"Uno de los jugadores que lo han dado todo pone fin a una trayectoria que le convierte en leyenda del Real Madrid". Con esas palabras arrancó Florentino Pérez el acto celebrado en Valdebebas con el que se despidió, este miércoles, a Nacho Fernández. El capitán, que llegó al club a los 10 años y se va con 34, tuvo un adiós emotivo a la altura de su figura.

Estuvo acompañado de su familia, incluidos sus cuatro hijos, y varios compañeros de equipo (Lucas Vázquez, Brahim, Courtois, Lunin, Ceballos, Fran García y Vallejo), además de otras figuras como Carlo Ancelotti, Raúl, Arbeloa o Pirri. A su lado lucían brillantes los 26 títulos que ha conquistado de blanco, presidiendo las seis Champions League que le colocan en el Olimpo junto a Paco Gento, Carvajal, Modric y Kroos.

Nacho se marcha a Arabia Saudí, al Al Qadsiah de Míchel, y dijo en el acto que "era el momento" de vivir una nueva experiencia. No pudo contener las lágrimas durante varias partes del discurso, aunque se marcha con el convencimiento de haber tenido "el final más bonito": "Me voy como capitán de mi club y siendo importante".

Florentino Pérez entregó a Nacho la insignia de oro y brillantes del Real Madrid en un acto que concluyó con una foto de familia con los 26 títulos que ha logrado el defensa durante su trayectoria en el club, al que llegó en 2001, con tan solo 10 años, y en el que ha jugado en todas las categorías de la cantera hasta convertirse en jugador del primer equipo durante 12 temporadas.

El discurso de Nacho

"No sé si llorar ahora, entre medias... Buenos días a todos. En primer lugar quiero agradecer a todos. Podría contar anécdotas y vivencias, pero lo primero es agradecer. Aquí me han enseñado a ganar y perder, a sufrir, a ganarme la vida con una palabra que me define, determinación. Con esa determinación he defendido el escudo, dentro y fuera del campo. Lo es todo para mí. Llevo casi 24 años haciendo siempre el mismo trayecto para entrenar y jugar. Salir de casa era como no salir, porque llegaba a mi otra casa, con mi otra familia -rompe a llorar-. Imaginad lo que significa para mí empezar en el vestuario de esta increíble Ciudad Deportiva, siendo el capitán que levantó la 15ª Champions.

Pero hoy es un día diferente, me despido con la conciencia tranquila. Este final es el más bonito que podía imaginar. Me voy como capitán de mi club, siendo importante. Necesito vivir una nueva experiencia y era el momento. Soy, fui y seré feliz. Gracias madridistas, me he sentido el canterano más afortunado.

Presidente, gracias por entenderme y ayudarme en mi carrera. Gracias José Ángel por esperarme. Míster, gracias por tu confianza. Compañeros, sois los mejores. Me habéis hecho mejor. Y suerte en el futuro, que será magnífico, seguro. Y quiero mandar un mensaje a todos los que me han ayudado: staff, médicos, trabajadores del club... Gracias en mayúsculas.

Mamá, papá, esto es gracias a vosotros. Mucho esfuerzo y gracias a mi hermana Maite, que ha tenido que hacer muchos trayectos para que Alex y yo pudiéramos ir a entrenar. Junto con mi abuela Maite. Gracias a mi mujer María, que tanto ha sufrido. Gracias por cuidarme, pero sobre todo gracias por haber formado esta gran familia que somos. Alejandra, Nacho, Guille y Lola, este sí que es un equipazo de verdad. Y tranquilos, porque el Madrid siempre será nuestra casa y nuestro equipo.

Para terminar sólo pido una cosa, que me recordeis como un canterano que dio todo por su club. Desde este momento gritaré cada gol, cada logro, de esta familia. Hala Madrid".