Toni Kroos se regaló en Wembley una despedida a la altura de su fútbol. Desde que Vinicius anotó el segundo tanto, el alemán fue consciente de que la decimoquinta estaba precintada y se liberó cuando Ancelotti le sustituyó por Modric, su infatigable compañero de batallas durante la última década. Toni recorrió su camino hasta el banquillo como nunca antes lo había hecho. Abandonó la tranquilidad que acostumbra y abrazó la visceralidad del momento.
Dejó el terreno de juego, última vez con la zamarra blanca, con el puño levantado y gestos hacia la grada donde estaban ubicados los aficionados del Real Madrid al mismo tiempo que apretaba el escudo en señal de pertenencia a la entidad con la 'Orejona' bajo el brazo. "No hay mejor manera de despedirse. Pero tengo ganas de hacer otra vida. Aunque los momentos con los compañeros y el juego los echaré de menos. Pero yo me quería ir así. He disfrutado mucho la última semana, ha habido un ambiente espectacular", explicó al finalizar el partido.
Todos querían estar cerca de él al acabar la final. Y en medio de la celebración, Toni tuvo la visita de un excompañero: Gareth Bale. Galés y alemán se fundieron en un sentido abrazo y charlaron en la boca del túnel de vestuarios reflejando la gran relación que mantienen. Ambos compartieron terreno de juego durante siete temporadas en el Real Madrid.
De Bale a Ancelotti
"Es agradable ver una final de la Champions del Real Madrid sin toda esa presión y expectativas que supone cuando eres jugador. Es algo a lo que realmente no estoy acostumbrado. Disfruté la ocasión sin estar en esa olla a presión. Incluso habiendo estado en el Madrid, es difícil de explicar lo que significa la Champions", explicó Bale.
Ancelotti, que bromeó sobre la decisión del alemán, también se despidió de Toni. "Agradecido, obviamente. Ha terminado en lo más alto. No es posible terminar más alto. Ha tenido huevos para acabar. Está muy contento. Es una leyenda de este club. Los madridistas le agradecen todo lo que ha hecho. No sólo en el juego, sino en la actitud y en su profesionalidad. En los diez años que ha jugado para el Real Madrid no ha fallado un día. Le hemos dicho: 'Te esperamos. Si tú cambias de idea, estamos ahí", reconoció el italiano en rueda de prensa.
Modric tampoco se quería separar de Kroos al acabar el partido. Croata y alemán, compañeros de batallas en la medular, estuvieron juntos al acabar el partido. Todos los miembros del staff se querían sacar unas fotos con ambos, un recuerdo inolvidable. Kroos es eterno.