La pasada semana, el grupo activista Futuro Vegetal, accedió a la vivienda del futbolista Leo Messi en Ibiza y lanzaron pintura roja y negra a la fachada, mientras portaban pancartas en las que podía leerse 'Help the planet. Eat the Rich. Abolish the Police'. 'Ayudar al planeta, comerse al rico y abolir a la policía'.

Respecto a la propiedad de Leo Messi, Futuro Vegetal afirmó que "se trata de una construcción ilegal que el futbolista adquirió por la exorbitante cifra de 11 millones de euros". Esto no es más que otra muestra de cómo la ley no funciona igual para todas", ha afirmado Bilbo Bassaterra, portavoz del colectivo.

Diez días después del acto vandálico, los abogados de Leo Messi han interpuesto una denuncia contra los activistas, reclaman 50.000 euros de resarcimiento económico y les acusan de delito de daños. Bassaterra considera que la cantidad total es elevada y que la estimación está por encima del coste. 

Activistas del grupo Futuro Vegetal posan en la fachada de la mansión de Messi. EFE.

"Esto es témpera que se va con agua, a priori eso con un manguerazo sale, como mucho tendrás que frotar un poco. Pero, incluso, en el peor de los casos, aunque hubiera que pintar de nuevo la fachada, no te cuesta 50.000 euros", ha indicado. 

La protesta en la casa del jugador tuvo lugar el 6 de agosto y los tres activistas fueron arrestados el 8 de agosto, tras arrojar pintura en la fachada del hotel Leonardo Royal Hotel, ubicado en Santa Eulària, al que acusan de "financiar el genocidio" en Gaza. Los tres fueron puestos en libertad después de 24 horas acusados de un delito de daños en ambas protestas.