Supercopa de España, La Liga y la Champions League. Una vez que se han terminado ya todas las celebraciones correspondientes a La Decimoquinta, cuando el Real Madrid se siente a analizar tranquilamente cómo ha ido la temporada podrá presumir de que ha firmado un excepcional triplete.

Llega el momento de hacer balance en el equipo blanco, de recapitular cómo ha sido el camino desde que todo arrancó allá por el pasado mes de agosto hasta el momento de finalizar el 1 de junio con una nueva Champions. 

Analizando el desarrollo del curso, en el Santiago Bernabéu van a poder sacar más pecho aún de todos los éxitos logrados teniendo en cuenta la manera a la que ha llegado a los mismos. Muchísimos contratiempos desde el primer momento, especialmente en forma de lesiones, ponen en valor los tres títulos. 

Militao, lesionado. REUTERS

Las ausencias de Militao, Alaba y de Thibaut Courtois durante prácticamente todo el año obligaron a reconfigurar el equipo sobre la marcha. Dos posiciones capitales, la de portero y la de central, se vieron afectadas por lesiones de gravedad y aún así el rendimiento del equipo no se resintió. 

A eso hay que sumarle que la marcha de Karim Benzema, el delantero de referencia durante los últimos años, no fue reemplazada por ningún '9' de enjundia. Llegó Joselu como delantero al uso, pero la responsabilidad ofensiva cayó del lado de Vinicius y Rodrygo con unos resultados que a la vista están. 

Por si fuera poco, el Real Madrid ha tenido que lidiar con los rumores sobre la posible marcha de Carlo Ancelotti a Brasil. Su futuro se convirtió en un culebrón que ocupó las previas de cada encuentro, y aún el equipo también supo abstraerse del ruido para seguir centrado en cada competición.

Sin portero ni defensa

El esqueleto del Real Madrid se vio gravemente afectado a las primeras de cambio. Primero fue Thibaut Courtois el que, en un entrenamiento a escasas horas de hacer el debut ante el Athletic Club en San Mamés, cayó lesionado. Los pronósticos confirmaron la rotura del ligamento cruzado y su ausencia de los terrenos de juego durante muchos meses.

Inmediatamente la incertidumbre se apoderó de la portería del Real Madrid y no pasó un día sin que se generara un gran debate sobre quién debía reemplazar a Courtois. Los blancos ficharon de emergencia a Kepa, aunque finalmente fue Lunin el que, a base de grandes actuaciones, terminó quedándose con el puesto. Increíble pero cierto, los blancos no notaron la ausencia del mejor portero del mundo.

Courtois posa con su pierna izquierda totalmente vendada.

Por si fuera poco, unos pocos días después cayó con la misma lesión Militao. El central brasileño tuvo que retirarse en pleno partido en San Mamés, en la primera jornada, y dejó huérfana a una defensa que ya tenía dudas por la ausencia de su portero titular. 

No terminó ahí el drama de las lesiones porque unos meses más tarde, en diciembre, cayó también David Alaba. Otro central titular más que se tenía que ausentar durante varios meses y que trastocaba seriamente al equipo.

El vacío de Benzema

Cuando Karim Benzema confirmó su marcha a la liga de Arabia Saudí el ataque del Real Madrid se quedó sin la referencia de un delantero centro. Es cierto que el francés nunca fue un '9' al uso ni un hombre que se limitara a generar peligro en el área, pero pese a tener otras características era lo más parecido a un 'tanque' que tenían los blancos.

El Real Madrid decidió no fichar un reemplazo de renombre y de calidad, pese a que se habló de la llegada de Mbappé o de Harry Kane, finalmente fue Joselu el elegido para reforzar la zona delantera, un perfil mucho más bajo. 

Así, todo el peso ofensivo además con un cambio de esquema de por medio cayó en los dos brasileños, Vinicius y Rodrygo. Más acostumbrados a jugar por detrás de un delantero y partiendo además desde la banda, ambos se vieron en la tesitura de tener que adaptarse a un nuevo papel y a una nueva ubicación en el campo.

La irrupción impresionante de Jude Bellingham ayudó a sobrellevar mucho mejor esta transición a la nueva era sin Benzema y el tiempo de adaptación de Vinicius y Rodrygo al final dio sus frutos. Un triunfo más de Ancelotti en una situación muy complicada.

El dilema de Ancelotti

Precisamente el entrenador fue uno de los grandes protagonistas durante la temporada. La Federación Brasileña de Fútbol proclamó a los cuatro vientos su interés por hacerse con él al final de la temporada para dirigir a la Canarinha, y eso hizo que saltaran todas las alarmas en el Real Madrid.

Durante varias semanas no hubo otro tema de conversación en el entorno blanco. Finalmente, el club quiso dar carpetazo al culebrón y en plenas Navidades anunció la renovación del entrenador hasta el año 2026.

El italiano nunca dijo una palabra más alta que la otra, ni cuando estuvo en el punto de mira de todo el mundo por su posible marcha a Brasil, ni tampoco cuando se quedó sin sus grandes estrellas. Jamás reclamó fichajes, siempre se mostró en la línea del club y se dedicó a entrenar y a gestionar a su vestuario de la mejor forma posible. 

Ancelotti encarna y representa los valores del Real Madrid en cada acto público, y cuesta pensar en un mejor embajador que además lo pueda hacer tan bien desde el banquillo.