Superada la hora de partido en Varsovia, el madridismo asiste absorto a lo que lleva persiguiendo durante siete años. Mbappé, se mueve, Bellingham le ve y filtra un pase con la fuerza suficiente como para que altura del pasto polaco no frene al balón y el francés esté en disposición de batir a Musso y de paso enterrar las esperanzas de la Atalanta.
Su gol precintó para el Real Madrid una Supercopa de Europa cuyo rudio retumba dentro de nuestras fronteras. Este domingo, en el debut liguero del conjunto blanco, que coincide con su primer partido tras la consecución del título, el Mallorca ha realizado el pasillo de campeón para los de Ancelotti.
Y por si fuera poco emotivo el inicio de partido para el Real Madrid, llegó Rudy Fernández. El mítico jugador del equipo blanco de baloncesto, natural de Palma, ha hecho el saque de honor antes de que inicie el partido. Rudy, que compitió en los Juegos Olímpicos de París, se ha retirado recientemente del baloncesto y su ciudad, ante el equipo de su vida, le ha rendido un sentido homenaje.
El Real Madrid buscará reeditar su corona liguera, algo que no logra desde la temporada 2007/2008. Con Mbappé como cabeza mediática de un proyecto que promete tardes de gloria en La Liga. El fenómeno Kylian arranca en Mallorca. Sobre el papel, sacan distancia a FC Barcelona y Atlético de Madrid, un escalón por debajo en cuanto a sensaciones.
El exjugador del PSG se estrena en España en el Estadio en el que también inicia la 'era Arrasate'. Jagoba dio sus primeros pasos en el banquillo bermellón este verano sustituyendo al mexicano Javier Aguirre con una sola derrota, por penaltis ante el Bolonia italiano, después de que el tiempo reglamentario hubiese finalizado con empate (1-1).