El fútbol volvió a dejar este fin de semana uno de esos momentos increíbles que tan sólo este deporte es capaz de protagonizar. El Málaga consiguió el ascenso a la Segunda División en el partido de vuelta de la final del playoff de Primera RFEF ante el Nástic de Tarragona, y lo hizo con un gol en el minuto 124', cuando la prórroga estaba a punto de terminar.
El conjunto andaluz regresa de esta manera a Segunda División después del duro revés sufrido el año pasado con el descenso de categoría. Sin embargo, apenas una temporada después, en su primer intento, regresa al fútbol profesional para jugar la próxima campaña en la categoría de plata del fútbol español.
Un gol de Antonio Cordero en el minuto 124', cuando se estaba jugando ya el tiempo añadido de la segunda parte de la prórroga, propició el ascenso del Málaga sobre la bocina y dejó al Nástic de Tarragona y a toda su afición que abarrotaba el Nou Estadi incrédulos.
Una remontada histórica
Lo que sucedió en la eliminatoria ya queda para el recuerdo en la particular historia del Málaga. Después de haber ganado en el encuentro de ida dipsutado en La Rosaleda por 2-1, los andaluces tenían encarrilado el cruce, pero el Nástic contaba con la ventaja de jugar la vuelta en casa y de saber que el empate tras una hipotética prórroga le valía para ascender a Segunda División.
El choque de vuelta tuvo de todo. El Nástic llegó a estar contra las cuerdas por la expulsión de Nacho González cuando restaba media hora de juego y los catalanes iban por debajo en el global de la eliminatoria. Sin embargo, los tarraconenses sacaron fuerzas de flaqueza y forzaron la prórroga con un gol de Godoy.
En el tiempo extra, Gorka Santamaría puso el 2-0 en el marcador e hizo creer al Nástic que, pese a estar con uno menos sobre el terreno de juego, tenía el ascenso en la palma de la mano. En ese momento el Málaga necesitaba dos goles en menos de media hora.
Los andaluces, no obstante, no bajaron los brazos pese a la desesperada situación. Dioni insufló esperanzas en la primera parte de la prórroga para poner el empate en el global de la eliminatoria, pero aquello todavía le valía al Nástic para ascender. Tras un parón en el que el colegiado mandó a todos a vestuarios porque constantemente había dos balones en el campo para perder tiempo, el choque se reanudó.
El Málaga se cobró la venganza. En una jugada embarullada en el área, con todo el equipo en la zona de castigo, un balón suelto le cayó a Cordero que, no sin suspense, terminó por hacer el 2-2 y darle el ascenso de una forma increíble al equipo andaluz.