Iban un inglés, un francés y un argentino que militan en un equipo de fútbol español y... Lo que aparenta ser el inicio de un chiste es malo, es en cambio el desenlace de la victoria del Atlético sobre el Valencia. Gallagher, Griezmann y Julián Álvarez, el primero y el tercero debutantes como goleadores, hundieron al conjunto de Baraja y resolvieron un partido (3-0) de poca historia en el Metropolitano.[Así hemos vivido la victoria del Atlético sobre el Valencia].

Mira el Atlético al Valencia sin nostalgia de tiempos pasados. Los de la inestabilidad, los del miedo al descenso, aquel periodo en el que los rojiblancos lo mismo ganaban una Copa del Rey que peleaban por no descender. Esos, precisamente, en los que está imbuido ahora el club valencianista. Y de los que Gallagher, Griezmann y Julián Álvarez, con un gol cada uno, no le dejaron salir.

Una fiesta rojiblanca que empezó con su último invitado en el banquillo. Simeone decidió dosificar a Julián Álvarez que arribaba en el Metropolitano tras recorrerse medio mundo para disputar dos partidos con Argentina. Sorloth y Griezmann, escoltados por Gallagher, ocupaban la punta. Delante un Valencia que no deja de jugar a la ruleta rusa. Lo hace una temporada más. A merced de una gestión nefasta y sumergido en el caso Rafa Mir

Ambos equipos se dieron cita a las nueve de la noche, el horario al que están abonados los rojiblancos. Un horario que viene a ser como la misa de los domingos para los feligreses. En una hora tan nocturna, quién se iba a esperar que un inglés fuese el detonante de un partido armado, sin acontecimientos de renombre en las áreas más allá de un mano a mano errado por Sorloth. 

Hizo lo más difícil, que fue ganar el cuerpeo con Tárrega, pero se achicó con la salida de Mamardashvili. La pólvora, que andaba mojada en las botas del noruego, explotó a través de las Gallagher tras recibir un balón filtrado de De Paul. Primer gol del sicario de Simeone, así le apoda el técnico. Un argentino asistiendo a un inglés. La geopolítica, patas arriba en el Metropolitano. 

Sin Rafa Mir, apartado del equipo durante dos jornadas, Baraja situó a Dani Gómez arriba con Javi Guerra por detrás. El centrocampista que estuvo cerca de vestir la rojiblanca, vio cómo Gallagher, primera opción veraniega, castigaba a los suyos. Gol de inglés y mini punto para Berta, que a buen seguro lo festejó por dentro. Se agravó el acoso local, pero no fue hasta el segundo acto cuando se rompió la piñata. 

Griezmann, el más listo de la clase, recogió un remate poco ortodoxo de Lino y batió por bajo al meta georgiano. Entendió Simeone la ventaja como el momento de hacer los cambios. Eso, o que miró el reloj y vio que señalaba la hora de partido, su momento fetiche para las permutas. Ingresó Julián Álvarez que, tras mucho querer y no poder del Valencia, se sumó al festival goleador sobre la bocina.

Primer picotazo de La Araña. Segunda posición para el Atlético y última para el Valencia. Actualmente existe una diferencia abismal entre ambos equipos. Comienza con buen pie el Atlético su maratón de seis partidos. Todos a las nueve de la noche, por si tenían dudas. Y no, la hora no es el inicio de ningún chiste malo.