Otra vez la final de la Champions League estuvo marcada por asuntos extradeportivos. El encuentro entre el Borussia Dortmund y el Real Madrid fue noticia no sólo por lo que sucedió en el terreno de juego, sino también por lo que llegó desde la grada.
Y es que cuando apenas se habían disputado 20 segundos de partido, el juego tuvo que suspenderse porque varios espontáneos hicieron acto de aparición. Hasta tres personas interrumpieron el normal devenir de la final y comenzaron a merodear a sus anchas sobre el terreno de juego sin que nadie hiciera nada por detenerlos durante demasiados segundos.
Si en otras ocasiones la actuación de los miembros de seguridad es instantánea, esta vez las fuerzas del orden firmaron una actuación deplorable. Los espontáneos, que ingresaron al campo para hacer publicidad de un streamer ruso que ha sido condenado por agredir a una joven en uno de sus directos, se pavonearon con impunidad en Wembley.
Los jugadores presenciaron atónitos el espectáculo, e incluso algunos de ellos tuvieron que soportar que los espontáneos se les acercaran. Es el caso de Bellingham y Vinicius, que fueron grabados de cerca por estos invasores.
Finalmente, y no sin esfuerzo, los miembros de seguridad pudieron coordinarse y reaccionaron para saltar al terreno de juego y reducir a los espontáneos. Incluso algún futbolista del Dortmund tuvo que ayudar en esta labor.
Bochorno con las bengalas
No se quedó ahí la mala imagen de la UEFA como organizador de la final de la Champions League. En el momento en el que se inició la segunda mitad, varias bengalas se encendieron en el fondo en el que estaban situados los aficionados del Borussia Dortmund.
Las bengalas, que están prohibidas dentro de los estadios de fútbol, provocaron una gran humareda e impidieron la correcta visión tanto de los hinchas en el recinto como de los espectadores a través de televisión.
Nuevas deficiencias que se suman al bochorno que se dio hace dos años en la última Champions League que ganó el Real Madrid en París. En aquella ocasión muchos aficionados trataron de colarse sin entradas y provocaron el pánico entre los hinchas del conjunto blanco.