La pretemporada ya es historia, es turno de la primera prueba del curso. Murcia emerge como punto de partida para una temporada que quedará desprecintada con la disputa de la Supercopa de España de baloncesto. Barça, UCAM Murcia y Unicaja se conjuran para que a la séptima vaya la vencida y finalizar así con el reinado del Real Madrid, campeón de las últimas seis ediciones.
El fuego se abrirá con un clásico entre dos equipos con proyectos renovados. Pese a que la pretemporada del Madrid ha sido satisfactoria, tras conquistar su 37º título de Liga, los blancos dieron el pistoletazo de salida a un verano repleto de incógnitas, renovaciones, salidas y llegadas que les convertía en uno de los agitadores del mercado.
Uno de los principales cabos a atar era el de Chus Mateo. Únicamente ha necesitado dos temporadas para conquistar todos los títulos posibles. Desde que recogió el testigo de Pablo Laso en 2022, el entrenador madrileño ha ganado al menos un título a lo largo de sus tres temporadas al frente del Real Madrid. La Liga Endesa se le resistía, pero tachó su nombre en la lista tras la victoria contra UCAM Murcia el pasado mes de junio.
Renovación en Madrid y Barça
Una continuidad difícil de conseguir. Desde que Lolo Sainz se marchara en 1989, solo Pablo Laso ha sido capaz de enlazar más de tres temporadas en el banquillo. Por el camino se quedaron Luyk, Obradovic, Scariolo y Joan Plaza. Otros cumplieron dos o ni siquiera alcanzaron el año. Una ausencia de estabilidad solucionada a lo largo de la última década y media.
La sala de llegadas del equipo blanco ha abierto sus puertas hasta en cuatro ocasiones. Serge Ibaka, de 34 años, sella su regreso al Madrid por una temporada. Garuba también retorna y firma para las tres próximas campañas. Ambos regresos han ido acompañados de los fichajes de Xavier Rathan-Mayes y Andrés Feliz. Y por el camino se quedaron Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Fabien Causeur, Poirier y Yabusele. En la otra acera, la del Barça, se ha vivido un verano todavía más movido.
Once meses. Ni siquiera un año. Eso es lo que duró la etapa de Roger Grimau como entrenador del Barça de baloncesto. Su contrato expiraba en 2025, pero el conjunto azulgrana convirtió en realidad lo que era un secreto a voces desde que el Real Madrid les eliminase de los playoffs de la Liga Endesa y certificara la temporada en blanco.
Once meses. Ni siquiera un año. Eso es lo que duró la etapa de Roger Grimau como entrenador del Barça de baloncesto. Su contrato expiraba en 2025, pero el conjunto azulgrana convirtió en realidad lo que era un secreto a voces desde que el Real Madrid les eliminase de los playoffs de la Liga Endesa y certificara la temporada en blanco.
Un milagro y un cabo suelto
"¿Mi futuro? No soy idiota, el balance es malo. Ya veremos qué pasa", anticipaba por aquel entonces el que días después pasó a ser exentrenador del Barcelona. Grimau no encontraba argumentos para justificar el carente rendimiento de su equipo, un proyecto nuevo que no llegó cumplir los doce meses de vida. Apenas una semana después, Joan Peñarroya tomaba el relevo y se convertía en entrenador del Barcelona.
Kevin Punter emerge de él como el fichaje estrella de la offseason. Procedente del Partizán, aterrizó en Barcelona ante la imposibilidad del fichaje de Hezonja, que optó por continuar en el Real Madrid pese a los rumores de salida. Además de él, en la capital catalana aterrizó Juan Nuñéz, Chimezie Metu, Justin Anderson y Youssoupha Fall.
Los azulgranas han dejado buenas sensaciones durante la pretempotada, tras mostrar versatilidad en ataque y con argumentos que opositan a reducir la diferencia del curso pasado con el Real Madrid. Mientras que la UCAM Murcia busca repetir milagro y alcanzar la final y Unicaja el único título nacional que falta en sus vitrina.