El Betis y el Girona se disputarán el jueves sus primeros puntos de la temporada en el Benito Villamarín, estadio que reúne a dos equipos que la pasada campaña acabaron en la parte alta de la tabla -los andaluces séptimos y los catalanes terceros- y que en ésta tienen el mismo propósito pese a que han renovado mucho sus plantillas.
El entrenador chileno Manuel Pellegrini inicia así su quinto curso al frente del conjunto sevillano, al que ha clasificado para torneos europeos en los anteriores cuatro, por lo que ese es el objetivo para este nuevo, aunque también en estas primeras semanas la plantilla se mantiene en construcción y con muchas incógnitas.
El equipo de Míchel fue una de las grandes sorpresas del curso en el fútbol europeo, con un fútbol tan atractivo como eficaz y con una puntuación histórica en el fútbol español (81). Alcanzó cifras que hasta la fecha solo habían logrado el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid y se convirtió en el club español que ha necesitado menos años en Primera para llegar a la Champions: solo cuatro.
La marcha de cinco piezas tan importantes y una pretemporada calificada de "mala" por el propio Míchel, con dos derrotas por 4-0 y apenas una victoria en siete partidos, han generado cierta preocupación en la afición, al igual que la falta de cuatro o cinco fichajes entre los que se incluyen los sustitutos de Aleix García y Dovbyk. Pero el club y el equipo son optimistas y aspiran a continuar creciendo.