Durante todo el verano hubo mucho debate sobre cómo jugaría el Real Madrid a raíz de la incorporación de Kylian Mbappé. Incluso este miércoles, hasta que se conoció el once titular para la Supercopa de Europa, con el francés presente, persistían las dudas. Carlo Ancelotti apostó por un plan que en la teoría puede parecer básico: poner a los buenos juntos. 

El Real Madrid volvió al 4-3-3 tras una temporada en la que el equipo, por el añadido de Jude Bellingham, se 'casó' con el 4-4-2 en rombo. El dibujo es el mismo que durante la primera etapa de Ancelotti en el club se afianzó el tridente de la 'BBC' (Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo). Desde entonces no había aparecido otro trío a la altura... hasta ahora. La afición blanca ya lo ha bautizado como la 'BMV'.

Bellingham, Mbappé y Vinicius ocupaban este jueves las portadas. Seguramente Ancelotti no estaría de acuerdo si las vio. Su apuesta no es a tres sin a cuatro. Rodrygo, tras pasar por sus meses más revueltos desde que es jugador del Real Madrid, es la cuarta pata del ataque infalible que ya intenta construir el técnico italiano.

Ganar el primer título de un año en el que se jugarán siete competiciones fue la mejor carta de presentación. El cuarteto ofensivo del Real Madrid, como todo el equipo, fue de menos a más. Mbappé marcó y Vinicius y Bellingham asistieron. Rodrygo, que fue el primero en ser sustituido, tiene margen para también sumar con sus propios números.

La clave de este nuevo Madrid, y quizás lo que le puede diferenciar de la 'BBC', es lo móviles que son las piezas. De lo que se ve en el papel, con esa clásica formación del 4-3-3, a lo que ocurre en la realidad, plasmado en el campo, hay una gran diferencia. Así lo refleja el mapa de las posiciones medias ocupadas por los titulares ante la Atalanta.

El debut de Mbappé fue notable. Marcó en su primer partido con el Real Madrid y levantó el primer trofeo continental de su carrera a nivel de clubes. Saboreó las mieles de la gloria merengue a la primera de cambios y el madridismo se ilusionó con lo que está por venir. Su zona será la del '9', el número que ahora lleva a la espalda, pero Kylian se mostró muy asociativo de principio a fin. En su único individualismo, encaró partiendo desde la banda izquierda, desbordó y con su zurda volvió a amenazar la portería italiana cuando el partido ya iba 2-0.

Sólo ha tenido cinco entrenamientos con todo el grupo para conocer a sus compañeros, pero el entendimiento, especialmente con Vinicius, buscándose el uno al otro en muchas fases del juego, fue bueno. ¿Cómo es jugar con Mbappé? "Creo que lo mismo que hacía con Vini y con Jude", decía tras el partido Rodrygo. "Ahora ha llegado uno más, uno de los mejores del mundo está con nosotros ahora también. El mister nos pide que cambiemos mucho de posición, no quedarnos parados. Ellos pusieron un uno contra uno durante todo el campo y teníamos que movernos", añadió el brasileño.

Mbappé hizo tres disparos, dos regates con éxito y entró en contacto con la pelota 43 veces, el que menos de los cuatro atacantes. El que más fue Bellingham (75), en nueva posición para él desde que está en el Madrid, pero que conoce bien porque fue en la que alcanzó el estrellato en el Borussia Dortmund.

Jude es el hombre con más clase en este Madrid, que tardará un poco en olvidar el vacío que ha dejado Toni Kroos. Bellingham, como su ídolo Zidane, inventó controlando el balón en sus pies o dando pases 'imposibles', como con el que encontró a Mbappé en su gol. Se nota que el inglés ya está descansado, puesto que se echó el equipo a las espaldas en la segunda mitad (lideró en duelos ganados, con 13) y lo catapultó hacia la victoria. Se ganó el MVP a pulso.

Carlo Ancelotti tras ganar con el Real Madrid la Supercopa de Eurocopa 2024 Reuters

Vinicius sigue siendo el puñal del Madrid, su jugador más decisivo. No hay otro con su desequilibrio, sus cambios de marcha y un catálogo de acciones con los pies que vuelven locos a los rivales. Ni el plan de Gasperini podía contener al 'escapista' brasileño, que va lanzado a por el Balón de Oro y asume con naturalidad una responsabilidad que sigue yendo a más.

Fue la pieza más móvil de todas, viéndole incluso en la primera mitad sacando el balón jugado desde su propio campo. Tuvo visión para dar a Fede Valverde la asistencia del primer gol y mantiene ese 'fútbol-fantasía' que le convierte en un futbolista impredecible.

A ojos de la mayoría, Rodrygo fue el que menos brillo de los cuatro atacantes. El brasileño gana enteros para ser el Benzema de esta generación, con un rol parecido al que tenía el francés al servicio de Cristiano y Bale antes de convertise él en el cabeza de cartel. Menos visible que el resto, hizo algún gran dato como un 100% de acierto en pase (34/34) y estuvo también apunto de marcar en la más clara que tuvo el Madrid en la primera mitad.

Así lució el nuevo Madrid en su primera prueba, con la 'BMV-R' como bandera, pero con cosas que ir puliendo como el abuso del balón en largo o las pérdidas constantes que se vieron en la primera parte. La ausencia de Kroos, con su capacidad para dar sentido a cada acción con balón, estaba claro que iba a pesar en algo. Busca alternativas Ancelotti en un juego más móvil sin balón, de esfuerzos, donde Bellingham manda, Vinicius y Rodrygo desbordan y Mbappé, que no rehuye el reto de los 50 goles, ya marca.