La final de la Champions League comenzó de manera abrupta en Wembley con la irrupción de tres espontáneos sobre el terreno de juego. Cuando apenas se habían disputado 20 segundos de partido, el primero de ellos saltó al terreno de juego, con el teléfono móvil en la mano mientras que se hacía un vídeo.
Esta primera persona entró por la divisoria de los dos terrenos de juego y llegó hasta el centro del campo sin ningún tipo de problemas. Allí, y casi hasta con sorpresa viendo que nadie entraba a retirarle, se colocó al lado de Jude Bellingham para seguir grabando el vídeo y posteriormente junto a Vinicius.
La inacción de las fuerzas de seguridad fue sorprendente, y este desconcierto lo aprovecharon otros dos espontáneos más para también salir al terreno de juego.
Acto seguido entró un segundo espontáneo al césped. Este joven hizo en pleno terreno de juego la reconocida celebración de Cristiano Ronaldo cuando mete goles. Pero no se quedó ahí la cosa, porque enseguida todavía una tercera persona ingresó al campo para completar el bochorno. El tercero de ellos también se paseó por el campo.
Mucho tiempo después, y ante la incredulidad de los jugadores, fue cuando actuaron las fuerzas de seguridad y se llevaron detenidos a algunos de estos aficionados que invadieron el terreno de juego. Los dos últimos hacían publicidad de Mellstroy, un youtuber ruso reconocido.
Se trata de un creador de contenido muy polémico que se hizo famoso por pegar a una modelo en un directo. La joven sufrió heridas en la boca y en los labios y terminó denunciando al ruso.