El inicio de una nueva etapa lleva inevitablemente a las dudas. La incógnita de rendir acorde a tus posibilidades y la presión de no quedar por debajo de lo que se espera de uno mismo. El Barça inicia ahora una nueva era, la era Flick, y debe comenzar a despejar todas las incógnitas que existen alrededor del club azulgrana.
Pero el optimismo es total en la afición culé y el gran causante de ello es Lamine Yamal. El Barça ha encontrado un talento único que apunta a ser uno de los mejores futbolistas del planeta. Ya había demostrado su valía el último curso a las órdenes de Xavi, pero su papel en la Eurocopa le ha hecho subir varios escalones.
Lamine está llamado a liderar al Barça en los próximos años. Quizá de momento en un segundo escalón ante la presencia en el vestuario de pesos pesados con más trayectoria y liderazgo, pero con la misión de llenar de ilusión a un club que no atraviesa sus mejores momentos.
Hacía falta savia nueva en el Barça. Para eso, la juventud siempre tiene un papel importante. Es por eso por lo que Laporta está intentando encontrar un acompañante a Lamine Yamal en el ataque culé. Hablamos de Nico Williams. Tanto Nico como Lamine han dejado entrever una gran conexión durante la Eurocopa, tanto dentro como fuera del terreno de juego y la llegada del navarro podría ser un salto de calidad para el equipo.
Pero la operación 'Nico' no será nada fácil. Al club azulgrana le han salido grandes competidores en la Premier League después de su gran Eurocopa y disponen de un pulso económico mayor que el del Barça. Su cláusula es de 58 millones de euros, cifra a la que el Barcelona puede llegar con la regla 1:1, pero donde parte con desventaja es en salario que pueden ofrecerle respecto a los clubes ingleses.
Incertidumbre
Nico podría complementar de forma perfecta a un Barça que está comenzando a amasar talento joven. Además del mencionado Lamine también sobresalen los nombres de Pedri, Gavi, Fermín, Balde o Cubarsí. Diamantes en bruto que pueden servir de sostén para el Barça en una época complicada a nivel financiero.
Lo que queda por ver es si el Barcelona será capaz de dar la talla contra las grandes potencias del fútbol con estos jugadores. Necesitarán también de un buen rendimiento de los jugadores más veteranos. Y tampoco hay certezas sobre ello.
El caso más claro es Robert Lewandowski. El delantero polaco, uno de los mejores de este siglo, afronta su tercera temporada con el Barça. Su rendimiento ha ido de más a menos y, a pesar de que mejoró en el tramo final, su año no estuvo acorde a lo que se esperaba de él. Cumple 36 años en agosto y es posible que su rendimiento siga bajando. Ya en la Eurocopa se quedó lejos de su primer nivel.
Otra pieza clave, Gündogan, también está en entredicho en la entidad azulgrana. Pero no por su rendimiento, fue uno de los mejores el curso pasado, sino porque el centrocampista tiene algunas dudas con el proyecto. Flick se sentará con él para conocer las intenciones de su compatriota.
Más allá de los pesos pesados existe cierta preocupación con las lesiones de dos jugadores fundamentales en la estructura del Barça: Frenkie De Jong y Ronald Araujo. El primero se lesionó del tobillo en abril y recayó tras arriesgarse a disputar la Euro con Países Bajos. Por su parte, el central uruguayo estará en el dique seco durante los próximos cuatro meses por al tener afectado el tendón del bíceps femoral de la pierna derecha.
Recortas distancias
Flick tiene trabajo por delante. Debe dar forma al equipo e intentar plasmar sus ideas al grupo lo más pronto posible. El fútbol no espera y menos cuando tienes al Real Madrid como principal rival. Concretamente este Real Madrid, el vigente campeón de Europa y La Liga y que acaba de presentar a Kylian Mbappé.
El club presidido por Florentino Pérez se presenta a la temporada 24-25 como principal candidato a todo. Será el rival a batir y no es para menos contando en sus filas con, posiblemente, tres de los cinco mejores futbolistas del mundo (Mbappé, Bellingham y Vinicius).
El Barça tiene una misión muy complicada por delante. El curso pasado estuvo muy lejos de su enemigo acérrimo y el fichaje de Mbappé no hace más que complicar la tarea de poderle mirar de tú a tú.
Además, la cantidad de internacionales culés que están de vacaciones por la Eurocopa y la Copa América dificulta la adaptación de los jugadores a las ideas de Flick. Se avecina un mes y medio clave para el equipo azulgrana por el inicio de Liga y el cierre del mercado de fichajes.