Cuando únicamente restaban 13 días para que María Muñoz Ladrón de Guevara, de 88 años, fuese desahuciada, una solución en forma de filantrópica operación económica lo ha cambiado todo. La Fundación Cadiz CF ha comprado el piso de María a sus propietarios, previo pago de 147.000 euros, y le ha hecho un contrato de alquiler indefinido por la misma renta que venía pagando, alrededor de 90 euros al mes. 

Para ello, la fundación del conjunto gaditano ya ha dado la fianza para atar una compraventa que se materializará en los próximos días. "Queremos ayudarte, la situación de tu madre nos ha conmovido", le dijo el gerente de la Fundación, José Mata a Eva, hija de María. Según ha explicado la propia a Eva, era "un mandato del presidente, Manuel Vizcaíno". 

"Mi madre preguntó quién venía y le contesté que eran los Reyes Magos", rememora su Eva, ostensiblemente emocionada. Resultó que eran el presidente del Cádiz Club de Fútbol, Manuel Vizcaíno, acompañado de su vicepresidente y del gerente de la fundación del equipo. Le venían a comunicar a María la entidad gaditana había iniciado el trámite para adquirir el piso, ubicado en el barrio más antiguo de Cádiz que vive asediado por los alquileres turísticos, con la intención de que ella siguiera viviendo allí. 

Alquiler simbólico indefinido

El contrato de arras se firmó el pasado miércoles y este jueves, al abonar la cuantía, los propietarios tramitaron la suspensión en el juzgado. Una medida previa y provisional que se convertirá en definitiva cuando la Fundación del Cádiz formalice la compraventa antes del mes de septiembre. 

Gesto que agradece Eva. "Me llamó el gerente de la Fundación del Cádiz y cuando me dijo lo que habían pensado me puse a llorar, no daba crédito. Vinieron súper humildes, no querían medios. Venían a lo que venían, a dejar a mi madre en su casa. Le dijeron a mi madre que era la dueña y señora de la casa", explica. 

María se vio en la situación de desahucio después de que falleciese su marido, hace ocho años y, por desconocimiento, no subrogara el contrato de renta antigua que quedaba a nombre de su marido. Tras meses de negociaciones, el Cádiz aporta una filantrópica solución a María que no se moverá de su piso del barrio del Pópulo.