El Girona ha hecho oficial su incorporación más mediático para afrontar su primera participación en la Champions League. El club catalán se ha hecho con los servicios de Donny Van de Beek por un medio millón de euros fijos y variables de fácil cumplimiento que elevarían la cantidad hasta los cinco millones de euros y otros más complicados de cumplir que ascenderían hasta los quince. Lo que es seguro es que Van de Beek aterriza en el Girona y Míchel ya le espera este viernes para iniciar la pretemporada. 

"El nuevo futbolista rojiblanco es un centrocampista con mucho talento que destaca por su visión de juego, capacidad para marcar goles y su habilidad para crear oportunidades de gol para sus compañeros. Además, es un jugador versátil que puede adaptarse a distintas posiciones", escribió el Girona en el comunicado en el que se anunció su fichaje.

Van de Beek ya fue objeto de deseo gironí el pasado mercado invernal, pero el Eintracht de Frankfurt se adelantó y se hizo con la cesión hasta final de temporada. Van de Beek se reencontró en Alemania con parte del fútbol que desarrolló en el Ajax y que atrajo al Real Madrid y Manchester United, siendo este último quien le fichara por unos 40 millones de euros. 

Míchel, que arranca este viernes su cuarta temporada al frente del cuadro catalán, tendrá un reto inmenso con el jugador neerlandés. Vaya, tendrá varios. Como compaginar tres competiciones o sacar más jugo a una plantilla que podría sufrir la fatiga. Pero el de Van de Beek es uno de esos que gusta a los entrenadores. Deberá reanimar a un futbolista que zozobra. 

Hace años que no sale de la confusión, concretamente desde su brillante temporada con el Ajax en 2019, equipo en el que militaba Daley Blind, hoy pieza clave en los esquemas defensivos de Míchel. Aquel año llegó a conquistar el Santiago Bernabéu y plantarse en semifinales de la Champions. Sin saberlo, fueron los últimos bailes de una coreografía sinuosa en las próximas temporadas. 

Van de Beek charla con Míchel durante su presentación como jugador del Girona.

Fue perdiendo confianza y protagonismo en el Manchester United y buscó con las cesiones al Everton y Frankfurt reencontrarse consigo mismo. Por el camino se dejó su presencia con la selección neerlandesa que no le llama desde 2021. Se trata del cuarto fichaje del verano del Girona, después de los de Ladislav Krejci, Abel Ruiz y Gabriel Misehouy.

Operación brillante para la entidad catalana que adquiere, por una cantidad irrisoria, a un jugador que todavía esconde buenas dosis de fútbol. El conjunto inglés se ha reservado un porcentaje de futura venta en caso de que Van de Beek despierte de la mano de Míchel y fiche por otro equipo puntero.