Las falsas promesas de Joan Laporta lastran al FC Barcelona un verano más. El presidente azulgrana aseguró el pasado 25 de julio que el club estaba en situación favorable de volver a la regla del 1:1 y poder afrontar grandes fichajes. Casi un mes después, la realidad es otra y el 'fair play' sigue impidiendo inscribir nuevos jugadores, siendo Dani Olmo el principal afectado.
La presencia de Olmo en el partido de este sábado contra el Athletic es complicada. Quien sí jugará, pero de rojiblanco, será Nico Williams. En base a estos dos futbolistas se cuenta la historia del Barça de este verano, una en la que las limitaciones impuestas por LaLiga en cuanto a la inscripción de jugadores vuelve a obstaculizar al club.
La inscripción de Olmo todavía no se ha producido a pesar de las acciones realizadas por el Barça para liberar masa salarial y crear margen. Uno de los movimientos más importantes ha sido la salida de Ilkay Gündogan, quien regresó al Manchester City con la carta de libertad.
A pesar de que este traspaso no ha generado ingresos directos, sí libera un salario significativo, alrededor de 18 millones de euros brutos anuales, lo que representa más del 5% de la masa salarial total del club. Según las normativas de LaLiga, el Barça puede reutilizar el 70% del salario liberado (en torno a 13 millones), lo que, aunque beneficioso, no es suficiente para alcanzar el equilibrio necesario. Por otro lado, la situación con Vitor Roque es distinta. Al no estar inscrito previamente, su salida -a falta de oficialidad- en calidad de cedido al Real Betis no liberará masa salarial.
Aunque Dani Olmo no tiene un salario tan elevado como Gündogan, sí representa una carga significativa para las arcas del club. El internacional español fue fichado por seis temporadas a cambio de 55 millones de euros, lo que supone una amortización de alrededor de 9 millones de euros por campaña, a los que se suma su salario. Con estas cifras, el Barça necesita realizar más movimientos para poder inscribirlo, ya que ni siquiera la salida del canterano Mika Faye al Rennes por 12 miillones será suficiente.
Se buscan salidas
A horas para partido contra el Athletic, la incertidumbre sobre la presencia de Olmo en el campo es palpable. El Barça necesita realizar más ajustes para poder inscribir al jugador bajo la norma 1:1. La posibilidad de que otros jugadores, como Lenglet, Eric García o Christensen, abandonen el club, podría ser una solución, pero alguna de estas operaciones deben llevarse a cabo con rapidez y eficacia para que Olmo pueda ser inscrito a tiempo. La salida de Christensen es la que menos se contempla.
Otra opción que el Barcelona está considerando es la de avalar para poder inscribir a Olmo. Esta medida, aunque no es nueva, requiere de un proceso administrativo complejo y podría no llegar a tiempo para que el jugador sea inscrito antes del cierre del mercado. Cabe recordar que esta misma fórmula fue utilizada por el club en el pasado para inscribir a jugadores como Jules Koundé e Iñigo Martínez. Sin embargo, la posibilidad de que toda la documentación necesaria esté lista en tan poco tiempo es limitada, lo que podría posponer la inscripción de Olmo hasta la próxima semana, cuando el Barça se enfrente al Rayo Vallecano.
Las oficinas del club han estado trabajando incansablemente para encontrar soluciones, pero los últimos movimientos realizados por la directiva no han generado el margen de 'fair play' necesario para inscribir a Olmo. Esto ha obligado al club a explorar otras vías, además de las habituales salidas de jugadores, que han sido la principal estrategia hasta ahora.
Entre las opciones que se barajan, una de las más destacadas es la activación de una de las palancas financieras que tanto ha promovido Laporta. En particular, el club está intentando resolver un impago pendiente relacionado con la venta de Barça Studios. Este impago, que asciende a 60 millones de euros, debería haberse resuelto en junio, pero el club no ha podido cumplir con esta obligación. Como resultado, el Barcelona sigue excedido en su límite salarial.
El club ha estado trabajando para conseguir los 20 millones de euros restantes, pero el tiempo apremia, y parece complicado que estos fondos lleguen a tiempo para que Olmo pueda jugar contra el Athletic. A pesar de los esfuerzos de la directiva, el reloj sigue avanzando, y cada vez apunta a un nuevo 'bochorno' culé... como lo fue el 'no fichaje' de Nico Williams.
Apenas un par de semanas atrás, el menor de los Williams acabó por descartar su fichaje por el Barça y este sábado llega a Montjuïc como visitante, y con el '10' del Athletic a la espalda. Su hermano Iñaki le convenció de seguir un año más de rojiblanco, pero también lo hizo la inestable situación que atisbaba en Can Barça.
Y es que Nico, aunque pudiera haber visto con buenos ojos en algún momento del verano fichar por el Barça, estaría como Olmo en este punto de haberse lanzado 'a la piscina'. Williams y su agente vieron a lo que se podían enfrentar, además de que no gustaron muchas de las maniobras empleadas por el club azulgrana para intentar acercar el fichaje. En resumen, zanjó el asunto con un 'no' que todavía duele en la directiva azulgrana y recuerda a aquella frase de Xavi Hernández, que además le costó el puesto, que decía "la situación económica es muy complicada para competir con los otros equipos como el Real Madrid".
La regla 1:1 impuesta por LaLiga ha sido un obstáculo constante para el FC Barcelona en su intento de reforzar la plantilla. El club aún no ha logrado inscribir a Olmo, y su participación en el partido es incierta. La situación pone de relieve las dificultades financieras del club y la complejidad de cumplir con las normativas. La solución podría pasar por movimientos adicionales en el mercado o, en última instancia, por el aval de la directiva, pero el tiempo juega en contra del Barça, que se enfrenta a un reto monumental en su intento por inscribir a su nuevo fichaje.