El estadio de Riazor, hogar del Deportivo de La Coruña, se encuentra en el centro de una ambiciosa propuesta de renovación con miras al Mundial 2030. España, junto con Marruecos y Portugal, acogerá esta prestigiosa competición, y A Coruña se perfila como una de las posibles sedes.

Sin embargo, para cumplir con los estándares de la FIFA, el estadio necesita una transformación significativa, cuyo coste se ha estimado en 90 millones de euros, una cantidad muy elevada a la que tendría que hacer frente las instituciones locales al tratarse de un estadio municipal.

El estadio de Riazor ha sido testigo de momentos históricos tanto en el ámbito deportivo como en el cultural. La remodelación más significativa hasta la fecha ocurrió en 1982, en preparación para el Mundial de aquel año, aunque el Deportivo pasaba por uno de sus peores momentos deportivos y económicos.

visualización de cómo quedaría Riazor tras las obras

Antonio Desmonts, arquitecto encargado de aquella renovación, tuvo que lidiar con importantes retos estructurales y financieros. A pesar de estas dificultades, el estadio se convirtió en un símbolo de progreso para A Coruña.

La capacidad del estadio se aumentó a más de 32.000 asientos y se introdujo un diseño moderno con una cubierta colgada, similar a la vela de un barco. Este nuevo diseño no solo mejoró la funcionalidad del estadio, sino que también permitió que la ciudad albergara grandes eventos musicales y deportivos.

Más allá del Mundial del 82, el estadio ha acogido conciertos de renombre, como los de Miguel Ríos, Julio Iglesias y más tarde, el Concierto de los Mil Años, que congregó a estrellas como Bob Dylan, Neil Young y Sting.

Estos eventos demostraron el potencial del estadio para ser un centro cultural, aunque también resaltaron la necesidad de una infraestructura que pudiera soportar tanto eventos deportivos como musicales sin perjudicar su principal función.

Proyecto de reforma

El horizonte actual para Riazor es el Mundial 2030. La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha destacado la importancia de esta reforma no solo para el fútbol, sino también para otros eventos culturales.

El proyecto, encabezado por el arquitecto David Estany, prevé la ampliación del estadio a 48.015 asientos, superando con creces el mínimo requerido por la FIFA de 40.000 butacas. Este incremento en la capacidad es fundamental para que Riazor pueda albergar partidos de la Copa del Mundo y otros eventos de gran envergadura.

El plan de reforma incluye varias mejoras significativas. La construcción de un tercer anillo en todas las gradas permitirá aumentar la capacidad del estadio de manera considerable.

Además, se planea bajar el nivel del terreno de juego para ganar espacio adicional, lo que conlleva la demolición y reconstrucción completa de la grada de Preferencia. Esta nueva estructura incluirá un túnel para el acceso de los autobuses de los equipos y un aparcamiento subterráneo, mejorando la logística y accesibilidad del estadio.

Las instalaciones y servicios también verán una mejora significativa. Se construirá un parking cerrado, se aumentarán las zonas VIP con 34 nuevos palcos y se mejorarán los espacios destinados a los medios de comunicación.

Además, se crearán salas para niños y otras instalaciones para la comodidad de los espectadores. Todo esto apunta a que el nuevo Riazor no solo será un estadio de fútbol de primer nivel, sino también un espacio multifuncional capaz de albergar una variedad de eventos.

Aspecto actual de Riazor

Impacto económico y financiero

El coste total de la reforma ha ascendido de los iniciales 62,5 millones a 90 millones de euros, incluyendo el IVA y otras partidas no contempladas en el presupuesto inicial. La financiación será una colaboración entre el Ayuntamiento de A Coruña y la Xunta de Galicia, con posibles aportes de capital privado.

Este ambicioso proyecto no solo busca cumplir con los requisitos de la FIFA, sino también transformar el estadio en un motor económico para la ciudad. Un estadio moderno y multifuncional atraerá grandes eventos culturales y deportivos, impulsando el turismo y la economía local.

El plan de ejecución es ambicioso pero bien definido. Las obras están cercanas a comenzar y se espera que se completen en enero de 2027, permitiendo el uso del estadio para los partidos del Deportivo durante el proceso.

A finales de mayo de 2026, las obras principales deberían estar terminadas, con adecuaciones finales del entorno del estadio previstas para julio de ese año. Más allá del ámbito deportivo, la renovación de Riazor promete beneficios significativos para A Coruña.

La experiencia de 1982 demostró que una infraestructura de calidad puede revitalizar una ciudad, y A Coruña está preparada para repetir y superar ese éxito con el Mundial 2030. Un estadio moderno y multifuncional atraerá grandes eventos culturales y deportivos, impulsando el turismo y la economía local.

Además, la nueva infraestructura mejorará la calidad de vida de los residentes y ofrecerá nuevas oportunidades para el desarrollo económico y social.