El Manchester United está considerando reemplazar Old Trafford con un nuevo estadio que tendrá una capacidad de más de 100.000 espectadores. Este ambicioso proyecto, valorado en unos 2.000 millones de libras, se anunciará a finales de este año y se espera que esté terminado para 2030.
Con esta nueva estructura, el estadio superaría a Wembley como el más grande de Inglaterra y sería el segundo más grande de Europa, solo por detrás del renovado Camp Nou de Barcelona, que alberga 105.000 asientos cuando finalice su obra de remodelación.
La decisión final aún no se ha tomado, ya que el club está evaluando si reconstruir completamente Old Trafford o simplemente remodelarlo. No obstante, el propietario compartido, Sir Jim Ratcliffe, apoya la idea de demoler el estadio que ha sido hogar del United durante 114 años para dar paso a una moderna instalación en terrenos circundantes.
Esta opción permitiría al equipo seguir jugando en el antiguo estadio mientras se construye el nuevo, minimizando las interrupciones para los aficionados y manteniendo el ingreso de las entradas de los partidos.
Sin embargo, el Manchester United no puede financiar este proyecto monumental por sí solo, incluso con el apoyo de Ratcliffe y la familia Glazer, propietarios mayoritarios del club.
Por ello, están explorando oportunidades de financiamiento público-privado para no solo construir el nuevo estadio, sino también regenerar el área circundante, conocida como el Distrito del Estadio, que es propiedad del club.
Además, se está considerando la venta de los derechos de nombre del nuevo estadio, aunque el club ha asegurado que consultará a los fanáticos antes de tomar cualquier decisión al respecto.
El primer ministro de Inglaterra, Sir Keir Starmer, ha mostrado disposición para discutir posibles apoyos gubernamentales para mejorar las conexiones de transporte, lo que sería crucial para el proyecto, según explican en la prensa inglesa.
Reconociendo que el costo de reconstruir Old Trafford podría superar los 2.000 millones de libras. Pese a ello, el United es consciente de que los beneficios comerciales de un estadio nuevo superarían con creces los de mejorar el actual a un costo estimado de 1.100 millones de libras.
Un Bernabéu en Manchester
Un nuevo estadio también salvaguardaría la capacidad de United de atraer multitudes de 75.000 espectadores, un ingreso vital para el club. Los responsables del proyecto han encuestado a 30.000 aficionados para conocer su preferencia, obteniendo una división de opiniones casi equitativa.
Ratcliffe espera una decisión definitiva para fin de año. Hasta el momento, el grupo de trabajo encargado de Old Trafford, liderado por Lord Coe, ha mostrado una tendencia hacia la construcción de un nuevo estadio.
Es fundamental que el nuevo diseño capture la esencia del actual Old Trafford y sea fiel a la herencia industrial de Manchester. Durante la última reunión del grupo de trabajo, el exdefensor del United, Gary Neville, enfatizó la importancia de la apariencia del nuevo estadio.
Estas discusiones salieron a la luz tras un partido del United contra el Arsenal en el espectacular SoFi Stadium de Los Ángeles, un proyecto de 2.300 millones de libras financiado por el dueño del Arsenal y LA Rams, Stan Kroenke.
El SoFi Stadium, que cuenta con una pantalla LED gigante en el techo visible desde los aviones que aterrizan en el cercano aeropuerto de LAX, ha sido descrito como la "mayor oportunidad publicitaria del mundo".
Collette Roche, directora de operaciones del United, también visitó el Estadio Santiago Bernabéu en Madrid a principios de este año, según reveló Daily Mail, para aprender más sobre su proyecto de remodelación. Pese a que el United no quiere que el nuevo Old Trafford tenga una apariencia demasiado futurista buscan conocer de primera mano como el Real Madrid ha desarrollado toda una infraestructura comercial para socios y aficionados en torno al estadio.
El proyecto del nuevo estadio de Tottenham llevó un total de seis años desde las reuniones iniciales hasta la finalización de la construcción en 2020. El Manchester United considera que su proyecto llevaría un tiempo similar, con lo que el final de la obra sería en 2030.
Si no se consigue el financiamiento necesario, el United podría verse obligado a remodelar el estadio actual en lugar de construir uno nuevo. Esta opción, aunque sigue siendo secundaria, implicaría realizar trabajos en etapas durante un período más largo y enfrentaría el desafío de reconstruir la grada Sir Bobby Charlton, que tiene una línea de ferrocarril detrás.
La remodelación podría reducir significativamente la capacidad del estadio, hasta en 35.000 asientos, o incluso impedir que el United juegue en Old Trafford temporalmente.