Mientras cae el sol en la ciudad de Riad, los grandes rascacielos que construyen el nuevo skyline de la capital de Arabia Saudí son testigos de los minutos previos de un nuevo entrenamiento en la ciudad deportiva del Al-Shabab. Con los jugadores aún en los vestuarios preparándose para su tradicional sesión vespertina, tres personas hablan de fútbol y repasan batallas de tiempos pretéritos.
"En el año 2012 ganamos nuestra última Liga. Con Michel Preud'homme de entrenador, uno de los mejores que hemos tenido. Después ganamos la Supercopa y la Copa del Rey. Y la Copa Federación en el año 2015. Y desde entonces, nada. Llevamos tiempo sin estar ahí".
Como en todo club grande, la exigencia juega un papel fundamental en el día a día del Al-Shabab. Sin embargo, la situación ha cambiado mucho en la Saudi Pro League, ya que el favoritismo a los títulos no se mide por el peso histórico, sino por la influencia financiera del Fondo de Inversión Pública (PIF).
El Al-Shabab es uno de los clubes con más historia de la península arábiga. Así lo atestiguan sus 48 títulos entre los que destacan sus seis Ligas. No obstante, todos ellos son laureles de un pasado que reverdeció principalmente en la década de los 90 y de los 2000. Ahora, su realidad es bien distinta.
Con un presupuesto más modesto que el de los clubes del PIF y con Yannick Carrasco, Giacomo Bonaventura y Wesley Hoedt como grandes estrellas, el Al-Shabab intenta sentar las bases de su nuevo proyecto, ese con el que sueña dar esta temporada la gran sorpresa. EL ESPAÑOL ha viajado hasta las entrañas de este histórico club de Riad que resiste a la sombra del poder del PIF y que se siente, en parte, una especie de Atlético de Madrid de la Saudi Pro League compitiendo contra los más poderosos.
Al-Shabab, un club con historia
"¿Qué tal está Vicente Moreno? Qué buen entrenador era. Le recuerdo mucho, como a Preud'homme". Por grande que sea el mundo, los lazos que construyen algunas personas son más resistentes que la distancia o el paso del tiempo. El Al-Shabab, a pesar de ser un club con una gran historia en Arabia Saudí, es una entidad que tiene sus pequeñas raíces españolas.
El actual entrenador de Osasuna pasó por aquí entre julio de 2022 y junio de 2023 dejando un grato recuerdo que aún hoy perdura en el antiguo Estadio Príncipe Khalid bin Sultan. El valenciano siguió los pasos que antes habían dado otros técnicos como Luis García Plaza o Carlos Inarejos, encargados de abrir el camino español en el club.
La influencia de nuestro fútbol en la Saudi Pro League es cada vez más grande. Tanto es así que algunos de sus clubes se identifican con equipos de nuestra liga. Si el Al-Hilal se siente el Real Madrid de Arabia, el Al-Shabab se ve como el Atlético de Madrid, ese equipo del pueblo con bagaje histórico condenado a medirse ahora a los poderosos del PIF.
Por ello, no es de extrañar que incluso hayan hecho suyo el lema que tan de moda puso el 'Cholo' Simeone para intentar dar este año la sorpresa en la liga saudí: "Vamos partido a partido".
La trascendencia de este club es muy grande. Su fundación se remonta a la década de los 40. Concretamente, al año 1947, lo que le convierte en el primer club profesional de la ciudad de Riad. Desde entonces, ha levantado seis Ligas (1991, 1992, 1993, 2004, 2006 y 2012), tres Copa del Príncipe de la Corona Saudí (1993, 1996 y 1999), seis Copas de la Federación de Arabia Saudí (1988, 1989, 2009, 2010, 2011 y 2015), tres Copas del Rey de Campeones (2008, 2009 y 2014) y la Supercopa de Arabia Saudí (2014).
A pesar de su grandeza, una de las mayores señas de identidad es su ambiente familiar y cercano. "Es un club con mucha tradición, que ha ganado muchos títulos, pero que te da la sensación de ser una familia y eso es muy bueno. Me gusta mucho estar aquí. Soy feliz". Esto decía a EL ESPAÑOL el futbolista neerlandés Wesley Hoedt.
El sentimiento de quien fuera el año pasado gran estrella del Watford inglés es generalizado, ya que por el momento reina la armonía dentro del grupo que ha creado el técnico portugués Vítor Pereira, ex de Oporto, Olympiacos, Fenerbahçe, Corinthians o Flamengo. Sin embargo, si algo ha caracterizado siempre a este club han sido las dificultades. En base a ellas ha conseguido construir su historia y ese sentimiento tan arraigado de familia.
Caminando por el interior de su ciudad deportiva te das cuenta de la unión que respira este club. Otra de sus grandes señas de identidad es su hospitalidad. Tan pronto te encuentras a uno de los operarios del club adecentando el césped antes del entreno como dejando impoluto el coche de alguno de sus jugadores. Y es que para ellos, sus estrellas son lo máximo y así les agradecen que sigan haciendo grande una entidad que para ellos es su vida. Sólo si sientes dentro el Al-Shabab puedes formar parte del Al-Shabab.
Este sentimiento de pertenencia y este vínculo tan fuerte es una de las grandes distinciones del club. Y es precisamente lo primero que muestran a sus nuevos jugadores antes de venir: "Los jugadores de aquí te reciben bien. Las primeras semanas notas a la gente muy feliz y eso te hace estar tranquilo. Es muy bueno que te traten bien y que te traten con respeto. Y por eso yo también lo hago con ellos". Así define Wesley Hoedt su aterrizaje en Riad procedente de la Premier League.
El exacerbado deseo de mostrar a los cuatro vientos esta armonía tiene mucho que ver con los complicados orígenes del club. Al-Shabab es una entidad que durante sus primeros años de vida creció siempre en mitad de conflictos internos. Tanto es así que desde su fundación en 1947 atravesó por varias décadas de continua crisis con despidos de jugadores, luchas por el poder e incluso la disolución del primer equipo en el año 1959.
De hecho, gracias a estos problemas surgieron otros clubes como el Al-Hilal, el cual nació tras la huida de varios jugadores y directivos del Al Shabab. Fue precisamente tras este éxodo cuando el club empezó a ser conocido con su actual nombre, que significa 'la juventud de Riad', ya que por aquel entonces, sin primer equipo, los juveniles de la entidad se convirtieron en los encargados de continuar con el legado.
Poco a poco, el Al-Shabab fue sobreviviendo a todos sus conflictos internos e incluso recibió el apoyo de otros dos clubes, el Al Najmah FC y el Al Marekh, los cuales en 1967 se unieron en una fusión a tres bandas para hacer más fuerte el equipo más antiguo de Riad.
Con la entrada del nuevo siglo, el Al-Shabab se convirtió nuevamente en pionero gracias al inicio de un ambicioso proyecto mucho antes de que la Saudi Pro League fuera lo que es hoy en día. La intención era conseguir ser un club económicamente más fuerte obteniendo sus propios ingresos de explotación para ir más allá del apoyo gubernamental.
Así fue como nació su hotel de cinco estrellas, un centro comercial, fundó su canal de televisión e incluso su propio museo. Un proyecto de cientos de millones de dólares que surgió justo cuando el equipo había completado su etapa de mayor esplendor deportivo entre los años 1991 y 2015.
La lucha contra los 'grandes'
Sin embargo, en esta última década, el fútbol saudí ha cambiado mucho. Actualmente, todos los clubes cuentan con un importante apoyo del gobierno del país. No obstante, la diferencia la marcan aquellos que ya se encuentran también en el 'mercado privado'. Y ahí, sobresalen cuatro nombres por encima del resto.
Al-Hilal, Al-Ittihad, Al-Nassr y Al-Ahli. Estos cuatro clubes son los que cuentan con el apoyo del Fondo de Inversión Pública, más conocido como PIF, el cual les dota de un presupuesto por encima del resto. Por ello, incluso clubes históricos como el Al-Shabab tienen hoy en día casi imposible luchar contra ellos por el título de liga.
En el vestuario del equipo de Vítor Pereira son conscientes de esta situación, pero aún así sueñan con dar la sorpresa, un reto que también les motiva enormemente como confiesa Wesley Hoedt a EL ESPAÑOL: "Yo pienso que nosotros tenemos un equipo muy bueno. Tenemos que estar tranquilos y pensar partido a partido. Es verdad que los otros equipos tienen mucha calidad, pero con este entrenador y con este grupo podemos hacer algo grande. Llevamos dos partidos muy buenos ganando y con dos porterías a cero. Eso es lo importante y vamos a ir partido a partido".
Con el lema del 'Cholo' Simeone por bandera, al Al-Shabab se le pone cara de Atlético de Madrid, un equipo acostumbrado a ser la discordia en la hegemonía de Real Madrid y FC Barcelona en España. Por eso, tal y como cuenta Giacomo Bonaventura, ex de Milan, Fiorentina y Atalanta, no les asusta jugar contra los Cristiano Ronaldo, Benzema, Neymar y compañía.
"Cada equipo luchamos por un objetivo, por eso es importante tener un objetivo y trabajar para lograrlo". Para el italiano es fundamental disfrutar de este proceso y no frustrarse. "Ahora es importante para mí divertirme y disfrutar del fútbol. Porque pienso que cuando un jugador se divierte, también juega mejor, se exprime más. Eso es lo más importante".
Su compañero Hoedt, que pasó por equipos como el Celta o la Lazio, secunda esta opinión y asegura que el papel de los futbolistas europeos es hacer ver a sus nuevos compañeros que se puede enfrentar a estas estrellas como ellos hicieron en el 'Viejo Continente': "Yo he hecho una carrera muy larga jugando contra ellos. Pero es algo que siempre es especial porque son jugadores de mucha calidad. Pero para mí no es algo nuevo, ya tengo mucha experiencia".
La vida en Arabia Saudí
Poco a poco, el histórico Al-Shabab de Vítor Pereira se intenta hacer hueco entre los grandes y sus nuevos fichajes van haciéndose notar mientras se adaptan a su nueva vida en Arabia Saudí. Todos ellos concuerdan en que se han encontrado una competición de mayor nivel de lo que la gente piensa, tal y como cuenta Wesley Hoedt: "Me siento bien aquí. He encontrado una liga muy fuerte y con mucha calidad. Es una Liga que está creciendo".
"Estos últimos meses han llegado muchos jugadores con mucha calidad. Y también los jugadores de aquí tienen mucho potencial, por lo que se ha creado un nivel muy alto".
Un pensamiento que secunda su compañero Bonaventura: "En mi opinión no hay un nivel tan bajo como la gente piensa, sino simplemente el fútbol es diferente. Jugando con estas temperaturas es imposible tener mucha intensidad, entonces tal vez el ritmo sea un poco más lento. Pero los equipos están preparados tácticamente, así que no es fácil tampoco jugar aquí".
Es precisamente el calor lo que marca la nueva vida de estos jugadores. Cuando se les pregunta, todos concuerdan en que las altas temperaturas son el mayor impacto que han recibido, incluso por encima del choque cultural como cuenta Giacomo: "Yo estoy bien aquí. Sin embargo, los primeros partidos han sido un poco difíciles porque es complicado adaptarse a la temperatura y al calor. Todos me han recibido muy bien y he recibido un gran cariño de parte de los aficionados. He jugado toda mi carrera en Italia y necesitaba algo diferente".
Como le ha sucedido a tantos y tantos jugadores que han llegado a la Saudi Pro League, a Bonaventura y a Hoedt les ha tocado adaptarse a una vida más nocturna, algo que por ejemplo el neerlandés lleva a las mil maravillas: "La vida fuera del fútbol aquí es muy diferente".
"Hacemos los entrenamientos por la por la noche. Eso cambia mucho respecto a Europa donde lo normal es entrenar a las 10:00 horas de la mañana. Personalmente, a mí me gusta mucho porque soy una persona más de noche que de día".
A pesar del crecimiento que está teniendo la competición, venir hasta Arabia Saudí no es una decisión fácil. Siempre cuesta el momento de dar el 'sí' definitivo y cada uno se busca sus artimañas para ejecutar ese proceso. "Mi agente vino aquí un par de meses antes que yo", cuenta Hoedt. "Él me habló mucho de cómo era Arabia Saudí y de cómo es la liga. Es normal que tuve que pensar mucho antes de tomar la decisión de venir aquí a jugar. Pero creo que es una liga con mucho futuro".
"Ya están haciendo algo especial y están creciendo cada semana y cada mes. Yo he estado ya once años en Europa y en este momento ha llegado esta oportunidad para mí. Pienso que, hasta ahora, he tomado la decisión correcta".
Otros como Bonaventura tuvieron la suerte de haber estado antes en Riad para comprobar de primera mano lo que sería su nueva vida: "Pregunté antes de venir y estuve aquí el año pasado con la Fiorentina para jugar la final de la Supercopa de Italia. Estuvimos en las instalaciones de este club y entrenamos aquí antes de jugar contra el Nápoles. Inmediatamente me gustó".
Por ello, cuando se presentó la ocasión, Giacomo, quien fuera estrella de otro histórico como el Milan, no lo dudó: "Hablé con uno de nuestros directores deportivos, que es italiano, Domenico Teti. Para este mercado de fichajes quería un centrocampista y tuve esta oportunidad".
Bonaventura compara su actual aventura con su paso por otro club legendario como el Milan: "Mi etapa en San Siro fue bellísima. Jugar allí es algo especial". Y recuerda con especial cariño haber compartido césped con algunas estrellas: "Ibrahimovic es otra clase, es una fuerza física y una técnica que nunca he visto en ningún jugador. Y un carácter muy fuerte en el vestuario. También una persona muy inteligente".
Poco a poco, Arabia Saudí se va abriendo a nuevos mercados. Jugadores portugueses y brasileños han sido los primeros en colonizar este país. Sin embargo, cada vez más latinos aceptan el reto: "A los italianos les va bien en Italia y les resulta difícil ir al extranjero. En mi opinión, los italianos son felices en Italia porque es de ellos, de nuestra cultura. Yo, como jugué toda mi carrera en Italia, siempre quise tener una experiencia en el extranjero. Entonces, ahora sucedió".
Otro italiano ilustre que acaba de aterrizar en la Saudi Pro League es el exentrenador del Milan, Stefano Pioli, quien acaba de fichar por el Al-Nassr de Cristiano Ronaldo con el reto de intentar pelear la liga con el Al-Hilal y el Al-Ittihad: "Pienso que a Pioli aquí le puede ir bien porque es un entrenador con mucha experiencia. Va a un equipo fuerte porque el Al-Nassr es un gran club y creo que le puede ir bien. Sin duda traerá una mentalidad y un sistema de juego que será bueno para el equipo".
Poco a poco, jugadores como Hoedt y Bonaventura se van adaptando a su nueva realidad en un país totalmente diferente a lo que conocen y dentro de una sociedad opuesta a la europea. Sin embargo, ya comienzan a sentir esa pasión por el fútbol como reconoce el neerlandés.
"Hasta ahora la relación con la afición ha sido muy buena. Me han dicho que todavía no está viniendo a los estadios toda la gente que se espera, pero yo también pienso que tenemos que ser nosotros, ganando partidos, los que les traigamos. Si lo hacemos, van a estar a nuestro lado. Son muy fanáticos. Parecido a lo que hay en Europa, solo que aquí de momento hay menos. Pero es algo que va a cambiar".
El fútbol en Arabia Saudí es otro, con sus lógicas particularidades, pero la vida también lo es. Ellos lo tienen más difícil para adaptarse, pero poco a poco van creando sus propios ecosistemas para sentirse lo más a gusto posible.
"Vivimos en complejos y la vida es más parecida a Europa dentro de estas zonas. Y como hay tantos españoles o portugueses y la gente es muy buena y te reciben tan bien, se hace fácil. En general, ellos también son amables y están contentos de que venga un extranjero a jugar. Además, jugamos un partido por semana, no hay el estrés que hay en Italia". Así es como estrellas que han hecho toda su carrera en Europa se adaptan a la nueva aventura del fútbol saudí en un histórico como el Al-Shabab que resiste a la sombra de los poderosos equipos del PIF.