a proclamarse campeón de la DFB Pokal con Haaland y Bellingham como grandes estrellas.
Este éxito, sin embargo, no le valió para ganarse la renovación como entrenador principal del equipo y la directiva apostó por Marco Rose en su lugar. Terzic pasó a ocupar el cargo de director técnico, pero poco después acabó regresando al puesto de líder del banquillo.
Rose apenas cumplió una temporada al frente del Dortmund y al inicio de la 2022/2023 la directiva apostó de nuevo por Terzic como entrenador, puesto que ocupa hasta ahora de manera ininterrumpida. El año pasado estuvo a punto de llevar al equipo a conquistar la Bundesliga, de hecho, terminó con los mismos puntos que el Bayern.
Ahora aquel niño que con 9 años gritaba los goles en la grada está muy cerca de hacer historia y sueña con darle al club de sus amores la segunda Champions League de su historia.