Agonizaba el primer tiempo en Balaídos con el Alavés asaltando el feudo vigués gracias al gol de Kike García. La grada respondía, jaleaba para que los suyos convirtieran en igualada un primer tiempo lleno de alternativas. En esas Bamba rasea al área un balón que Douvikas deja de cara a un Aspas pragmático. Golpeo de primeras al palo largo de Sivera. Empate y celebración a la tribuna. 

El Celta ha igualado y asestado un golpe al mentón al Alavés. A falta de dos minutos para que ambos equipos se reunieran con sus entrenadores en un vestuario al que los de Giráldez, expoliados por la inercia, entrarían con más convicción. Es entonces cuando un nuevo invitado a La Liga -se estrena esta temporada- validó su invitación y aguó la fiesta celtista. 

El VAR avisó a Quintero González de que el fuera de juego semiautomático estaba revisando la jugada. Poco más de dos minutos después, el gol de Aspas quedaba anulado por milímetros. Los que rebasó la bota de Douvikas el cuerpo de su marcador en la acción previa al golpeo de Iago. La imagen corre como la pólvora en redes sociales. El estadio, un clamor. Vitorea en contra de la nueva tecnología. 

Imagen del fuera de juego de Douvikas.

Escasos milímetros separan al Celta de empatar antes del descanso un encuentro que, finalmente, remonta con los goles de Swedberg y el propio Iago Aspas, que se saca la espinita en los últimos minutos. Balaídos fue testigo directo de la actual realidad tecnológica de La Liga. La era del fuera de juego semiautomático. 

Desde que se implantara el VAR en 2018, el fútbol va dando pasos en la implantación de tecnología que facilite el desarrollo de los partidos, y también la tarea de los árbitros, que, sin embargo, no queda exenta de polémica tras cada enfrentamiento.

¿Cómo funciona?

El fin fuera de juego semiautomático -SAOT por sus siglas en inglés- consiste en discernir, de manera instantánea, si un futbolista se encuentra en posición ilegal y marca o participa directamente en un gol. Se emplea un sistema de detección que permite identificar los puntos corporales con los que se puede anotar un tanto, todo ello gracias a un sistema de cámaras instaladas en el estadio.

También se tiene en cuenta el balón, el instrumento principal de juego, que manda 500 señales por segundo y permite identificar el momento exacto en el que la bota del jugador entra en contacto con el esférico en el último pase. Esta tecnología permite que cada jugada esté acompañada de una recreación en 3D y, en caso de que el sistema determine que está en fuera de juego, esa imagen pasa a la sala VOR.

Imagen del gol anulado a Douvikas.

Y desde el aula de operaciones del VAR, los colegiados deben comprobar manualmente, con la imagen en 3D y la línea de fuera de juego generada, si el futbolista está en posición ilegal o no. Las primeras pruebas se llevaron a cabo durante la Copa África y Mundial de Clubes de 2021. 

Posteriormente se implantó en el Mundial y Supercopa de Europa de 2022 y un año más tarde en la Champions League. En España se ha utilizado en las Supercopas de 2023 y 2024 y en última final de Copa del Rey. La Liga estrena la tecnología de cara a esta temporada. Para el curso liguero 2023/2024 no fue posible debido a un embrollo legal existente en el concurso para la prestación del servicio.