Poco se imaginaba Míchel el 9 de diciembre de la temporada pasa cuando, antes de enfrentarse al Barcelona, pronunció aquella frase. "Si les ganamos entraremos en una nueva dimensión", aseguró. Ganó su equipo, tras una histórica coreografía grupal (2-4) en Montjuic. Se abrió una grieta entre Xavi y Laporta que fue insalvable con el paso de los meses.

El propio Girona firmó el certificado de defunción azulgrana en mayo, cuando volvió a pasar por encima de los de Xavi con idéntico resultado (4-2) y terminó de impulsar el despido del técnico culé. Aquella derrota fue la gota que colmó el vaso de Laporta, que dio marcha atrás en su decisión de ratificar a Xavi y acabó prescindiendo de sus servicios. 

A mediados de septiembre, cuatro meses después de aquel punto de inflexión azulgrana, el Barcelona regresa a la escena del crimen. Con relevo en el banquillo y en la dirección del aire, que en lo que va de curso sopla a favor. Flick ha recuperado la versión goleadora de Lewandowski, ha potenciado a Raphinha y cuenta por victorias sus partidos ligueros. 

Los jugadores del Girona celebran un gol ante el FC Barcelona la temporada pasada en Montilivi. EFE.

"No soy yo para decir qué diferencias hay entre Xavi y Flick. No quiero comparar ni mi equipo respecto de la temporada pasada, no lo haré con el resto. Es posible vivir el presente sin mirar lo que hicimos en el pasado, yo lo hago. Somos equipos diferentes y al jugador le pido vivir el presente, ser conscientes que jugamos contra un equipo top y que está para ganarlo todo, pero debemos mirarles a la cara con respeto. Tener personalidad y quitarles el balón, ser capaces de llegar al campo rival y tener al Barça detrás", asegura Míchel. 

Su equipo ha sufrido durante el mercado de fichajes. Arribaron Abel Ruiz, Van de Beek, Bryan Gil y Misehouy para hacer olvidar a Yan Couto, Aleix García, Savinho y Dovbyk, la columna vertebral del equipo que se clasificó a Champions. "Claro que podemos volver a ganar. Estoy convencido que haremos un gran partido. En la segunda vuelta, el triunfo nos dio el acceso a la Champions League, pero ahora ya estamos en ella. A otra cosa", detalla el técnico gironí. 

Calendario sinuoso para el Barcelona

En Montilivi arranca el Tourmatel de los de Flick. El jueves se estrenan en Champions ante el Mónaco, verdugo en el Gamper. Un equipo que les hizo daño desde el físico. Y el próximo domingo cierra la semana con el sinuosa salida a La Cerámica para enfrentarse al Villarreal. Después el calendario se relaja, relativamente. 

Reciben a un Getafe que la temporada pasada les hizo estrellarse contra su muralla y visitarán El Sadar, feudo siempre caliente para los azulgranas. Lewandowski puede dar buena prueba de ello. Le seguirá un cómodo partido ante el Young Boys en Champions y precintarán el maratón en Montjuic ante el Alavés. Se espera que a lo largo de toda la montaña rusa, Ansu Fati gane protagonismo. De momento, todo empieza en Montilivi, donde la temporada pasada acabó el ciclo de Xavi. Ahora, enjabonado en un baño de optimismo con Flick.