Aston Martin pasa por un severo bache de rendimiento esta temporada 2024. La escudería de Silverstone no logra entender en funcionamiento del monoplaza y los intentos por introducir mejoras técnicas no han logrado sino complicar la conducción. Fernando Alonso y Lance Stroll sufren cada vez más con el ARM24 y no porque sea más o menos rápido sino porque cada vez es más complejo de conducir y de adaptarse a él.
Esta situación no ha pasado desapercibida para el gran jefe de la escudería. Se rumorea que tras el Gran Premio de Mónaco, Lawrence Stroll ha llevado a cabo varias reuniones al más alto nivel para buscar soluciones a la actual crisis de rendimiento y resultados de Aston Martin.
Aprendiendo de 2023, el equipo intensificó su estrategia de mejoras e introdujo nuevas evoluciones en el GP de Japón, seguidas de aún más cambios en el GP de la Emilia-Romaña en Imola. Desafortunadamente, las mejoras no parecen funcionar, ya que el equipo está estancado en la posición de ser el quinto mejor equipo y está siendo alcanzado por equipos como Racing Bulls, Alpine y Sauber.
Un buen ejemplo de lo complicado que está siendo para los pilotos conducir el AMR24 fue el accidente que tuvo Fernando Alonso en los entrenamientos libres 3 en Imola, algo que le lastró todo el fin de semana. El piloto español reveló lo difícil que era conducir el coche. Mónaco tampoco fue un gran fin de semana, ya que ambos Aston Martin estuvieron luchando al final de la parrilla y ninguno logró puntuar.
"Estos dos fines de semana han sido cruciales para entender nuestras debilidades, entender el coche y mejorar. En las dificultades siempre se sacan más conclusiones que en las victorias, en las que todos los problemas con la euforia pasan más desapercibidos. Estamos aprendiendo mucho para el resto del año, 2025, 2026. Estas dos carreras han sido una gran llamada de atención y serán muy buenas para el equipo", aseguraba Alonso tras la prueba en Montecarlo.
Los esfuerzos de Aston Martin ahora no están puestos tanto en mejorar el rendimiento del monoplaza como de entender el comportamiento, algo que ya hicieron en la parte central de la temporada 2023 y que acabó dando sus frutos con un último pódium de Fernando Alonso en el Gran Premio de Brasil.
El grupo dirigido por Mike Krack (CEO de Aston Martin F1) debe lograr primero que el monoplaza sea sencillo de conducir para después tratar de dar un coche más veloz. El fallo que arrastra la escudería de Silverstone es que cada vez que quieren dar el paso hacia mejorar la velocidad y el rendimiento pierden eficacia y manejabilidad. Encontrar ese balance será la clave para el futuro.
El golpe de Lawrence Stroll
En paralelo a los cambios que se están impulsando en la nueva factoría de Silverstone, Lawrence Stroll no deja de buscar nuevos fichajes galácticos. El mandamás de Aston Martin lleva tiempo detrás de Adrian Newey. El gurú de la aerodinámica dejará Red Bull en mayo del próximo año y ya ha confirmado que busca un nuevo proyecto en la Fórmula 1 al que sumarse.
Pese a que Ferrari parte como favorito en la carrera por el fichaje del ingeniero británico, Aston Martin no tira la toalla y no son pocos los guiños en público de muchos de los miembros del equipo. Williams o McLaren son las otras opciones sobre la mesa para un Newey que tendrá mucho en donde elegir.
Además, Lawrence Stroll también está tanteando a Mattia Binotto. El exjefe de equipo de Ferrari ha acabo ya su periodo de 'gardening' y busca un nuevo proyecto al que sumarse. En el caso del suizo no llegaría a Silverstone para suplir a Mike Krak sino como Director Ejecutivo Técnico (CTO), una posición vacante desde que Andrew Green dejó el equipo a principios de 2023. Colaborando con Martin Whitmarsh, Binotto podría garantizar que la dirección técnica del equipo esté alineada con los objetivos estratégicos de Aston Martin.
Y como dicen que no hay dos sin tres, Aston Martin también habría mostrado interés en fichar al director técnico de Ferrari, Enrico Cardile. Otro fichaje más que vendría a poner a Dan Fallows en una difícil complicada. El jefe técnico de Aston Martin vería mermadas sus funciones con cada uno de estos posibles fichajes hasta casi la totalidad si se hicieran todos, algo que irremediablemente le señalaría como el culpable de la actual situación del equipo.