El Athletic se estrenó con buen sabor de boca en la Europa League después de cosechar un valioso empate frente a la Roma a domicilio. Sin embargo, lo que parecía ser un día redondo acabó salpicado por un acto de unos pocos aficionados del equipo rojiblanco tras el gol de Paredes en el minuto 85.
Instantes después del tanto, unos hinchas lanzaron una bengala encendida sobre un sector de la afición romanista en el que no había ningún ultra. Un acto que provocó el malestar tanto de Ernesto Valverde, como por parte de futbolistas como De Marcos, Iñaki Williams o Ander Herrera. "Nos da mucha pena que 2.500 personas se queden sin que les tiremos las camisetas o les saludemos por unos pocos que han hecho lo que han hecho", apuntó Herrera.
Además, el propio club vizcaíno condenó los actos de sus aficionados con un comunicado oficial tras el final del choque entre la Roma y el Athletic. "El Athletic Club quiere expresar su más firme condena ante los inaceptables actos protagonizados por una minoría de personas que se desplazaron al partido de la Europa League disputado frente a la AS Roma y que estaban ubicados en la grada visitante", rezaba el escrito.
"Estas actitudes no representan los valores históricos del Athletic Club, como el respeto, la deportividad y la convivencia. El club trabaja siempre por fomentar un ambiente positivo en los eventos deportivos, tanto en San Mamés como en sus desplazamientos, y luchará a destajo para que no se den actitudes que pongan en peligro la seguridad de los asistentes ni que manchen la reputación de nuestra afición", añadió.
Posible sanción
Con casi total seguridad, estos actos no van a pasar desapercibidos para la UEFA, quien probablemente imponga una sanción al Athletic por lo sucedido. Lo más lógico es que se produzca una multa económica e incluso la prohibición de tener entradas visitantes para su próxima salida europea.
El máximo organismo continental de fútbol acostumbra a ser tajante en sus sanciones por lo que sería una sorpresa que el club vasco saliera indemne de los actos de unos pocos aficionados. Como norma general, las multas económicas suelen oscilar entre los 3.000 y los 19.000 euros.
De hecho, hace menos de un año el estadio de Anoeta protagonizó unos hechos similares durante el encuentro entre la Real Sociedad y el Benfica. En él, los aficionados lusos lanzaron varias bengalas a la afición realista causando momentos de tensión. En respuesta, la UEFA decidió sancionar al club lisboeta con una multa de 25.000 euros y la prohibición de vender entradas a sus aficionados para el siguiente desplazamiento europeo, que tuvo lugar en Salzburgo.