Malas noticias para el Manchester City en general y Rodri en particular. Las pruebas a las que se ha sometido el jugador, tras retirarse lesionado el pasado domingo ante el Arsenal, confirman que sufre una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha y se pierde lo que resta de temporada.
Una baja capital tanto para el equipo de Guardiola como para la selección española, que afronta en octubre una doble jornada de la Nations League. La secuencia se produjo durante la tarde del pasado domingo, en los primeros compases del partido ante el Arsenal. Con saque a favor, Rodri realizó un desmarque al primer palo y su rodilla se quedó clavada.
El Etihad quedó enmudecido. Fue sustituido de inmediato y abandonó el terreno de juego por su propio pie. Las primeras exploraciones descartaban una grave lesión, pero a las que se ha sometido este lunes confirmar los peores presagios. Rodri viene de disputar 50 partidos la temporada pasada con su club, una Eurocopa este verano -con lesión incluida en la final- y ya ha jugado tres encuentros del actual curso.
Rodri alzó la voz por el calendario
Una concatenación de intangibles que ha desembocado en tragedia. Precisamente después de que el propio Rodri alzase la voz por el sobrecargado calendario futbolístico. "Sí, creo que estamos cerca de eso", respondía cuando se le preguntó el martes si existía esta posibilidad. Aunque no se ha quedado ahí: "Si esto sigue así no nos quedará otra opción. Es algo que nos preocupa", advitrió el centrocampista.
La reivindicación de Rodri se produjo en la víspera al pistoletazo de salida de la nueva Champions, una competición con más partidos. Como mínimo dos, en la primera fase, la de la liguilla, y en caso de que su equipo no clasifique entre los ocho primeros, deberá jugar una repesca a ida y vuelta para acceder a octavos. Podrían ser cuatro encuentros más.
A ello se suma el nuevo Mundial de Clubes, que vendrá cargado de partidos el próximo verano. Lo que dibuja un calendario sobrecargado e insostenible en el largo plazo. "No sé qué va a pasar, pero en todo caso es algo que nos preocupa porque somos los que lo sufrimos. Entre 40 y 50 partidos, un jugador puede jugar a un alto nivel. Luego baja, porque es imposible mantener este nivel físico", aseguró.
Una carga de partidos que atenta tanto contra el espéctaculo como contra la salud de los futbolistas. "Tenemos que cuidarnos nosotros, somos los actores principales de este deporte, o de este negocio como se prefiera llamarlo. Si la gente quiere ver un mejor fútbol, hace falta que podamos descansar. Cuanto más aumente el número de partidos, más baja el nivel y la calidad", finaliza.