El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ofreció este martesuna rueda de prensa para hacer un balance de la situación del club, coincidiendo con el cierre del mercado de fichajes y el primer parón de selecciones. Esta comparecencia era la primera pública desde hace casi un mes y medio, cuando se presentó a Hansi Flick como el nuevo técnico del Barça.
Laporta comenzó su intervención con un extenso discurso antes de dar paso a las preguntas, donde uno de los temas más esperados fue el regreso al Spotify Camp Nou. "No queremos fijar fechas porque luego a lo mejor pasa después o, incluso, puede pasar antes. Esto es ya una realidad, solo hay que hacer una visita al estadio. A pesar de los obstáculos, yo creo que para finales de año podremos volver. Nos mantiene muy ilusionados", expresó Laporta, recordando que "estar en Montjuïc nos ha hecho dejar de ingresar 100 millones de euros, así que nuestro interés en volver es máximo".
Inicialmente, el objetivo era regresar al Spotify Camp Nou a finales de noviembre, coincidiendo con la celebración del 125º aniversario del FC Barcelona. Sin embargo, con el tiempo, esta fecha se ha pospuesto, y ahora se especula con que el regreso se postergue hasta enero.
El Camp Nou sigue preparándose para reabrir sus puertas. El FC Barcelona confirmó que espera abrir el renovado Spotify Camp Nou al 60% de su capacidad antes de finalizar este año, lo que significaría 64.000 asientos disponibles.
La vicepresidenta del Barça, Elena Fort, junto con Luis Moya, director técnico del Espai Barça, y Joan Sentelles, director de operaciones, comparecieron también semanas atrás ante la prensa. "Trabajamos con la intención de jugar el primer partido cuando concluya diciembre, ante el Atlético de Madrid [fin de semana del 22 de diciembre]", afirmaron. Por otro lado, la fase de grupos de la Champions League, que termina el 27 de enero, se jugará entera en Montjüic dado que la normativa de la UEFA establece que hay que jugar cada fase en el mismo estadio.
Los responsables del proyecto azulgrana explicaron entonces que, aunque el plan sigue en marcha, surgen imprevistos a medida que se avanza en las obras. Sin embargo, confirmaron que la primera y segunda graderías estarán listas y operativas a finales de este año.
También anunciaron que durante los últimos partidos de la temporada 2024/2025 se instalará la cubierta del estadio, mientras que en el inicio del siguiente curso "tendremos una red de cables arriba formando la cubierta". Aunque no estará completamente cerrado, la estructura estará en su lugar.
La vicepresidenta Fort subrayó en aquella comparecencia que las obras siguen según el plan, aunque ya reconoció que, a pesar de que la fecha de apertura estaba prevista para el 29 de noviembre, en el marco del 125º aniversario del club, esta se iba a retrasar unas semanas.
El Barça ha dejado de ingresar alrededor de 100 millones de euros durante su estancia en Montjuïc, según las estimaciones del club y confirmadas por el director financiero Manel del Rio. Estas pérdidas continuarán hasta que el equipo regrese al Camp Nou, lo que podría ocurrir a finales de diciembre o en enero de 2025, como mencionó Laporta. De ahí las prisas.
Mientras tanto, los culés tratan de remar. Laporta, que dice que está salvando al Barça, adelantó que "en breve" presentarán las cuentas del club, que el curso pasado registraron "resultados ordinarios positivos", algo que no ocurría desde hace siete años. Además, destacó que se ha alcanzado "un récord histórico en patrocinios y en la facturación de BLM (la empresa del club que gestiona las tiendas oficiales y la venta de productos con licencia)".
El Camp Nou, pese a estar en obras, también se intenta que sea rentable de alguna manera. Recientemente, el FC Barcelona inauguró el mirador de las obras del nuevo estadio, una propuesta que permite a los visitantes presenciar la transformación del estadio blaugrana en tiempo real. Con entradas que van desde los 28 euros, la visita incluye acceso al museo y al mirador, y la web del club promociona esta experiencia como una "oportunidad" única. El deseo culé es que dentro de unos meses esta no sea la única vía de sacar dinero del estadio.