Recientemente, ha salido a la luz una fotografía de Luka Modric cuando tenía solo 14 años, gracias a un dentista retirado de Zadar, Croacia, llamado Nada Perkovic Kevric. La imagen, captada en 1999 en la plaza Narodni trg de la ciudad natal del futbolista, muestra a un joven Modric en una bicicleta con una gran bolsa deportiva a la espalda, rodeado de otros niños que lo escuchan con atención.
Esta instantánea, tomada de manera fortuita mientras Kevric fotografiaba a su hija, pone de relieve la naturalidad y el carisma del ahora reconocido futbolista, atributos que ya evidenciaba desde su juventud.
La historia de esta imagen se hizo pública debido a la decisión de la doctora Perkovic Kevric de compartirla en redes sociales. Cuando los medios comenzaron a retratar a Luka Modric como parte de una familia humilde de pastores que cuidaba cabras en su infancia, Kevric sintió la necesidad de mostrar otro aspecto de la vida del futbolista.
Aunque es cierto que Modric pasó parte de su niñez en el campo, Perkovic quiso recalcar que él también era un "chico de ciudad", como muchos otros niños croatas. La foto fue tomada durante un evento en Zadar, y Modric, con su carisma natural, atrajo la atención de los chicos que estaban a su alrededor.
"Luka era un animador nato, cada vez que hablaba, todos lo escuchaban atentamente. Era un líder desde pequeño", recuerda Perkovic.
El contexto histórico de esta foto también es relevante, ya que captura un momento de la vida de Modric cuando apenas estaba comenzando a forjar su camino como futbolista, en medio de los difíciles tiempos de la Guerra de los Balcanes.
Luka Modric nació el 9 de septiembre de 1985 en Zadar, una ciudad profundamente afectada por el conflicto. Su familia tuvo que abandonar su hogar cuando él era solo un niño debido a la guerra, y durante este periodo, vivieron como refugiados en un hotel modesto en la costa dálmata. A pesar de las adversidades, el fútbol siempre fue una constante en la vida de Modric.
Durante su infancia, el fútbol le sirvió como una vía de escape y un lugar de esperanza en medio de la devastación. Jugaba con amigos en las calles y, más tarde, fue descubierto por entrenadores locales, quienes vieron en él un talento natural.
A medida que crecía, sus habilidades en el campo se hicieron más evidentes, y a pesar de las dificultades económicas de su familia, Modric continuó jugando y entrenando con pasión.
Este periodo de su vida también estuvo marcado por la necesidad de madurar rápidamente. Su abuelo fue asesinado durante la guerra, lo que obligó a la familia a desplazarse constantemente.
Sin embargo, a pesar de estas circunstancias, Modric mantuvo su enfoque en el fútbol, lo que eventualmente lo llevó a unirse al NK Zadar, el club local. Su dedicación y habilidad no pasaron desapercibidas, y fue fichado por el Dinamo de Zagreb, el club más importante de Croacia, donde comenzó a destacarse a nivel nacional.
La fotografía compartida por Kevric no solo resalta el lado humano de Modric, sino también su innato liderazgo. Desde joven, Luka ya poseía ese carácter que más tarde lo convertiría en el capitán de la selección croata y en una de las figuras más influyentes del fútbol mundial. Su viaje, desde ser un niño refugiado hasta alcanzar la cima del deporte, es un testimonio de su perseverancia y carácter.
Hoy en día, Luka Modric es considerado uno de los mejores centrocampistas del fútbol moderno, habiendo ganado seis Champions League, además de otros títulos, con el Real Madrid y llevando a Croacia a la final del Mundial de 2018.
Pero esta fotografía de 1999 sirve como un recordatorio de sus humildes comienzos y de que, incluso en los momentos más difíciles de su vida, ya mostraba las cualidades de un verdadero líder.