Llegada la segunda jornada de Liga, el madridismo asiste absorto a lo que lleva persiguiendo durante siete años. Mbappé, se mueve sobre el pasto del Santiago Bernabúe, como hizo hasta en tres ocasiones con el PSG, pero, desde el 25 de agosto de 2024 lo hace con otro color en su camiseta. Con el blanco del Real Madrid

A la tercera fue la vencida. Tras debutar con gol y su primer título bajo el brazo en Varsovia, ante la Atalanta y sufrir en Son Moix la dureza de La Liga, este domingo, contra el Valladolid, llega el momento que tantos años ha estado esperando la parroquia blanca. Mbappé debuta como jugador del Real Madrid en el Santiago Bernabéu. 

El coliseo blanco, entregado, no tuvo dudas a la hora de dictar su veredicto. Todo es agua pasada. Fue el más aclamado durante el entrenamiento y, con diferencia, al que más aplaudieron cuando su nombre sonó por la megafonía del estadio. Ni rastro de algún tipo de resquemor por la sucesión de improvistos durante los últimos siete años.

Mbappé saldó el escrutinio obteniendo la mayoría absoluta. Se vistió de blanco ante 80.000 aficionados durante su presentación en el Santiago Bernabéu. Su sueño desde pequeño. Así lo transmitió aquel día cuando apareció con una maqueta del feudo blanco. "Es un regalo que me hicieron mis padres cuando yo tenía ocho años y les dije que algún día jugaría ahí". No se equivocó.

"El domingo va a ser un día muy bonito para Mbappé. La afición disfrutará con él y él va a hacer un gran partido", barruntaba Ancelotti el viernes en la sala de prensa de Valdebebas, sabedor que no es un encuentro más. No al menos para Kylian, que quiere continuar con esa luna de miel que comenzó hace cinco semanas con la afición blanca cuando abarrotaron el Santiago Bernabéu el día de su presentación.

Mismo caluroso recibimiento ha tenido en su primera puesta de corto. El francés acompaña a Rodrygo y Vinicius en el tridente ofensivo. Suya fue la mejor ocasión del primer tiempo. Con un balón rematado de primeras y a la carrera que despejó Hein. Mbappé ya se ha estrenado en su casa y con el nueve a la espalda, como los inicios de su ídolo Cristiano. Aquella maqueta del Bernabéu se ha vuelto realidad.