Luka Modric (Zadar, Croacia; 1985) es eterno, y en la recta final de su carrera se está viendo. Un año atrás se daba por cantada su salida del Real Madrid al acabar la temporada y ahora, renovado y con el brazalete de capitán, asume el enésimo reto de su trayectoria como jugador blanco. La lesión de Jude Bellingham, que estará un mes de baja, le abre las puertas de la titularidad. Otra vez. A casi dos semanas de cumplir 39 años.
Modric no llevó bien al inicio de la última temporada su cambio de rol y se tensó su relación con Carlo Ancelotti. Empezar constantemente desde el banquillo era algo que parecía no estar hecho para él, con Arabia Saudí llamando a la puerta por si decidía salir. Durante muchos meses se pensó que acabaría así, incluido él, pero la propia campaña del Madrid le acabó dando paso desde la segunda línea y fue crucial en un año en el que se conquistó el doblete Champions-Liga.
Cuando su despedida parecía estar en marcha, Modric dio un volantazo y decidió quedarse. El que se marchó fue Toni Kroos. Luka pasó este verano a ser capitán y, tras la victoria en la Supercopa de Europa, se ha convertido en el jugador con más títulos en la historia del Real Madrid. Primer cambio ante la Atalanta y el Mallorca, es el jugador 12 de esta plantilla en una temporada que apunta, ahora sí, a ser su última en el club. Este domingo será titular y quiere mostrar que todavía puede ser importante.
Modric llegó al Madrid en los últimos días del mercado de fichajes de verano de 2012, a petición expresa de José Mourinho. El entrenador portugués, que pidió "paciencia" y vaticinó que el Bernabéu se enamoraría "de su clase", hizo fuerza para ficharle. Eran muchos -dentro y fuera del club- los que tenían dudas de pagar 40 millones de euros por un jugador de 27 años. Más de una década después, no hay dudas de que Mou llevaba razón.
"Modric es la belleza del fútbol, es mi orgullo porque yo lo llevé al Real Madrid cuando nadie creía que era jugador para el Madrid, y después de tantos años, sigue estando ahí. Por eso es mi orgullo", decía Mourinho hace tan sólo unos meses sobre la carrera del croata. Con él empezó jugando más de mediocentro ofensivo y tardó un tiempo en asentarse como titular. Ancelotti, en su primera etapa, le pasó a interior y ahí Luka creció hasta convertirse en el mejor del mundo, como da fe el Balón de Oro que levantó en 2018.
Ancelotti y el equilibrio
Ahora Modric, en otra versión de su fútbol, independientemente del rol, es el jugador más cercano a la palabra más repetida en el Madrid estos días: equilibrio. Ancelotti tiene claro qué es lo que falta en este equipo que, con el fichaje de Kylian Mbappé, ha entrado en una nueva era. Es el Madrid más ofensivo que se recuerda en mucho tiempo, pero eso requiere un refuerzo del trabajo defensivo, mayor solidaridad y también pausa. Sin Kroos, es Modric quien mejor se ajusta a todo ello en el centro del campo.
A pesar de ser inicialmente un suplente claro en los planes de Ancelotti, con Valverde, Tchouaméni, Camavinga y Bellingham por delante de él en la rotación, el rendimiento del equipo ha demostrado que cuando Modric está en el campo, el juego del Madrid adquiere una fluidez y un control superiores, recordando al equipo que ganó dos Champions League en las últimas tres temporadas.
En la pretemporada se vio claro: Modric es ahora más Kroos que, incluso, otras versiones anteriores de sí mismo. Es una figura que puede ser clave en partidos cerrados, en los que el rival se repliegue para no dejar espacios a la 'BMVR'. El partido contra el Valladolid de este domingo puede ser el mejor espejo y la confirmación de que, aun cuando Bellingham y Camavinga estén de vuelta, Modric puede seguir siendo importante en el Madrid.
Hace un año, el crecimiento de los jóvenes y la propia molestia de Modric provocaban que dentro del club pocos dudaran de la despedida del croata. Las oportunidades llegaron y la situación cambió. Nacho, que como ahora él también vivió su temporada como primer capitán, tuvo el detalle de darle también protagonismo a Luka en las celebraciones de La Liga y, especialmente, de La Decimoquinta. Para entonces, Modric ya tenía claro que quería seguir haciendo historia de blanco.
La 7ª y el récord de Puskás
Como capitán, la importancia de Modric en este Madrid va más allá del campo. Es el nexo entre dos eras, un veterano entre jóvenes y la figura que ha de dar pausa a futbolistas que entienden el fútbol en lo físico y lo eléctrico. Para Ancelotti es el mejor auxiliar en lo que se está construyendo.
Quedarse en Madrid, además de mantener la vida idílica que tiene con su familia, le suponía a Modric la oportunidad de engrandecer aún más su leyenda. Tras haber ganado la Supercopa, y convertirse en el jugador más laureado en la historia del club, la temporada le da todavía la oportunidad de sumar seis títulos más. Junto con Carvajal, además, pueden lograr ser los primeros futbolistas en levantar siete Copas de Europa.
Los 27 trofeos, y subiendo, no son lo único. En 15 días cumplirá 39 años y estará a 36 días de llegar a una cifra histórica. Esa es la edad con la que Ferenc Puskás jugó su último partido con el Real Madrid, registrando desde entonces un hito como el jugador más veterano en la historia del club. Modric superará a 'Cañoncito Pum' y su primera ocasión para lograrlo le llgará el fin de semana del 19 y 20 de octubre, con la visita del equipo a Balaídos.
Poco más le queda por lograr a Modric, si eso el título que se le ha resistido con la mejor generación de jugadores de Croacia -la Nations League y quizás el Mundial de 2026 serán sus últimos intentos-. Pero Luka vuelve a rebosar ilusión, sintiéndose importante una vez más en el equipo más exigente de todos. En el primer día de Mbappé jugando en el Bernabéu, es seguro que un veterano de casi 39 años, titular, se robará parte de los aplausos.