Un nuevo galáctico ha aterrizado en el Real Madrid y este es de los grandes. Más de 75.000 madridistas no se quisieron perder este martes de verano el primer día de blanco de Kylian Mbappé. Fue una presentación colosal, a la que sólo se puede equiparar en la historia la que protagonizó Cristiano Ronaldo hace quince años también frente a un Santiago Bernabéu lleno.
"Pocos saben el gran esfuerzo que has hecho por estar aquí", le dijo un Florentino Pérez que presidió el acto de presentación de un fichaje por el que tanto ha luchado. A su lado estuvieron Pirri, presidente de honor del club, y Zinedine Zidane, leyenda madridista y la persona que en 2012 ya llevó a un joven Kylian a Valdebebas.
Atronó el Bernabéu cuando vio por primera vez vestido de blanco a Mbappé y este lució emocionado. En perfecto español, como si llevara años practicando para este momento, el francés habló de lo que significa para él llegar al Madrid y besó el escudo durante su discurso. Y como guiño a Cristiano, repitió su fórmula para meterse en el bolsillo a toda la afición: "1, 2, 3... ¡Hala Madrid!". El sueño de Kylian se hace realidad.
Ya en los aledaños del estadio se sentía que era un día especial. Los accesos al Bernabéu y el metro se encontraban abarrotados de personas vistiendo de blanco, como en una jornada de Champions League, y en la tienda madridista formaban cola centenares de aficionados para hacerse con la camiseta de su nuevo ídolo.
La expectación era tal que, mientras se esperaba la hora del inicio del acto, los hinchas que ya cogían sitio rugían con las imágenes proyectadas de Mbappé y Florentino Pérez firmando el contrato que vinculará al francés al club hasta 2029. Dentro del Bernabéu, bajo la cubierta, ni pizca de calor en pleno julio y con otra megaestructura ya en pie en el fondo opuesto de cara a los cuatro conciertos seguidos que dará la artista colombiana Karol G. La actividad en el coliseo blanco no para en verano.
A las 12.20 horas, en las pantallas se vio a Mbappé, ya en el vestuario del Bernabéu, luciendo por primera vez la camiseta del Real Madrid y se coreó su nombre. Todo estaba listo para el espectáculo, pero antes tocaba recordar la grandeza de este club. Salió primero Florentino, ovacionadísimo, escoltado por Pirri y Zidane, los 'padrinos' de Kylian en el día de hoy, y las 15 Champions detrás. Sonó el Nessun dorma de Pavarotti mientras se repasó la historia madridista en la Copa de Europa y, entonces sí, llegó el esperadísimo momento.
Florentino arrancó el acto felicitando a la Selección por la Eurocopa y llamando a Pirri y a Zidane al escenario. Y dijo las palabras mágicas: "Ha llegado el momento de dar la bienvenida a un jugador excepcional, que viene para ayudarnos a seguir ganando al Real Madrid. Hoy damos la bienvenida a Kylian Mbappé". Todo el Bernabéu, en pie, aplaudió en su pasillo imperial al francés, luciendo a la espalda su nombre y el número 9, el que hereda de su compatriota Karim Benzema. Su madre, Fayza Lamari, persona clave en las negociaciones, no podía contener las lágrimas ante la emoción del momento.
El sueño cumplido de Mbappé
Mbappé subió al escenario y se abrazó con Zidane, completando el círculo. De francés a francés. De galáctico a galáctico. "Has conseguido tu sueño porque nunca te has rendido. Hoy estás aquí porque quisiste y tu fuerza de voluntad ha sido fundamental", le dedicó Florentino como recuerdo de todos los episodios casi traumáticos vividos en este 'culebrón' que ha durado siete años. Ahora todo eso parece quedar en el olvido.
Tomó la palabra Mbappé, dando su discurso plenamente en español. También se besó el escudo cuando el madridismo se lo pidió y cuando no: "Significa mucho para mí estar aquí", dijo. Entre sus agradecimientos, destacó a Florentino: "Gracias por acogerme desde el primer día aunque pasaron muchos cosas". Fue el 'perdón' de Kylian por lo ocurrido en el verano de 2022: "Al final ganamos, estoy aquí, soy jugador del Madrid".
Rozando las lágrimas, Mbappé dejó claro que lo mejor está por venir y declaró su amor, por si todo lo de antes no había servido, de la manera que más gusta al madridismo: prometiendo éxitos. "Mi sueño ahora es estar a la altura de este club, el mejor del mundo. Voy a dar la vida por este escudo".
Mbappé también tuvo unas bonitas palabras para los niños de su fundación a los que invitó al acto: "Con pasión, podéis realizar todo lo que queráis. Hoy soy yo quien está aquí, pero la próxima vez puede ser uno de vosotros". Y así acabó su discurso, para pasar a hacerse fotos junto a los suyos y dar una vuelta de honor sobre el césped -hoy artificial- del Bernabéu. Empieza una nueva era en el Real Madrid, el club de las 15 Champions.